Presentaron el libro "Poesía de la vida", de José Jorge Chade

En un axto realizado en la Legislatura este viernes, Jovita Kemelmajer presidió la presentación del libro de poesía de José Jorge Chade, docente y activista social y cultural de Mendoza, presidente honorario de la Fundación Bologna.

En un acto cargado de emoción y sobre todo, de pasión por la lectura y amor por la poesía, fue presentado el libro "Poesía de la vida", del escritor, docente y activista social y cultural mendocino - italiano José Jorge Chade.

El acto fue presidido por Jovita Kemelmajer y Elia Ana Bianchi de Zizzias (esta última, ausente, pero que envió unas palabras apropiadas para el momento), mujeres destacadas de la cultura de Mendoza y por el propio autor, en un marco de público aglutinado en la Legislatura de Mendoza.

Qué se dijo en el acto de presentación

Jovita Kemelmajer

"Esta oportunidad que me brinda José de compartir de alguna manera el dar a luz su libro de poemas, me produce sensaciones encontradas entre el profundo agradecimiento por esta distinción y el temor ante la responsabilidad de no tergiversar su mensaje.

Ya se sabe que el autor lanza las palabras y el lector las recoge según sus propias vivencias culturales.

Lo maravilloso del ser humano es su capacidad de creación en diversos lenguajes y en el caso que nos ocupa hoy, en el lenguaje de la lírica.

La creatividad en las múltiples expresiones del arte es la manifestación de la capacidad de simbolizar.

El arte, la literatura no son la realidad, ni la interpretación de la misma a través de medidas o cuantificaciones como lo hacen las ciencias, sino que, por el contrario, son la visión sensible que el artista y el poeta interpretan de esa realidad.

Un símbolo personal de esa visión que quien lo recibe, espectador y lector recrea con su propia imaginería.

Chade junto a Kemelmajer.

Así lo hace José cuando cita entre otros a Machado, Dante, Neruda incorporándolos entre sus propias simbologías. El permite que las palabras dichas con unas sensaciones se transformen y crezcan al recibirlas con las propias percepciones.

Si tuviera que decir en resumen cuáles son las palabras claves de su libro elegiría sensaciones, recuerdos, metáforas y sobre todo amor.

El libro es una elegía al amor en todas sus facetas: el amor a la familia, a la pareja, a la naturaleza, al universo, al conocimiento, a la vida y la trascendencia.

En sus analogías y metáforas el sentimiento religioso, la mística, ayudan a transformar el dolor de las pérdidas en versos.

La sensualidad y la encarnación del amor en los cuerpos de uno y del otro también son parte de ese universo de amor.

En nosotros corre la savia

del universo

como cuando mis labios

rozan los tuyos y

nuestra vida vierte

fuerza y calor...

ahí pierdo el sentido

y es ahí ...que en ti me pierdo.

En la poesía de José juega permanentemente el sentipensar. Las sensaciones y los sentimientos como puertas que se abren para entrar al conocimiento y al amor.

Me resulta difícil separar el comprender...

el entender ...y el sentir

Las analogías y las permanentes referencias a la variedad de flores son un regocijo para la imaginación.

y tu respiración se siente...

en los brotes de tus rosas

en los capullos de tus jazmines y en

la trepadora madreselva que tanto amabas

y con la pasión que no desmiente

a la primavera.

Y me convierto en muñeco de trapo que siente

Que habla con las flores y estudia los arcanos

Que reconoce en el silencio la clave que no miente.

Los recuerdos como hilos de creatividad van tejiendo la presencia de la ausencia que reviven las imágenes del terruño que lo vio crecer

Igual pienso que estarás presente...

como la tierra aquella, sus cerezos en flor,

sus acequias

No hay casi un tiempo lineal en la narrativa poética del libro Poesía de la Vida. El transcurrir del tiempo es como una danza ritual donde el ahora está anclado en el centro y es rodeado por los recuerdos pero al mismo tiempo proyecta siempre movimientos de esperanza hacia lo que vendrá.

Mi vida aún posee versos

Que no he terminado

También hay un juego de las estaciones que rompe lo cíclico, probablemente porque el poeta ha pasado primaveras y otoños simétricos entre Europa y América.

Las sensaciones visuales, sonoras, olfativas, táctiles están siempre presentes en las referencias a la contemplación de los árboles y su follaje, los pájaros en primavera y el agua de las acequias con los soles entre las viñas de los veranos.

Un mundo vegetal que fue vivido intensamente en la infancia y la adolescencia fluye sin tropiezos al trasmitirse en los versos. Plátanos, pimientos, sauces, olivos, nogales aparecen en la poesía casi con la nitidez de una fotografía y remiten a la memoria de aromas, sabores, situaciones.

Plátanos y sauces,

acequias y lisas calles

de tierra regada,

recuerdan mi infancia

entre nubes ligeras

Viñas y olivos

En el libro está implícita una nutrida geografía en donde el mar y las montañas de Los Andes, Los Alpes y Los Apeninos por un lado y las ciudades de Europa y América por otro, alimentan sueños y profundas experiencias de vida, aprendizajes y enseñanzas.

En la persona del poeta se refleja la conjunción de pueblos que aportan sentido a una existencia plena: la sabiduría oriental de la figura patriarcal, la alegría y vitalidad italiana materna y la intrepidez de la tierra americana en su propio ser.

Como pueden apreciar por todo lo dicho, he disfrutado plenamente su lectura y espero que ustedes también. Muchas gracias".

Elia Ana Bianchi de Zizzias

"Conocí a José Chade en circunstancias muy especiales, ambos preocupados y ocupados por la educación en un mun-do cambiante y complejo. Admiré su enorme impulso por contribuir a transformar esta triste realidad docente que nos afecta a los argentinos. Ese brillante impulso lo llevó a generar excepcio- nales misiones, como tratar el necesario tema de la inclusión social y educativa en Congresos mul- titudinarios, jornadas y encuentros solidarios en la Fundación Bologna de Mendoza, institución de la que es hoy Presidente Honorario. Lo respe- to por su continua y gran misión.

Hoy tengo el privilegio de conocer otra faceta de José, un espíritu romántico, sensible que expresa en bellas y muy vívidas palabras sus sentimientos, afectos y recuerdos. Hay en su poesía algo que desafía al tiempo y las presencias. Que transmuta amor a la humanidad y, por supuesto, a través de ese sentimiento, su increíble conexión con sus seres queridos. Vive en sus versos el descubrimiento de su niñez, sus continuos viajes por el mundo, pero especialmente, la compañía de su madre, siempre presente en su vida.

En su poesía aparecen citas y versos de Rubén Darío, Pablo Neruda, Antonio Machado y la sombra permanente de la vida y la muerte del Dante, dando fuerza y significado a sus palabras. Es que José ya anuncia su estilo Citacionista o apropia- cionista. Walter Benjamín clarifica que la repro- ducción de una obra no implica la pérdida de su aura primitiva, sino que vivifica el significado de la poesía ajena. La apropiación y la derivación de la obra original va a producir una nueva aura y eso es lo realmente destacable.

Su libro se titula "Poesía de la Vida", realidad y vínculos.

La primera parte: "Hablando con mi madre" es un inmenso canto al amor maternal y filial. La muerte de su madre significó un dolor indescrip-

tible para su alma sensible y apasionada:

"Un día de junio se marchó"

"Vio jinetes de sombra en su jardín y las violetas puestas en su ventana

se volvieron mustias... como su corazón."

La segunda parte: "Vidas pasadas presen- tes" es una evocación a su niñez. Niñez de plátanos y sauces en su querida tierra natal.

Una hermosa poesía dedicada a su padre.

Recuerdos, afectos y nostalgia.

La tercera y última parte: "A mi amigo au- sente". Poesías que hablan de presencias y ausencias, en las que predominan el silencio y la nostalgia.

"Mi oído guarda largamente la nostalgia, pero para mi bien,

yo aprendí a encontrarte".

Así en "Poesía de la vida" José evoca pre- sencias y ausencias, encuentros y despedi- das, nostalgias, soledad, tristezas y alegrías, amistad y amor, como es la vida misma.

Su vida".

José Jorge Chade, el autor

"He presentado otros libros antes, pero en situaciones muy diferentes. Situaciones académicas y con gente que casi ni conocía. Hoy todo es más ameno y sin togas ni títulos, solo afectos.

¿Pensando a cuando empecé a escribir poesías? ¿En realidad, fue después que leí por primera vez Desiderata se acuerdan de Desiderata? Un manuscrito anónimo encontrado "Iglesia antigua de San Pablo, Baltimore A.C. 1692", año de construcción de la iglesia. El manuscrito se hizo famoso a partir de los años 1960. Los versos relatados en el texto son muy profundos y conmovedores. Cada uno de nosotros debería recordarlos siempre para vivir la vida al máximo. Camina plácidamente entre el ruido y la prisa...y piensa en la paz que se puede encontrar en el silencio...

Y otra parte muy acertada... acata dócilmente el paso de los años abandonando con donaire las cosas de la juventud....

En el 1966 yo tenía 12 años y leyendo Desiderata empecé a extrapolar frases y a reconvertirlas de acuerdo a mis vivencias y las de mis amigos y así las primeras cosas que escribí fueron aforismos.

Llegó la adolescencia, época en que la poesía que escribimos y nuestro presente coinciden. Una pre poesía que todavía está sujeta a nuestros caprichos y a la necesidad de decir todo. Cada poema adolescente es una declaración de principios. Pero esos principios, como cierto lenguaje demasiado actual, duran la vida útil de una mariposa, un pequeño momento de instagram" diría mi colega escritor Fabian Casas.

"Los niños nacen llenos de sueños, pero luego sólo les queda una vida para hacerlos realidad". Mi sueño, desde pequeño, siempre ha sido escribir... Aún hoy, escribir me hace sentir de nuevo como un niño. Me da una sensación de libertad que surge al recordar episodios de una existencia llena de experiencias, al relatar historias de vida y/o experiencias mías y de otros, y que me encanta compartir.

En este período y gracias a dos excelentes profesoras de Literatura de la secundaria me obsesioné con poetas del Romanticismo español tales como Becker, Larra , Espronceda... Y así poco a poco conocí a Garcia Lorca, Cernuda, Machado, Rubén Darío, etc., también leí poetas Latinoamericanos como Alfonsina Storni, Juana de Ibarbourou y Gabriela Mistral y posteriormente cuando me trasladé a Italia comencé a imbuirme con la Poesía Italiana del 900, que era también un modo de introducirme y conocer la idiosincrasia del pueblo en el que me tocaría vivir por varios años, así leí a Giovanni Pascoli, Gabriele D'Anunzio, Umberto Saba, Giuseppe Ungaretti, Quasimodo y tantos otros.

Regresar mi mente a mi juventud es también la forma que me permite tener todavía algo de tiempo para hacer realidad mis sueños la capacidad de escribir... y así se cierra el círculo.

Este pequeño librito "Poesía de la vida" reúne composiciones breves y poemas más largos. Los poemas pueden clasificarse de muchos modos. El principal es el que distingue entre poemas en verso y poemas en prosa, siendo estos últimos más cercanos en forma y apariencia a la narrativa o el ensayo. Esto, recordemos, no implica la presencia de métrica o de rima. Sobre todo porque en mis escritos cito a mis más amados poetas y utilizo también frases hechas por ellos, por eso me considero un escritor 'citacionista'.

Son poemas escritos, creo, con sensibilidad , respetando la capacidad de mirarse a uno mismo y observar con desapego y participación, la capacidad de conciliar lo trágico con la ironía y la predisposición a comprender las singularidades de los demás. Son poemas que no pretenden enseñar, sino que es resultado de una reelaboración de la realidad que no pierde la espontaneidad de la inspiración inmediata; Juego con las palabras, sin caer en un excesivo despliegue lingüístico.

Este conjunto de poemas tiene tres partes, se presenta como un viaje sublime de mis estados de ánimo y de mis recuerdos . El título mismo, "Poesías de la vida", sugiere un diálogo íntimo, uno a uno con quien las lee.

De hecho, el libro se nutre de mi experiencia personal, acompañándola de paisajes reales o imaginarios, criaturas encontradas o sólo soñadas. Lo que he escrito corresponde a un diálogo entre la voz de mis pensamientos y las palabras escritas en el papel.

Por lo tanto es mejor verlos como poemas, aforismos o como letras de canciones, que tienen un denominador común: la pasión

La pasión por el amor, la pasión por la vida, la pasión por los sueños. Cada vida se puede describir en poesía. Cada momento se puede traducir en verso.

Si hubiera guardado todas las poesías y aforismos que he escrito desde los 12 años, podría haber publicado una enciclopedia poética, pero nunca pensé en publicarlos, los escribía para mí y también para regalar a mis amigos, nunca los guardé, hasta ahora . Acá en la sala hay compañeras mías de la Universidad y tal vez recordarán que entre sus apuntes siempre encontraban pequeñas frases que les dejaba.

Los sentimientos relatados en estos poemas experimentan la unión entre la materia vivida y la contemplada. Hablan el lenguaje de los latidos del corazón, abrazan el placer, confinando la indiferencia. Acunan el sueño deleitándose con la sonrisa. Inciensan la emoción.

"Poesía de la Vida" digamos que es una pequeña antología temática en la que dejo que algunos de mis recuerdos y emociones hablen por sí mismos, desnudando mi alma sin caer jamás en el patetismo.

Depresión, desilusión, dolor, amargura, soledad, nostalgia, reflexiones sobre la vida y la muerte, resuenan en estas páginas que , pienso yo, revelan riqueza, armonía, profundidad de pensamiento.

He tratado de abordar temas como el amor, el deseo, la amistad, la muerte y la vida en general, incluso y sobre todo en sus manifestaciones más irrelevantes, y transformarlos en versos de naturalidad coloquial.

Si queremos todo se puede volver poesía, incluso ese vacío de amor que desafía cada día nuestras fragilidades cotidianas, los recuerdos agridulces que se agolpan en la mente y te recuerdan que estás solo mientras avanzas por el camino del crepúsculo. Lo que importa durante el viaje no es el destino sino la auténtica belleza de lo inacabado que hay que contar a través de la experiencia y el testimonio.

Poesía de la Vida es un poemario que busca conectar a quien las lee con sus propios sentimientos. Debemos recuperar la sensibilidad que vive escondida bajo los miedos. Los que nos impiden fluir con nuestros sentimientos. La poesía nos puede ayudar al encuentro con nuestra esencia misma

Este es mi postulado: toda literatura es autobiográfica, finalmente. Todo es poético en cuanto nos confiesa un destino, en cuanto nos permite vislumbrarlo. Jorge Luis Borges, El tamaño de mi esperanza (1960), 1994

La palabra poética puede ser revolución, libertad, la palabra puede convertirse en 'compañera inseparable' de ese viaje misterioso que es la vida. Para manejar la palabra hace falta... toda una vida: toda una vida de experiencias, emociones, acontecimientos, victorias y caídas: para cada 'momento' no basta con tener una sola palabra y para 'sentir' una emoción que hay que encontrar la palabra correcta. Como un pintor que necesita todos los colores, así los escritores, los poetas, necesitan más palabras, comerlas, saborearlas y luego combinarlas, hacerlas resonar en nosotros y hacernos escuchar".


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