Sector por sector: lo mejor y lo peor de la economía de Mendoza y el pronóstico para 2023
El Ieral presentará esta tarde su informe anual sobre la Economía de Mendoza en 2022 y las Perspectivas para 2023, en un trabajo coordinado por los economistas Gustavo Reyes y Jorge Day. Memo accedió al trabajo y aquí resume sus principales datos.
Esta tarde, el Ieral de la Fundación Mediterránea presentará su informe anual número 18 sobre la "Economía de Mendoza y sus Perspectivas (2023)". A lo largo de 214 páginas, un análisis e información de lo qué sucedió en la economía mendocina, a nivel macroeconómico y sectorial, durante 2022 como así también las proyecciones para 2023.
Fue realizado por el equipo de economistas dirigido por Gustavo Reyes y Jorge A. Day junto con las valiosas ayudas de Delia Iborra en la parte administrativa, de Dámaris Aracama en el diseño y de Martín Reyes en el soporte informático.
Una vez más, el trabajo promete debate al poner en negro sobre blanco qué sectores aportan más a la economía de Mendoza y cuáles menos.
El trabajo aporta un completo desguace comparativo entre lo que sucedió en 2022 en contraste con lo que se puede estimar como previsión para el año en curso.
De tal modo, el Ieral desmitifica a sectores considerados como "vacas sagradas" y propone con datos duros mirar hacia otros que podrían ofrecer un mejor futuro.
Alerta, además, sobre la situación del Turismo, que junto al Comercio y Servicios es uno de los principales motores económicos de Mendoza.
Los sectores que mueven los recursos son, en orden decreciente, los siguientes, según el Ieral:
Los datos que emergen del informe
La producción de bienes y servicios en Mendoza durante 2022 ascendió a los u$s 15.300 millones.
En
términos per cápita, el nivel de ingreso promedio de cada mendocino durante dicho año alcanzó
aproximadamente a u$s 7.600 (estimaciones Ieral).
Son los datos elaborados por el equipo del Ieral Mendoza que serán presentados este martes 7 de marzo en Mendoza. Abajo, un resumen ejecutivo del informe.
Durante 2022:
Macroeconomía de Mendoza
- De acuerdo a lo previsto en el Anuario 2021, la economía provincial evidenció durante 2022 una importante desaceleración en su ritmo de expansión y tuvo una performance más débil que el promedio de Argentina.
- Sólo el motor de la economía nacional resultó expansivo durante 2022, aunque en los últimos meses del año, también terminó siendo contractivo.
- La economía mundial no ayudó demasiado a la actividad económica en la provincia, Los mejores
precios promedio internacionales de las exportaciones mendocinas fueron compensados con un
menor volumen exportado. Si a esto se le adiciona la caída del tipo de cambio real, el poder
adquisitivo de las exportaciones se redujo nuevamente durante 2022.
- De acuerdo a lo previsto en el Anuario 2021, los 3 motores internos de la economía mendocina resultaron bastante débiles en 2022.
- El mercado laboral resultó levemente contractivo. A pesar de la recuperación del empleo, la caída del poder adquisitivo salario determinó una menor masa salarial y por lo tanto, este importante motor interno de la economía de Mendoza tampoco jugó a favor del nivel de actividad durante 2022.
- Altas tasas de interés y elevada incertidumbre económica fueron determinantes para que el nivel de préstamos se contrajera y resultase negativo el motor financiero de la provincia.
- En las cuentas públicas, los ingresos continuaron creciendo durante 2022 a un ritmo mayor que los gastos. Si bien esta fue una saludable política fiscal contra-cíclica, en el corto plazo, se tradujo en que el motor del sector público también resultara contractivo durante este año.
Escenario 2023:
- Se espera que el mundo continúe desacelerándose durante 2023. Entre los principales factores, se destaca la continuidad de las altas tasas de interés. Con menor expansión de los socios comerciales, precios internacionales probablemente inferiores a 2022 y un posible menor tipo de cambio real oficial a lo largo del año, se espera que este motor no ayude demasiado a la economía en 2023.
- La economía nacional probablemente también resultará contractiva durante 2023. Los determinantes son varios: un mundo complicado, una política monetaria y fiscal interna restrictiva, mala cosecha del campo y alta incertidumbre fruto del proceso inflacionario, la escasez de dólares y de las tensiones políticas derivadas de las elecciones nacionales.
- En este contexto, donde tanto la economía del mundo como la de Argentina no jugarán a favor, los motores internos de la economía de Mendoza resultarán probablemente muy débiles.
- Con niveles de inflación similares a los del 2022, el mercado laboral difícilmente pueda recuperar el
poder adquisitivo de los salarios mientras que la incertidumbre macroeconómica seguirá jugando en
contra de una fuerte recuperación de los niveles de empleo formal privado en la provincia.
- La elevada inflación y la inestabilidad cambiaria mantendrán altas las tasas de interés afectando negativamente la dinámica de los préstamos al sector privado de Mendoza y del motor financiero de la provincia.
- Históricamente durante los años electorales, el Sector Público empeora las cuentas fiscales para impulsar la economía. Si bien el gobierno ha registrado superávits en los últimos tiempos, no cuenta con demasiado margen para ser el único motor expansivo de la economía y por otro lado, no es esperable que genere un importante deterioro en las cuentas fiscales en busca del mencionado objetivo.
- De esta forma, 2023 probablemente resulte un año muy débil o contractivo en materia de actividad económica y por lo tanto, será muy difícil reducir significativamente los elevados niveles de pobreza que presenta la provincia.
Elecciones nacionales
- Desde el punto de vista exclusivamente de la economía, se analiza cuáles pueden ser los resultados de los comicios nacionales durante el 2023.
- De esta forma, se describe cómo puede llegar la economía a las elecciones de octubre bajo dos
escenarios macroeconómicos alternativos y se los compara con las condiciones que tuvo la economía
cuando ganó y perdió el oficialismo en los últimos 22 años.
Políticas para mejorar la economía de Mendoza independientemente de la macroeconomía nacional:
- El ingreso per cápita de los mendocinos se ha contraído cerca de 8 puntos porcentuales en los últimos 10 años mientras en el mundo ha aumentado más de 20 puntos.
- Si bien gran parte de esta dinámica se explica por el contexto macroeconómico de Argentina, esta grave realidad debe llevar a los mendocinos a diseñar políticas capaces de mejorar esta situación en forma independiente del escenario nacional. En el Apéndice I del informe se presentan, a modo de ejemplo, dos políticas (una de corto y otra de mediano plazo) tendientes a lograr dicho objetivo.
La economía, por sectores
Comercio (18% del PBG)
Mejor 2022. Se benefició con la recuperación de la economía en
2021 y durante la primera mitad de 2022 (se
estancó en la segunda parte). También ayudó el
rezago del dólar oficial. La recuperación ha sido
más lenta en supermercados, y mayor en bienes de
consumo durable.
Para 2023, se estima un estancamiento sectorial,
dada la misma tendencia en la actividad económica
general. A favor está el dólar oficial que
posiblemente vuelva a rezagarse como mecanismo
de corto plazo para controlar la inflación.
Turismo
Mejor 2022. Más en turismo nacional,
beneficiado con Pre-viaje (al inicio de año) y por
bajo turismo emisivo. Fue menor el incremento de
turistas extranjeros pero con más brasileros y
menos chilenos.
Para 2023, se anticipa un estancamiento o caída.
Juegan en contra un menor peso del Pre-viaje,
mayor turismo emisivo y dudas sobre la evolución
del poder de compra de los argentinos. El turismo
extranjero se beneficiará al pagar con un dólar
más caro, utilizando tarjetas.
Petróleo (11% del PBG)
Extracción: Continuó la tendencia negativa de
años anteriores, influenciada por la madurez
de los yacimientos en Cuenca Norte
(bajísimos rendimientos), el bajo precio local
del crudo y un dólar oficial rezagado.
Además, no cuenta con los altos rendimientos
de la extracción no convencional y los precios
atractivos pagados por el gas, que se dan en
Neuquén. Para 2023, no se esperan
importantes cambios en esa tendencia bajista. Industrialización (refinación): mejor en 2022,
siguiendo el mayor consumo de combustibles,
que se vio favorecido con la recuperación
económica y los precios rezagados con respecto
a la inflación general. Para 2023, surgen dudas,
ante el posible estancamiento de la economía.
Vitivinicultura (8% del PBG)
Peor 2022, al
contar con menos materia prima (cosechas).
Empeoraron las ventas al mercado externo, por
cantidad y precios (éstos perjudicados con un
dólar oficial más barato).
En cambio, en el mercado interno, mejoraron
las ventas por precios (aumentaron más que la
inflación). En cantidades aumentaron en vinos
varietales y espumosos, que compensaron la
disminución en vinos genéricos. En mostos,
también hubo caída, aun con mejores precios. Para 2023, se estima un mal año, al contar con
menos materia prima, en un contexto de stocks
vínicos no tan altos, y con la prohibición de importar
vinos. Señal de mayores costos para las bodegas.
A lo que se suma que no mejorarían las condiciones
del mercado externo (dólar oficial) ni el interno.
Resto de la industria (3% del PBG)
Un mal
2022 para la agroindustria, al contar con menos
materia prima. En cambio, mejor para la otra
industria, con más empleo formal. Ha seguido la
recuperación nacional.
Para 2023, preocupa el estancamiento
económico y la falta de insumos importados, que
probablemente podría agravarse. En
agroindustria, no disminuiría la materia prima,
pero se mantendría baja en relación a años
anteriores.
Agrícola
Peor 2022, con menores cosechas en
uvas y en frutas, no así en ajo. Aun con buenos
precios en dólares en algunas frutas, no mejoró
el poder de compra de sus productores, debido a
un dólar oficial que rindió menos. En ajo se
pagaron menores precios en Brasil.
Para 2023, se estima otro mal año,
pronosticándose una muy baja cosecha de uvas
y una similar en frutas (que fueron bajas el año
pasado). Tampoco ayudaría el mercado externo
(dólar y precios) ni el interno (estancamiento).
Construcción (3% del PBG)
Mejor 2022,
beneficiado no sólo con la recuperación
económica, sino también con el cepo cambiario
(favorece invertir en "ladrillos"). Además, hubo un
incremento en la obra pública nacional.
Para 2023, hay cierto optimismo por la obra
pública (periodo electoral), sujeto a las
restricciones financieras de los gobiernos. A nivel
privado, jugaría en contra el estancamiento
pronosticado y los riesgos de inestabilidad
cambiaria y de tasas altas de interés.
Sector financiero (3% del PBG)
2022 no ha
sido un buen año. Netos de inflación, los
préstamos al sector privado disminuyeron
fuertemente, y más que los depósitos, durante
2022.
La inflación ha jugado en contra de los depósitos,
y las leliqs han reducido parte de esa capacidad
prestable.
Para 2023 será complicado al mantenerse la
inflación y con una economía estancada.
Electricidad y gas (2% del PBG)
2022 fue un
buen año en materia de consumo energético. Se
vio favorecido por la recuperación económica y
por el rezago de las tarifas, aunque en la segunda
mitad de año, hubo un importante incremento.
Para 2023, se debe destacar dos factores: 1) el
reajuste tarifario, con dos fuerzas contrapuestas:
la necesidad de ajustar las finanzas del gobierno
nacional vs. la intención de reducir la inflación; y
2) una economía que se estanca, factor que
posiblemente, influya más sobre el consumo
energético en el presente año.