"Tomate Perita": la compañía mendocina que volvió a encender la magia del radioteatro

Marcelo Hernández es un reconocido artista con gran trayectoria nacional e internacional, fundador del grupo "Lutherieces" y dueño de una hermosa voz. Nos contó sobre esta nueva aventura que ha creado, una compañía que se propuso volver al radioteatro en Mendoza, en estos tiempos modernos.

-¿Cómo surgió la idea de hacer ahora radioteatro?

-En verdad siempre me gustó esa forma de contar y por la radio. Tuve la suerte de disfrutar de la última etapa dorada del radioteatro mendocino. Un gran referente fue Jorge Sosa con su mini teatro humorístico que tuvo impacto desde principios de los años 80. Hubo casi veinte años de estos sketches radiales. Pero admito que mi familia me hizo conocerlos y apreciarlos.

-¿De qué manera influyó tu familia?

-En mi familia y en las familias de nuestra generación X, la radio estaba muy presente a lo largo del día. Mi papá era verdaderamente fanático del radioteatro y era capaz de recitar fragmentos enteros de obras. Me contaba de muchos programas radiales con grandes figuras como Oscar Ubriaco Falcón, Leda Vidal, Tito Pagés, Servando Juárez. Por supuesto que existieron obras escritas "ad hoc" para radioteatro y quiero contarles algo peculiar al respecto.

Hubo un valenciano, don César Orquín Serra, que llegó a Mendoza en 1950 y murió aquí, en Godoy Cruz en 1988. Durante la Guerra Civil Española, fue apresado y designado como "kapo" en un campo de concentración, una función extremadamente difícil que implicaba gestionar la vida cotidiana de sus propios compatriotas en condiciones extremas. A pesar de la dureza de ese rol, Orquín se dedicó con humanidad y compromiso, logrando que la mayoría de ellos sobreviviera. Siendo políglota, desarrolló una intensa actividad cultural en Mendoza. Fue director de Radio Libertador y autor de varios radioteatros. Uno de ellos, "Setenta años de mujer", una comedia dramática en tres actos escrita bajo el seudónimo César Aldagón, fue concebido especialmente para la gran Tita Merello, quien viajó a la provincia para interpretarlo en escena. Esta obra será próximamente regrabada por nuestra compañía, como parte de un homenaje a su legado. Hace algunos años, don Orquín fue reconocido como "Ciudadano Ilustre" por la Municipalidad de Godoy Cruz. Su vida ha sido objeto de estudio y memoria: existe un libro que recorre su historia y un documental realizado en colaboración entre una universidad de Valencia y la Universidad Nacional de Cuyo, que profundiza en su trayectoria y en el impacto de su obra.

-¿Cómo era el radioteatro antes?

-En Mendoza está radio Libertador (ubicada en calle Rioja del centro) con un auditorio para quinientas personas y existe otro con cien asientos en radio Nacional (en calle Emilio Civit de Ciudad). Era en esos escenarios donde se realizaban principalmente los radioteatros. Estas representaciones y sus actores, eran llevados en gira por nuestros departamentos, lo cual resultaba interesantísimo para la población que no vivía cerca de la ciudad. Otro dato interesante es la influencia que ejerció el radioteatro en las películas más famosas de Leonardo Fabio. "Nazareno Cruz y el lobo", "Juan Moreira" fueron inspiradas luego de haberlas escuchado en la radio.

-¿Cómo empezaste a hacer radioteatro?

-Hace unos 25 años, Jorge Paccini y Rubén Stella desarrollaron un concepto llamado "radioteatro para ver", que consiste en hacer teatro dentro del teatro. Fue traído a Mendoza por Pinti Saba, ofreció talleres y yo participé en algunos. Hace 7 u 8 años la Pinti hizo un taller, yo participé en dos de ellos para ver de cerca de qué se trataba. Hicimos "El conventillo de la paloma", obra de Alberto Vacarezza de principios de siglo XX.

La práctica requirió que todos creyéramos que éramos actores de radioteatro de la década del 40. Llegamos al estudio de radio ataviados, disponíamos de uno o dos micrófonos antiguos y contábamos cada uno con el texto en la mano. Fue una vivencia extraordinaria, hicimos radioteatro como antaño y hasta contamos con una persona dentro del espacio, que se encargaba de los efectos especiales: zapatos alejándose, puertas abriéndose, cascos de un caballo, fuerte viento, el canto de los pájaros, etc. Me acompañó un gran elenco y mi participación fue el personaje de un villano. Al terminar la función salimos a encontrarnos con el público y una señora me hizo saber que no me no saludaría porque yo le había provocado mucho miedo. Me sucedió lo que antes sufrían algunos actores, la gente se reunía a la salida de la radio para intentar golpear a "los malos" de la obra. Después fui invitado para participar en "Las d'enfrente" donde tuve a cargo los efectos especiales.

-¿Luego participaste más activamente?

-Sí. En 2021, el Instituto Nacional del Teatro lanzó el proyecto "Escenas en sintonía" Nos presentamos con una obra de fines del siglo XIX, "Los desventurados" de Filippi de Novoa. El elenco estuvo conformado por Pinti Saba, Dardo Bogia, Jorge Fornés, Angelina Benito, Alejandro Conte, Aníbal Villa y yo. Ganamos el concurso nacional, y el premio incluía la grabación de la obra, una experiencia que disfruté muchísimo. En 2023 se anunció la segunda edición del certamen. Esta vez nos presentamos junto a Daniel Fermani -dramaturgo y director teatral, ya entrevistado por ustedes- y un gran elenco. Y... ¡perdimos con todo éxito! En lugar de desanimarme, decidí contactar a los elencos ganadores y ofrecerles mi voz para sus producciones. Para mi sorpresa, dos de los autores de las obras ganadoras de San Rafael me propusieron interpretar los personajes principales de sus creaciones.

Una de ellas fue "Escuadrón de Patricias" escrita por Elisa Ochoa, profesora en el sur. En ese radioteatro interpreté al General José de San Martín y también a Eugenio Soto, su fiel edecán. La otra obra fue "Una espina: un viaje a la difunta Correa" escrita por Marcos Martínez, reconocido dramaturgo y múltiple ganador del premio Vendimia de literatura. La historia narra el viaje de dos personajes -Juan José Galamba, un desaparecido de la dictadura, y Kiko Rosales, un bandido rural- desde San Rafael hasta San Juan. Tuve el honor de interpretar a Galamba y a otros dos personajes. Fue un gran desafío lograr tres voces distintas y pasar una temporada en el sur, ya que toda la grabación se realizó allí.

- ¿Cómo nació "Tomate perita"?

-La idea surgió entre Daniel Fermani, Gerardo Bürk, Federico Valdivia y yo. Decidimos crear nuestra propia compañía de radioteatro: "Tomate perita: compañía mendocina de radioteatro". Inicialmente queríamos montar la obra con la que habíamos participado en el certamen de 2023, escrita por Nilda González -también entrevistada por ustedes y madre de Daniel Fermani-. Se trata de una historia familiar basada en la bisabuela de Nilda, recién llegada a Mendoza.

Empecé a convocar gente para el elenco: Lilia Levinson, Mónica Borré, Paca Llompart, Gisela Lorca, Natacha Gabrielli, José Pittella, Ale Álvarez y Laura Segretti. Gracias a Mónica Borré me enteré de que Leonardo Oliva, docente de la Facultad de Ciencias Políticas de la UNC, había escrito un libro sobre la historia de la radio en Mendoza. Lo conocí, me regaló su obra y me comentó que se estaba organizando un evento para conmemorar los 100 años de la primera transmisión radial en nuestra provincia.

-¿Cuál fue su primera actuación?

-Leonardo Oliva nos convocó para escribir un radioteatro sobre la vida de Eduardo Bradley, pionero de la primera transmisión radial en Mendoza, realizada en 1924. Junto a Alejandra Adi desarrollamos esta obra como homenaje al centenario de aquel acontecimiento histórico. Además de su faceta como comunicador, decidimos destacar otro episodio extraordinario de su vida: la hazaña de cruzar la cordillera de los Andes en globo aerostático, por primera vez en la historia. Bradley realizó esta travesía junto al militar Ángel María Zuloaga. En el relato aparecen figuras emblemáticas de la época, como Jorge Newbery y su hermano, y dramatizamos fragmentos del cruce en globo, recreando el espíritu aventurero de ese momento. Más adelante, en el mismo radioteatro, abordé la historia de cómo Bradley llevó a cabo aquella primera transmisión radial en nuestra provincia.

Durante el evento conmemorativo, realizado el 17 de marzo de 2024 en los portones del Parque General San Martín, se descubrió una placa en honor a Bradley. Como parte de la celebración, junto a Daniel Fermani, Daniel Pando, Gisela Lorca y yo, presentamos en vivo un radioteatro basado en un fragmento de "El conventillo de la Paloma" de Alberto Vaccarezza. Es realmente notable el magnetismo que genera el radioteatro en vivo: la gente se conecta, se emociona, y revive una forma de arte que sigue teniendo una fuerza única.

-¿Qué sucedió luego?

-Mientras tanto, ya con el elenco conformado, se me ocurrió adaptar como radioteatro la emblemática obra "Esperando la carroza" de Jacobo Langsner. Esta pieza, ampliamente reconocida por su versión teatral, televisiva y cinematográfica, conserva una vigencia sorprendente. Al revisitar la película, identifiqué un tema profundo y actual: el "síndrome del cuidador", una condición que afecta a quienes se encargan de cuidar a personas enfermas o con discapacidad.

Con el radioteatro ya listo, compartí esta reflexión con el elenco y descubrimos que muchos de sus integrantes habían vivido esa experiencia de cerca. Esto nos motivó a convocar al psicólogo Paul Fermani para una entrevista sobre esta dolencia tan común como poco visibilizada. A partir de allí, decidimos transformar el formato de nuestras producciones en "podcasts", con el objetivo de enriquecer la propuesta artística: no solo presentar la obra, sino también incorporar contenidos complementarios que dialoguen con ella. Todos nuestros radioteatros están disponibles en YouTube, en el canal Tomate Perita Radioteatro.

- ¿Proyectos futuros?

-Tenemos en carpeta tres nuevas obras. El principal desafío es coordinar los tiempos y espacios entre tantas personas involucradas. Aun así, seguimos adelante con entusiasmo, manteniendo viva la propuesta de "Tomate Perita". Continuaremos produciendo radioteatro e invitando a nuevos actores a sumarse, ya que nuestros elencos son siempre rotativos, lo que enriquece cada puesta con nuevas voces y miradas.