Las razones para priorizar la deuda y la pospandemia en medio de la cuarentena

Es poco lo que se puede hacer desde la provincia, pero lo que suceda en la Nación repercutirá de manera directa en la realidad de Mendoza. La pandemia mezclada con la negociación, una mala receta que preocupa.

Las noticias que llegan sobre la deuda hasta el momento no son buenas y los bonistas más importantes siguen rechazando la propuesta de la Argentina. Lo que más preocupa es que el mismo ministro Martín Guzmán no descarta la posibilidad de que el país vuelva a caer en default, un escenario en el que nadie quiere estar y que sería muy complicado para las provincias en medio de la crisis económica que está provocando la pandemia de coronavirus.

Pero qué impacto puede tener en la realidad mendocina un eventual default de la Argentina. Memo consultó a los economistas Pablo Salvador y José Vargas para entender qué panorama podría darse ante esa posibilidad que, esperemos, no se llegue a concretar.

Además, explicaron por qué otras economías de la región tienen más herramientas para poder reactivarse después de la pandemia de coronavirus frente a la compleja situación que deberá enfrentar la Argentina.

Los puntos claves, según los expertos:

José Vargas

-En Mendoza el default terminaría por destruir financieramente a la provincia. En los últimos días la provincia ha sido calificada hacia abajo porque tiene las cuentas públicas demasiado comprometidas, no tiene financiamiento que no sea de ATN y el nivel de gastos que no se acomoda hacia abajo.

-Por ahora no lo veo tan cercano (al default), estas contraofertas acercan posiciones. A nadie le termina de convenir que Argentina rompa. Todavía hay tiempo para seguir negociando.

-A una provincia como Mendoza un default lo mandaría a la lona. Pero la Argentina, entre o no en default, después de la pandemia va a quedar con una situación muy delicada.

Pablo Salvador

-Sería desastroso para todos y las empresas, los gobiernos provinciales, los municipios y los ciudadanos de a pie.

-Significa que tarde o temprano va a tener que pagar como había prometido. Nadie te va a prestar o lo harán a tasas usureras, como ocurrió con China o Venezuela con tasas del 14% o 15% anual en dólares.

-Lo que pasaría es que el Gobierno tendría que empezar a emitir para tratar de sostener a los gobiernos provinciales, a los municipios y el sector privado. Eso provocaría una aceleración de la inflación y una posible hiperinflación, si el Banco Central no maneja bien la liquidez en el mercado.

-No podés salir a pedir créditos internacionales. Ni la Nación, ni la provincia ni las empresas. Tiene consecuencias desastrosas para la economía y se genera desempleo y pobreza, como en el 2001, cuando llegaron al 20% y 50%, respectivamente.

¿Por qué a los vecinos les va a resultar más fácil salir de la crisis?

Claramente el momento en que llegó la pandemia no era el mejor para la Argentina, lo que hará que el trabajo para salir de la crisis que generó el covid-19 sea más complejo y que esté, además, atado a lo que suceda con la renegociación de la deuda. ¿Pero qué estaban haciendo mejor otras economías antes del golpe de la pandemia que hoy tienen más oportunidades?

Vargas

-Por ejemplo, Chile y Perú generan en época de bonanza lo que se conoce como fondos anticíclicos, principalmente con la exportación de sus commodities. Eso lo utilizan en épocas como estas.

-Por otro lado, los países más estables están preparando planes a 60 o 90 días. Chile sabe, por estudios propios, que en 60 días podría recuperar el 80% del nivel económico antes de la pandemia.

-Perú logró financiamiento a 2% o 3%. Argentina no lo lograría y si lo hiciera sería a muy altas tasas.

Salvador

-A la Argentina le va a costar recuperarse, los otros países pueden pedir créditos, están colocando bonos, pueden emitir y tienen una macro ordenada. Países con inflación del 4% máximo.

-No hay otra forma de hacer frente a esta crisis que emitir dinero. Los otros países están haciendo lo mismo, pero no tienen déficit fiscal crónico como tenemos nosotros y en Perú quieren el sol, en Brasil al real. en Estados Unidos los dólares, pero nosotros no queremos pesos. Eso va a terminar indefectible esa emisión de más en precios.



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