Las fobias de la pospandemia: "¡No quiero un solo Zoom más!"

Muchas de las cosas que en abril pronosticábamos como una aceleración rumbo al futuro, ya nos cansaron y queremos viajar hacia el pasado. Algunas fobias que nacerán y unos desafíos por delante.

Cayetana Marqués

Apenas empezó la pandemia, con cuarentena total incluida, iniciamos análisis diversos en torno a lo que quedaría para después, ese período cuyo inicio aun no se identifica del todo (si es que no empezó) y que es la pospandemia o post pandemia, como guste escribirlo, da igual. 

Pero en realidad todos los que se lanzaron parecían ser más parte de una apuesta de pronósticos o predicciones, más que cálculos reales, ante la falta de elementos al alcance de la mano para tener una idea cabal de lo que vendría.

Una de esas nuevas actividades que tuvieron una explosión inusitada fueron los encuentros por Zoom y otros nombres de plataformas de videoencuentros. Todo parecía ultra tecnológico y divertía: cumpleaños, reuniones, conferencias, congresos, casamientos, comunicaciones entre parientes y muchísimo más. Pero hay indicios de hartazgo y hasta de exceso: ¿Se sobrevaloró la hipercomunicación a distancia? ¿Lo usamos de más y nos cansamos de golpe? ¿Realmente perdurará como algo central o quedará como una herramienta útil y conocida por más gente que antes de la pandemia?

Así es que en pleno abril, Memo publicó una meganota con muchos puntos de vista sobre el "futuro" que, hay que decirlo, pensábamos que sería más o menos hoy, pero que se ve postergado constantemente En Argentina, además, se prorroga con mensaje presidencial de por medio cada 15 días. 

"Qué hábitos adquiridos durante la cuarentena se volverán parte de nuestra vida: los pronósticos de 68 referentes" fue la nota en la que referentes de muy variadas áreas de la vida dejaron su testimonio (y vale la pena echarle un repaso haciendo clic en el título de aquel artículo).

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Pero además de hábitos, nuevas costumbres y lecciones aprendidas, muchos volverán a hacer lo de siempre, antes de conocerse la existencia del nuevo coronavirus covid-19.

Basta con hacer una recorrida por las calles de Mendoza en estos días de flexibilización para darse cuenta de que ni la distancia social ni las precauciones extremas vinculadas a la higienización van a quedar como mandato.

Pero sí los psicólogos avisan de la llegada de fobias, más allá del Zoom:

- Fobia al contagio. Este miedo se produce debido a la situación de peligro e incertidumbre que hemos vivido.

- Fobia a la enfermedad. Cuando de forma habitual consultamos internet o vamos mucho a urgencias por síntomas aparentemente físicos, hará que nos genere cierta ansiedad y que aumente nuestra preocupación por la salud.

- Agorafobia. Es temor a lugares públicos, a aglomeraciones. Esto lleva a la persona a no salir mucho de su casa ya que tiene miedo a que suceda algo.

- Fobia social. Debido a las restricciones en el contacto social, puede hacer que algunas personas tengan miedo a retomarlo y tarden en socializar.

Que todos seremos (ya lo somos) un poco más pobres, es seguro. El golpe a la economía y retraso en la posibilidad de ascenso social ya es suficiente motivo para una depresión personal con la que habrá que lidiar.

Pero además, la pospandemia nos deja el desafío de que la generación que viene no se frustre. Eso sí probablemente nos empuje a dejar de lado las mañas heredadas por el miedo y el encierro, para darle fuerzas a nuestros herederos. 


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