El corazón no es traidor

Los usos y significados de la palabra "corazón", en una nueva columna de la Prof. Nené Ramallo.

Profesora Consulta por la Universidad Nacional de Cuyo

Resulta muy difícil a quien trata de comprender un texto saber, en estas oraciones, cuál es la acepción que le corresponde a 'corazón': "Carece de corazón para lograrlo". "Tiene buen corazón". "Metió el corazón en un puño". "Viví un tiempo en el corazón de Córdoba". "Le habló con el corazón en la mano". "Te recuerdo que el corazón no es traidor". "A los abuelos no les cabía el corazón en el pecho".

En todos estos casos, es diferente el valor significativo del vocablo 'corazón'; si se trata de averiguar qué se ha querido expresar en cada caso, ya que los contextos son distintos, el único camino es el uso del diccionario. Recordamos que la primera definición de 'contexto' es "entorno lingüístico del que depende el sentido de una palabra, frase o fragmento determinados". Hoy, en general, el diccionario es el gran ausente, tanto en el aula como en los hogares; pero, para suplir esa ausencia, debemos enseñar a los usuarios, sean jóvenes o adultos, a acceder, en la página académica, a esta herramienta imprescindible. Para ello, lo haremos desde cualquier dispositivo electrónico.

De este modo, para el primer ejemplo planteado, averiguaremos que 'corazón' es equivalente a "ánimo, valor", según la tercera acepción. Lo verificamos cambiando 'corazón' por 'valor' y comprobamos la coherencia con el contexto.
Hago lo mismo con la oración "Tiene buen corazón" y, esta vez, encontramos que, por el contexto, la acepción conveniente es "sentimientos".

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Al decir ‘metió el corazón en un puño', vemos que es igual a afirmar que el estado de la persona es de angustia, aflicción o depresión; este valor del término en cuestión no tiene nada que ver con el que toma en el ejemplo siguiente, cuando al decir 'corazón de Córdoba' estamos aludiendo al centro de la ciudad.

Cuando una persona, como en la oración propuesta, habla 'con el corazón en la mano', estaremos usando una locución adverbial que tiene el sentido de "con toda franqueza y sinceridad".

El artículo de hoy se titula "El corazón no es traidor": esta expresión connota el presentimiento que se suele tener de los sucesos futuros y posee el valor de una máxima, obtenida a partir de la experiencia.

El último ejemplo planteado incluye la expresión ‘no caber el corazón en el pecho': esta locución verbal puede indicar que alguien está muy sobresaltado e inquieto por algún motivo, ya de ira, ya de pesar, pero, también, que es magnánimo o se encuentra orgulloso, como parece señalar nuestra oración.
Solamente un buen diccionario nos da el valor de cada una de las acepciones planteadas en las diferentes locuciones. Existen otras, que también merecen ser analizadas: "Atravesar el corazón" señala, como locución verbal, que alguien es movido a lástima pues está penetrado de dolor.

Si a una persona se le ‘clava algo en el corazón' significará que le causa gran sufrimiento o aflicción. Y cuando alguien ‘declara su corazón', se está señalando que manifiesta sus intenciones o da a conocer el dolor o afán que padece.

Dos locuciones opuestas dan a entender estados de ánimo también enfrentados: ‘encogérsele el corazón' evidencia que una persona se acobarda, en tanto que la inversa, ‘ensanchar el corazón' demuestra que se dilata el ánimo, esto es, que se siente consuelo o desahogo en las aflicciones por medio de la esperanza o la conformidad.

Cuando alguien se queda atónito o en suspenso, a causa de una mala noticia, se usa la locuciónhelársele el corazón': "Cuando me enteré de la triste nueva, se me heló el corazón".

Existen dos locuciones verbales hoy en desuso: la primera es ‘haber a corazón', que sirve para anunciar el propósito o firme resolución de ejecutar algo; la segunda, ‘herir el corazón sin romper el jubón' indica que se ofende a alguien, con astucia y disimulo. En este último caso, se aprecia la idea de una ofensa cuidadosa porque el jubón era una vestidura ceñida y ajustada al cuerpo, por lo que resulta muy difícil infligir una herida en el corazón sin provocar la rotura de la prenda.

Concluimos con tres locuciones positivas: Ser todo corazón' significa ser muy generoso y benevolente. ‘Tener el corazón bien puesto' es sinónimo de tener ánimo y resolución. Y, la más hermosa, ‘metérsele alguien en el corazón a otra persona' indica, coloquialmente, que le manifiesta con alguna ponderación su cariño y amor: "Desde el primer día, supe que se metería en mi corazón para toda la vida".



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