La locura no siempre es mala

El uso de términos derivados de "locura" en los diálogos cotidianos. Otra excepciónal columna de la profesora Nené Ramallo.

Profesora Consulta por la Universidad Nacional de Cuyo

La tarde de otoño y la música de la "Balada para un loco" llenan mi alma de la nostalgia de los años jóvenes y, mientras mis dedos tamborilean rítmicamente, nerviosos, al evocar la ausencia del ser amado, reparo en el sentido de la letra: "Quereme así, piantao, piantao, piantao /trepate a esta ternura de locos que hay en mí, / ponete esta peluca de alondras y ¡volá!/... La mágica locura total de revivir / ¡Vení, volá, vení..."; me pregunto, entonces, el valor del adjetivo 'loco'.

En general, al usar el término ‘loco' lo asociamos a realidades negativas o desagradables. Así sucede con la primera acepción del vocablo, que se define como "que ha perdido la razón": "Con los años, hay momentos en que parece loco". Presenta muchos sinónimos, de los cuales se nos presenta como ilustrativo, por su etimología latina, 'demente'. En efecto, su definición, "que se sale de la mente", se forma a partir de sus componentes, el prefijo 'de-', que indica alejamiento, privación, y el sustantivo "mens, mentis", equivalente a "mente, razón".

La segunda acepción es de contenido menos severo: "De poco juicio, disparatado e imprudente": "No lleve a ese cabo ese proyecto, es tal vez loco". Por eso, en este valor, se acerca a "irreflexivo, imprudente".

En referencia a cualquier aparato o dispositivo, se lo califica de 'loco' cuando funciona sin control: "Ese tensiómetro no es de fiar, se ha vuelto loco y marca cualquier cosa".

A veces, en cambio, 'loco, loca' puede señalar algo positivo, porque supera lo esperable o lo presumible: "Hoy tuve una suerte loca para conseguir turno". Valor similar se atribuye a las ramas de los árboles, cuando son pujantes y viciosas: "Tendré que pedir que nos poden estas locas ramas de las moreras".

Coloquialmente, en referencia a las emociones y sentimientos, 'loco, loca' puede indicar que una persona está muy entusiasmada o contenta: "Estaba loco de alegría por la beca obtenida". Asimismo, puede señalar la intensidad de un amor o la afición por alguien o algo: "Debo reconocer que estuve loca de amor por él" y "Se vuelve loca por ese tipo de música".

En cuanto a su uso en la esfera física o mecánica, se le llama 'loco' a un dispositivo cuando gira libremente sobre su eje: "Fue imposible activar la multiprocesadora porque algo -ignoro qué- se volvió loco y no funciona".En algunas comunidades hispanoamericanas, los jóvenes se llaman uno a otro usando, para abrir el canal de comunicación, el adjetivo 'loco': "¡Eh, loco!, ¿qué hacés por acá?".

También, en Argentina y Uruguay, en forma coloquial y eufemística, se designa como 'locas' a las prostitutas: "Es el área de trabajo de locas".

Existen locuciones que se forman con este concepto: 'a lo loco' equivale a "con inconsciencia, sin reflexión": "Se va a enfermar porque está trabajando a lo loco, sin horarios ni medida". Similar aplicación tienen las locuciones 'a locas' y 'a tontas y a locas', que significan "sin orden ni concierto, de modo irreflexivo": "No lo tome en cuenta, ha procedido a tontas y a locas"

'Cada loco con su tema' es una locución que señala que alguien está obsesionado con algo o que insiste sobre ello. Al respecto, el Refranero multilingüe nos dice: "Cada uno siente apego por una cosa aunque no siempre de manera racional, lo que puede convertirse en una obsesión o una manía. Denota que cada persona tiene sus propias preferencias, sus propias manías, su manera de 'ser loco' para quien no comparta sus aficiones o aspiraciones; así: "Ella con el baile, él con esa actividad nueva, cada loco con su tema".

Una desubicación total en su proceder hace que digamos de una persona que está 'loca de atar'; pero si la tildamos de 'loca perenne', habremos querido significar que en ningún tiempo está en sus cabales o que permanentemente se encuentra de chanza.

Para reforzar una negativa o un rechazo, se usa la locución 'ni loco/a': "No vuelvo a ese lugar ni loca".

También, con el sustantivo ‘locura', existen locuciones: ‘con locura', con valor adverbial, significa "extremadamente"; lo vemos en "Amaba con locura pintar paisajes". En cambio, ‘de locura' es una locución con valor adjetivo, cuyo significado es "extraordinario, fuera de lo común": "En esa feria, los precios son de locura".

Algunos sinónimos no tan usados en Mendoza, pero consignados por el diccionario académico son 'mentecato, menso, dundeco, noneco, turro'. De 'mentecato' (capturado en su mente) vemos que se dice "falto de juicio, privado de razón"; de 'menso', que es "tonto, carente de entendimiento"; de 'dundeco' también se reiteran estos conceptos, con la indicación de ser usado en Nicaragua, El Salvador y Honduras. Otro tanto sucede con 'noneco'. En cambio, 'turro/turra' sí son usados coloquialmente en nuestro país y en Uruguay, para aplicarse a personas tontas o faltas de entendimiento.

En cuanto a 'piantao' es un término del lunfardo, con la "d" del participio elidida; proviene de 'piantar' ("soltar") y significa "enajenado, loco, demente, que tiene perturbada la razón": "Quereme así piantao, piantao, piantao, trepate a esta ternura de locos que hay en mí".

Cerramos con la afirmación contenida en el refrán "De músico, poeta y loco, todos tenemos un poco". Una vez más, recurrimos a la explicación que, al respecto, nos da en su refranero el Centro Virtual Cervantes: "Nadie actúa siempre racionalmente, puesto que en su conducta a veces irrumpen sin control las fuerzas típicamente ilógicas del arte (música), el amor (poesía) o la locura".

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