El plan que sugiere el Nobel de Economía y mentor del ministro Guzmán

Joseph Stiglitz afirma que muchos planes de acción contra la crisis del covid-19 generan más perjuicios que beneficios. "Los programas de estímulo mal diseñados no solo son ineficaces, sino que pueden ser peligrosos", afirman en un documento elaborado junto a Hamid Rashid.

El premio Nobel de Economía, Joseph Stiglitz (cercano a Martín Guzmán), y el jefe de la Unidad de Monitoreo Económico Global de Naciones Unidas, Hamid Rashid publicaron una columna titulada "Un estímulo económico que funcione" en Project Syndicate y en ella aseguran que algunas medidas tomadas por los gobiernos durante la pandemia pueden generar más perjuicios que beneficios.

En el texto destacan una serie de cuestiones, como el rol del Estado, el que curiosamente es bastante similar al que cumple en la actualidad la Argentina durante el proceso de emergencia sanitaria.

Señalan que es el único que puede romper el círculo vicioso que puede generar el exceso de liquidez y debe ayudar a las empresas a pagar sueldos y enfrentar costos en proporción a los ingresos perdidos, con la condición de que no despidan trabajadores, es una de las sugerencias de los expertos, que recuerdan que se ha implementado con éxito en varios países   

Revisá las principales definiciones de los especialistas, según Diario Financiero:

-La respuesta fiscal y monetaria combinada ya alcanzó el 10% del Producto Interno Bruto (PIB) global, "es posible que estas medidas no estimulen el consumo y la inversión tanto como esperan las autoridades". 

-"Los programas de estímulo mal diseñados no solo son ineficaces, sino que pueden ser peligrosos". 

-"Políticas erradas pueden aumentar la desigualdad, sembrar la inestabilidad y debilitar el apoyo político a los gobiernos justo cuando se lo necesita para evitar que la economía caiga en una recesión prolongada".

-"Felizmente hay alternativas, pero todavía no es seguro que los gobiernos las adopten". 

-"La implementación de las medidas de estímulo actuales para contener las consecuencias económicas de la pandemia se ejecutaron con comprensible prisa, casi con pánico".

-La estrategia no fue "selectiva ni precisa", "se necesita una evaluación más cuidadosa de todos estos programas, con la mirada puesta en el largo plazo". 

-En períodos de gran incertidumbre, dicen, "es común que haya un aumento del ahorro precautorio, ya que particulares y empresas se aferran al efectivo por temor a lo que vendrá". 

-"La angustia por el futuro y la reducción general de las oportunidades de gasto hacen probable que buena parte del dinero entregado a familias y empresas termine ocioso depositado en cuentas bancarias, y que los bancos no puedan otorgar nuevos préstamos con el excedente de liquidez por falta de destinatarios solventes dispuestos a endeudarse".  

-"Hay buenos motivos para temer que el exceso de efectivo en los bancos se canalice a la especulación financiera". 

-"Las bolsas ya exhiben grandes oscilaciones diarias; esta volatilidad puede, a su vez, perpetuar el clima de incertidumbre".

-"Medidas de estímulo bien diseñadas pueden ayudar cuando el covid-19 esté bajo control. Pero mientras la pandemia siga haciendo estragos, no puede haber regreso a la normalidad".

-"Por ahora la clave está en reducir el riesgo y aumentar los incentivos al gasto".

-"Los gobiernos deben hacerse cargo de los riesgos actuales, ofreciendo a las empresas compensación en caso de que transcurrido cierto lapso la economía todavía no se haya recuperado".

-"La fecha de caducidad los convierte en poderosos estimulantes del consumo y de la demanda agregada en el corto plazo, cuando más necesarios son".

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