Comunión líquida
Marcela Muñoz Paz vuelve a poner en su justo valor al agua, y lo hace en esta columna con la ayuda de una niña de 13 años, adulta en su conciencia de cuidado del recurso vital. Y le aporta un poema de su creación como cierre de una reflexión perfecta.
"No derrochemos lo que otro necesita". (Mercedes Silva, del libro El Agua de la Paz)
La actitud de conciencia sobre el cuidado del agua potable abraza la actitud cultural que adoptamos frente a este recurso. Las nuevas generaciones, como escribió Mercedes, cuando tenía apenas 13 años en esa simple y grandiosa frase, hace que despierte en mí nuevamente ese cordón umbilical mendocino del que hablamos el otro domingo; el agua, el agua que nos da la vida. Agua, esperanza y recompensa de los mendocinos, agradeciendo diariamente que gran parte de la población tenga acceso a este recurso tan valioso mejorando la calidad de vida de nuestros hijos, nietos, bisnietos, disminuyendo la mortalidad, aumentando la productividad, profundizamos radicalmente la cultura el agua potable durante siempre queridos lectores.
Un simple y sencillo disparador al corazón de una sociedad que siga construyendo y profundizando la concientización sobre el uso racional del agua. Agua que has hecho próspera a Mendoza siendo imprescindible apostar a una comunión de técnica, arte y ciencia para atravesar la conciencia ambiental con sabiduría y paz, que el agua no genere guerras como ha generado históricamente, sino paz, porque tristemente podemos decir que "gota a gota derrochada el agua se agota", y si yo cuido lo que soy cuido al otro, al vecino, a mi barrio, a mi ciudad como un perfecto efecto dominó.
Los niños y jóvenes son siempre la esperanza en cualquier nación, para aquellas que apuestan a un mundo más equitativo en cuanto a este bien líquido, ellos pueden escribir, pintar, cantar naturalmente jugando, creando conciencia desde su inocencia y su mayúscula visión de futuro. He tenido la experiencia de coordinar dos certámenes internacionales de letras y pintura sobre el cuidado del agua potable para niños y jóvenes donde concluyó en un libro "El agua de la Paz" y la "vida" que transmitieron en sus obras, comprendiendo cabalmente las consignas y lo que querían transmitir dando lecciones en poesía, cuento, ensayo y pintura de cómo, para qué y por qué hay que cuidar el recurso, que ni yo puedo lograr en esta nota!
Agua Dulce
La autora de esta nota.
Vos sos como
las flores de los álamos que aparecen antes que las hojas
redondas como la tierra
o blanca como Mendoza.
Vos sos,
el agua fresquita
la que va por las acequias,
donde los Huarpes dejaron sus huellas.
Vos sos,
mi agua dulce
mi oro preferido
tan de Oriente como de Occidente,
con tantas alegrías como con tantas penas
(del libro Vino el agua, de Marcela Muñoz Pan)