El peligro de vivir en la burbuja de la política

En dos meses se habló muy poco y todo se centró en una interna que poco le importa a los actores que se verán perjudicados por una decisión. La política se encerró en una burbuja y se olvidó de lo que sucede en un país con una compleja crisis.

Diálogo. Eso faltó. Y cuando eso falta es altamente probable que se tomen malas decisiones. Desde que el Poder Ejecutivo de Mendoza presentó el proyecto de Presupuesto 2020 fueron muy pocas -si es que realmente las hubo- las ocasiones en el que oficialismo y la oposición se sentaron a la mesa para discutir y negociar el texto de la "ley de leyes" y, especialmente, los artículos referidos al endeudamiento y el roll over.

El Partido Justicialista se plantó en una postura rígida. Nunca estuvo dispuesto a discutir y se enfocó más en evitar un quiebre interno, en mantener en línea a todo el partido, y no en discutir lo que estaba en el proyecto. Empleados y legisladores con muchos años de experiencia coincidieron en que se trató de uno de los proyectos menos discutidos y charlados.

Con esto no quiero decir que el PJ tenía que aprobar el proyecto del Ejecutivo tal cual lo pedían, pero si hay que cuestionar que nunca se sentaron a una mesa a discutir montos, proyectos, plazos y opciones. La única respuesta fue un despacho con limitaciones y condiciones para el Ejecutivo. En el fondo, le decían cómo gobernar a la persona que les ganó las elecciones.

El peronismo planteaba la prohibición de tomar deuda en dólares, sabiendo que la deuda en pesos es imposible de conseguir y muchos menos con las condiciones que ofrecen créditos como los del BID. Es simple, en el mundo real si querés financiarte lo haces en dólares. Recordé cuando los antimineros dicen que la Ley 7722 no prohibe la minería, sino que prohibe el uso de sustancias. ¿Y cómo se iba a hacer minería sin sustancias químicas? En el fondo, prohíben la actividad productiva.

Hoy es el PJ, pero no es algo exclusivo del peronismo, porque cuando los partidos se encierran en su burbuja y ponen por delante los intereses de su color político inevitablemente se olvidan de los intereses del Estado y, por ende, de la población.

Una de las grandes razones que tienen a la Argentina en un circulo vicioso de crisis es la constante priorización de los colores políticos por encima de lo que se debe cuidar, el Estado. No se toman las decisiones adecuadas, sino las que aseguren el caudal necesario para los procesos electorales.

Sin ir más lejos, en Chile una de las razones que generó el estallido social fue el cansancio de la sociedad con la clase política que no estaba en sintonía con lo que vivía el pueblo. Ahora, a punta de protestas obligaron a los encargados de dirigir el Estado a poner en su agenda las preocupaciones reales de la gente y olvidarse de sus discusiones político-partidarias.

Acá, la preocupación de la gente no es si el justicialismo lo dirige el kichnerismo o los intendentes locales. La población quiere saber cómo se va a generar empleo, cómo se va a evitar que el Estado deje de pagar salarios (como ocurrió en otro gobierno) y cómo se van a generar los recursos para realizar obras que mejoren la calidad de vida.

Como le corresponde, el Ejecutivo planteó tomar deuda y roll over para poder cumplir con todos los requerimientos y demandas de la población. El PJ, por su parte, debería haberse sentado a la mesa con el oficialismo y allí decir que no querían deudas en dólares, pero al mismo tiempo ofrecer opciones reales, comenzando así un debate que seguramente no iba a terminar en una solución perfecta, pero que iba a ser mejor que nada, porque lo que salió de la Casa de las Leyes es nada y a lo único que lleva es a analizar en qué sector se aplicarán los ajustes.

Pero como los políticos son personas con suerte, aún no está todo dicho y tienen la oportunidad de -por lo menos- sentarse a debatir de manera seria las opciones reales que existen para que la Provincia tenga mejores opciones que las que tiene hoy sin la deuda y el roll over. 

Insisto, no se trata de decirle sí a todo lo que se pide, se trata de discutir pensando en el ciudadano y no en ponerle palos en la rueda a una gestión o priorizando la unidad del partido a costa de lo que se necesita hacer en el marco de una crisis importante a nivel nacional y a una inflación que no dará tregua.

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