¿Qué implica eliminar la figura de femicidio del Código Penal en Argentina?

En medio de una fuerte puja ideológica, el gobierno argentino liderado por Javier Milei ha anunciado su intención de eliminar la figura de femicidio del Código Penal, amparándose en un principio de "igualdad ante la ley". Está decisión, que forma parte de un paquete legislativo más amplio denominado Igualdad ante la Ley, ha generado un intenso debate en torno a los derechos humanos, la violencia de género y las políticas públicas.

Eduardo Muñoz
Criminólogo y Criminalista. Especialista en Criminología Aplicada a la Seguridad. Consultor en Seguridad Integral y Riesgos. Analista Criminal @educriminologo

En este artículo, analizamos desde una perspectiva criminológica y de género las implicancias de esta propuesta y sus posibles consecuencias. 

El femicidio: una herramienta legal imprescindible.

El femicidio, definido como el asesinato de una mujer por razones de género, fue incorporado al Código Penal argentino en 2012 como un agravante del homicidio. Su inclusión respondió a la necesidad de visibilizar y combatir una forma específica de violencia estructural contra las mujeres, que históricamente ha sido invisibilizada y normalizada. Este tipo penal no solo busca sancionar de manera proporcional estos crímenes atroces, sino también reconocer el contexto de desigualdad y discriminación que enfrentan las mujeres en la sociedad. 

Según datos recientes, en Argentina se registra un femicidio cada 29 horas, una cifra alarmante que demuestra la persistencia de esta problemática. Precisamente, este fenómeno y sus complejidades han sido el eje de estudio en mi próximo libro, "El género de la muerte", escrito junto con la criminóloga española Carolina Torres. Próximamente publicado en España y Latinoamérica, esta obra analiza de manera profunda las causas, implicancias y abordajes de los femicidios en diversos contextos sociales, ofreciendo una perspectiva crítica que resulta imprescindible para comprender este tipo de violencia.

 Eliminación del femicidio: ¿un retroceso en la lucha contra la violencia de género? 

Desde una perspectiva criminológica, la eliminación de la figura de femicidio podría tener graves consecuencias. En primer lugar, debilitaría los avances logrados en la visibilización de la violencia de género como un fenómeno sistémico. 

Tipificar el femicidio no solo implica un reconocimiento legal, sino también simbólico: se trata de afirmar que estos crímenes no son simples homicidios, sino la expresión más extrema de una violencia basada en el género. Además, esta decisión podría enviar un mensaje ambiguo a la sociedad, deslegitimando las políticas públicas orientadas a prevenir y sancionar la violencia de género. Sin un marco legal específico, los crímenes por razones de género podrían perder su carácter distintivo, dificultando el registro y análisis estadístico necesario para diseñar estrategias efectivas de prevención. 

Perspectiva crítica: el impacto social y político 

La propuesta del gobierno se enmarca en una narrativa que rechaza lo que denominan "discriminación positiva". Sin embargo, es crucial entender que estas políticas diferenciales no son privilegios, sino medidas correctivas diseñadas para cerrar brechas históricas de desigualdad. En este sentido, eliminar el femicidio del Código Penal no iguala derechos, sino que ignora las desigualdades estructurales que lo justifican. Desde una óptica política, esta medida también puede interpretarse como un intento de capitalizar ciertos discursos anti-feministas en la arena electoral. 

No obstante, esta estrategia podría tener un efecto boomerang, generando una fuerte resistencia de los movimientos sociales y organismos internacionales comprometidos con los derechos de las mujeres. 

Datos que no se pueden ignorar 

• En 2024, se registraron 255 femicidios en Argentina, lo que equivale a un crimen de este tipo cada 29 horas. 

• Más del 70% de los femicidios son cometidos por parejas o exparejas de las víctimas. 

• Las leyes como la 26.791 han sido fundamentales para garantizar condenas ejemplares en casos emblemáticos de violencia de género. Estos números no solo reflejan la magnitud del problema, sino que también subrayan la necesidad de políticas públicas que reconozcan la especificidad de la violencia de género.

Llamado a la reflexión: ¿a qué costo se busca la "igualdad"? 

La eliminación del femicidio del Código Penal plantea una pregunta fundamental: ¿es posible hablar de igualdad sin abordar las desigualdades estructurales que enfrentan las mujeres? Equiparar sin reconocer las diferencias es, en esencia, perpetuar la injusticia. El gobierno argentino tiene la oportunidad de abrir un debate serio y fundamentado sobre esta propuesta, escuchando a expertos, organizaciones de derechos humanos y a la ciudadanía. Más que nunca, es vital recordar que las leyes no solo sancionan delitos, sino que también reflejan los valores y prioridades de una sociedad. 

En un contexto donde la lucha contra la violencia de género sigue siendo una deuda pendiente, resulta imprescindible reflexionar sobre las consecuencias de borrar herramientas legales clave. Como abordamos en El género de la muerte, este tipo de reformas no solo comprometen la justicia para las víctimas, sino también el avance de toda una sociedad hacia la equidad y el respeto por los derechos humanos. 

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