Guzmán, de gurú a enemigo, en dos semanas
Apenas hace dos semanas el ministro estuvo en Mendoza y lo consideraban un aporte a la campaña. Hoy su trabajo fue criticado por los principales candidatos del Frente de Todos en la provincia.
El 26 de agosto el ministro de Economía Martín Guzmán cerraba su visita a Mendoza con un acto de campaña en Maipú. En ese momento desde el Frente de Todos señalaban que al oficialismo le dolía la visita del funcionario nacional porque era un aporte importante para el último tramo de la campaña antes de las PASO. "Si a ellos les duele la visita, no debe ser porque le reste votos al Frente de Todos", decían en el peronismo, al mismo tiempo que elevaban al economista a la altura de gurú económico.
Sin embargo, dos semanas después, el funcionario nacional es el culpable principal de la derrota del frente en el país, pero también en Mendoza. Este miércoles, al anunciar cambios en la conducción del campaña a nivel local, tanto Anabel Fernández Sagasti como Adolfo Bermejo le apuntaron a la gestión nacional en materia económica como factor fundamental de la derrota contra el radicalismo.
Entonces, lo que podemos inferir es que finalmente Guzmán vino a restarle votos al Frente de Todos, porque hoy se pide que la gestión económica se pase a nafta, ya que -según analizan- el camino que delineó Guzmán, a GNC, no funcionó y se necesita más rapidez para dar vuelta la derrota.
Claramente la orden que baja desde el nivel central del kirchnerismo es apuntar al funcionario que tiene a cargo la conducción económica, buscando que sea el que pague los platos rotos por la estrepitosa derrota del fin de semana.
En ese contexto, la cuestión hoy es desmarcarse de Guzmán, cuando hace algunos días era actor principal de un acto de campaña junto a Anabel Fernández Sagasti y Adolfo Bermejo, los mismos que hoy -sin nombrarlo directamente- critican el camino de la economía de la mano del discípulo del premio Nobel Joseph Stiglitz.
En ese encuentro, por ejemplo, la titular del PJ mendocino en reiteradas ocasiones detuvo su discurso para confirmar que las cosas que decía en materia referidas a la economía eran correctas, buscando una especie de visto bueno del especialista.
Sin embargo, hoy la culpa de la caída está en el manejo que se hizo en el nivel central con una inflación muy alta y salarios reales que pierden ante el aumento vertiginoso de los precios.
Las críticas locales al funcionario se suman a las que se están haciendo a nivel nacional a través de dirigentes de La Cámpora y del círculo duro del kirchnerismo, además de la campaña comunicacional a través de los medios afines a ese sector del oficialismo.