La Plaza Matons y su recuperación para la comunidad

Los vecinos, los funcionarios y la apropiación del espacio público. En esta nota, María Rosana Rojas, paisajista y vecina, cuenta el proyecto de recuperación de la Plaza Matons.

María Rosana Rojas

El 8 de noviembre es el día del urbanismo y no sabría decir el porqué. No soy urbanista, soy una ciudadana que por diferentes motivos se juntó con sus vecinos y decidimos habitar nuestro espacio barrial, la plaza.

¿Por qué deberíamos justificar el uso del espacio público? 

Durante demasiado tiempo los ciudadanos dimos por hecho que las ciudades y sus espacios les pertenecían a las gestiones de turno. Por desidia y negligencia, delegamos en las autoridades la habitabilidad de nuestras calles, de nuestras veredas y de nuestras plazas. 

La inseguridad, la pandemia, los sismos o alguna otra calamidad que nos golpea, pone de manifiesto lo que tenemos y aquello de lo que carecemos. Y el espacio público ha sido el contenedor de la solución. Los mendocinos siempre fuimos afortunados. 

Las calles y plazas de nuestra ciudad han tenido la generosidad de aquello que fue concebido con nobleza. Han dado cobijo, diversión, identidad a las comunidades. Están incorporadas en los recuerdos y sentimientos de quienes han transcurrido sus vidas, compartido sus espacios y forjado una historia de hechos cotidianos que, por simples, hemos considerado menores e intrascendentes. Hasta que esa historia se fue desdibujando. 

Hoy, estamos en el camino inverso. Han sido las necesidades que la plaza solucionaba lo que nos hizo volver la vista a esos momentos y, sin nostalgia, con esperanza en un proyecto común, revalorizamos el espacio y la fraternidad que él genera. 

La propuesta de recuperación social de la plaza Dr. Ernesto Matons, empezó como una iniciativa de los vecinos. Surgida de nuestras necesidades, después de ser transformada en proyecto, la elevamos a los funcionarios de ciudad. En menos de tres meses ya es un espacio de convocatoria ciudadana. 

Cada sábado se reúnen amigos viejos y nuevos, alrededor de un fogón que contiene la llama de una forma distinta de reclamo, "la participación pro activa". 

Aquel espacio que perdió mucha de su historia, está construyendo una nueva. Una que tiene una feria de artesanos, propuestas musicales, baile, lectura. Y seguimos creciendo. 

Tenemos redes sociales, porque los nuevos tiempos lo requieren. Vinculamos las instituciones que son parte de nuestra historia, le damos lugar a todos aquellos que quieran sumarse a esta patriada, que también llamaríamos sano ejercicio del derecho a las ciudades y sus espacios. 

Es lo que está pasando en pequeñas y grandes ciudades de todo el mundo. Lo piden las instituciones internaciones como ONU Habitat y el BID. ¿Por qué deberíamos justificarnos?

LA AUTORA. María Rosana Rojas. Paisajista.

Esta nota habla de:
Más de Opinión
¿Volviste a cruzar a Chile para hacer compras?