Mala señal: pedir superpoderes y emitir más DNU en el Día de la Constitución

En circunstancias de confusión e incertidumbre, que se viven por otra parte en un clima político de confrontación sin tregua, el respeto a la Carta Magna es el factor que nos hace a todos parte de una misma Nación.

El gobierno puede manejarse con los denominados Decretos de Necesidad y Urgencia (los DNU) siempre que el Congreso de la Nación no esté en funciones, para ponerlos a su consideración una vez que vuelva a sesionar. Las emergencias de la pandemia de coronavirus covid-19 le dio al presidente de la Nación, Alberto Fernández, la posibilidad de avanzar en ese sentido sin mayores cuestionamientos. Sin embargo, un año después y con el Congreso en funciones, continuar emitiendo DNU en forma automática y, a la vez, reclamar que se le deleguen mayores poderes para poder manejarse independientemente de los dos poderes que componen el sistema republicano, representa un abuso.

Probablemente, si sus medidas hubiesen dado mejores resultados en la gestión de la pandemia, el afán por el Poder Ejecutivo de concentrar más poder a la hora de dictar restricciones y libertades, tendría hoy el respaldo popular que probablemente se busque, en una confusión de temas: el proselitismo no es parte del acto de gobernar. Cada cosa a su tiempo.

Sin embargo, más de los apoyos o rechazos, la Constitución vale por sobre cualquier opinión, necesidad, circunstancia, coyuntura. Es la garantía de un orden y de que no se desmadre el sistema normativo que regula equilibrios institucionales.

La Constitución Nacional, razón por la cual los días 1 de Mayo muchos gobernadores dan su mensaje legislativo anual, merece respeto con y sin pandemia. 

Con más razón en circunstancias de confusión e incertidumbre, que se viven por otra parte en un clima político de confrontación sin tregua, el respeto a la Carta Magna es el factor que nos hace a todos parte de una misma Nación.


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