Solanum Tuberosum: Oda a la papa

En un notorio y eficaz cambio de género literario, el médico y lector de Memo, asiduo colaborador con columnas de opinión, utiliza la poesía como herramienta para comunicar, en esta oportunidad.

Eduardo Da Viá

Papa: vocablo quechua = tubérculo


Soy un frecuente escritor

más mucho menos poeta,

sí un asiduo lector

y observador del planeta


A veces tomo coraje

y con la pluma por vector

suelo rimar algún pasaje

surgido de mi interior


En mi lejana juventud,

me asombraron del hombre sus facturas

hoy cambié de actitud

y a quien admiro es a natura


La silvestre en especial,

la maravilla de su origen;

la planta al natural

nacida en su tierra virgen.


Me gustan montañas nevadas

y los valles florecidos,

de los arroyos sus cascadas

con su hídrico sonido.

También el libre animal,

de sus leyes los arcanos,

antes de sufrir el mal

producido por humanos.


Padecieron daños terribles

cuando el hombre les impuso

calidad de comestibles,

a la fuerza y con abuso.


Esta oda está dirigida,

a una planta en especial:

la papa es mi elegida

y aquí va mi recital


Vaya a ti, oh papa generosa

este merecido homenaje

por ser nutritiva, sabrosa

y de americano linaje.


La naturaleza te parió

en este lado del planeta,

y el quechua te descubrió

sin mediar ningún cometa.


¿Fue mera casualidad

tu origen en occidente?

No lo creo, de verdad,

que fuera un mero accidente.


Nacer en el altiplano

fue decisión de deidades,

para alimento del humano

cualquiera sean sus edades.


Fue tu matriz la terraza,

tallada en la andina pendiente´

obra genial de esa raza:

el Inca, más que inteligente!


Te acunó en bellos escalones

sin necesidad de la ciencia

tenía sobradas razones

amén de labor, tesón y paciencia.


Te uniste a la Pacha Mama,

al agua, el calor y la luna,

y como gran samaritana,

paliaste del pobre la hambruna.


Fuiste hermana del tomate

la quínoa, el poroto y el maíz´

del zapallo, cacao y aguacate,

todos de andina raíz.


El respetuoso aborigen,

se valió bien de tus nutrientes,

volviendo a la tierra de origen

tus magnánimas simientes.


Tu genoma no profanó,

Pues su existencia ignoraba,

tampoco a la Pacha alteró,

con sus dotes le bastaba


Hoy se llama ecología

el respetar a natura,

y aquello que el I hacía

no era ecología pura?


Por siglos te cultivó

según los ciclos naturales,

lo mismo que realizó

con todos los animales


Más el mal yacía latente,

hombre mediante de hecho,

se gestaba en otro continente

escondido y al acecho.


No imaginó el Inca que el caos,

el genocidio y la rapiña,

ya viajaban en tres naos,

la Santa María, la Pinta y la Niña.

Venían de allende los mares

exultantes de codicia,

munidos de armas y altares

que ocultaban su impudicia.


Fue la corona ibérica

quien financió la aventura

y descubrieron América

para tu mal y desventura.


Arrasaron con crueldad

toda aquella maravilla,

con total complicidad

de los reyes y Sevilla.


Hombre, planta y animal

fueron víctima inocente´

de todo el horrendo mal

que escondía aquella gente.


Eran orondos portadores

de las verdades divinas,

despreciando los valores

de las creencias andinas.


Primero el oro y la plata

se robaron los maleantes,

y luego fue la patata

que partió para levante.


Desconociendo el valor

del americano alimento

te raptaron por tu flor

y te usaron de ornamento.


Luciste en elegantes jardines

para los ricos refinados,

sin saber los malandrines

de tus tesoros soterrados.


Tu consumo fue censurado,

pues en la Biblia no figuras,

hasta llegó a ser pecado

incluirte en la verduras.


Hubo de ser un francés

Parmentier(*) apellidado,

quien dándoles un revés,

iniciara tu reinado.


Demostró por propia experiencia

avalando su postura,

no con Fe sino con su ciencia,

que no producías locura.


Argumentó con buen criterio,

que por ti salvó su vida,

cuando estando en cautiverio,

fuiste su única comida.


Del Imperio envejecidas

solo hay ruinas remanentes,

mas tus virtudes son conocidas

en los cinco continentes.


Pomme de terre te bautizaron

los franceses ignorantes,

pero nunca se enteraron

como te llamabas antes.


Pomme de Pomona (**) deviene,

de la antigua diosa romana;

quien ninguna relación tiene

con la tierra americana.


Allende la Tour Eiffel,

con las trufas confundido,

el alemán te llamó kartoffel

y te ingirió sorprendido.


Mas allá de montañas y valles

asiento del Imperio Inca,

te encuentres donde te halles,

el universo el diente te hinca.

Hervida, frita o asada

sea fría o bien caliente

incluso a veces ahumada

según lo prefiera el cliente.


Adornas distintos manjares

adjetivados en francés,

servidos a maharajáes

y ofrecidos en inglés


Solo en tu tierra natural

te veneran respetuosos,

pues alimentas por igual

a los viejos y a los mozos.


Eres comida principal

presente en todas las mesas,

mejor que la carne animal,

las frutillas o las fresas.


Para el pobre eres la vida,

le aseguras la subsistencia

al ser la principal comida

le brindas salud y vigencia.


ADENDA

Si a este humilde aprendiz,

Calíope(***) volviese a inspirar,

prometo al azteca maíz

ofrecerle un canto similar

REFERENCIAS:

(*) Antoine-Augustin Parmentier (Montdidier, 17 de agosto de 1737-París, 17 de diciembre de 1813) fue un agrónomo, naturalista, nutricionista e higienista francés.

Su experiencia como cautivo en Prusia durante la Guerra de los Siete Años lo llevó a defender la patata como alternativa alimentaria dado que fue el único alimento que le proporcionaban (en Francia, como en casi toda Europa, se la consideraba no comestible). Consiguió que se levantaran las leyes que prohibían su cultivo y promovió su consumo.

(**) Pomona era, en la mitología romana, la diosa de la fruta, y por extensión de los árboles frutales, los jardines y las huertas.

(***) Calíope en la mitología griega era la musa de la poesía épica y de la elocuencia.







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