Recaudación en baja, otra de las consecuencias de la errática política económica de Mendoza

Por Nicolás Aroma, Contador Público Nacional UNCuyo CEFIM (Centro de Economía y Finanzas Mendoza).

Nicolás Aroma

El Ministerio de Hacienda de Mendoza dio a conocer un nuevo informe de Recaudación Tributaria Provincial y, lamentablemente, como sucede desde hace algunos años, se mantienen las malas noticias sobre la economía y las finanzas públicas provinciales. 

Tanto la recaudación tributaria, como la actividad económica, siguen a la baja a un ritmo más acelerado que la caída general de la recaudación nacional y, a diferencia de lo que circula en diferentes medios de comunicación, si no fuera por el incremento en la asistencia financiera nacional (directa e indirecta), la provincia no podría cumplimentar sus prestaciones básicas, debido a su persistente dinámica negativa en la generación de recursos. 

La gestión financiera de Mendoza, es ineficiente e ineficaz. Es decir, no cumple con los objetivos propios de la política económica del Estado, pero tampoco genera recursos financieros excedentes para el desarrollo de la provincia. La recesión económica y endeudamiento crónico es un combo al que no podemos acostumbrarnos. 

A partir del informe se puede observar cómo Mendoza muestra peores números que los promedios nacionales (desempleo, actividad económica, pobreza, etc.) y esto encuentra explicación en que existen políticas locales (o falta de ellas) que no hacen más que postergar las posibilidades de crecimiento y complican el escenario local. 

En el mencionado informe, se advierte sobre la fuerte caída de la recaudación tributaria. Allí se reconoce que la recaudación provincial propia cae mucho más fuerte que las transferencias por recaudación nacional. Mientras los recursos nacionales desaceleran la caída cayendo sólo un 2 % mensual, la provincia muestra que los recursos propios, caen aún en diciembre un 14 % en términos reales (netos de inflación).

Está claro que la situación de pandemia plantea desafíos históricos para cualquier economía, pero también es importante aclarar que Mendoza presenta esta situación desde hace más de dos años y medio, (crisis pre-pandemia) y no puede generar un círculo virtuoso de crecimiento de la economía - aumento de la recaudación. Ejemplo de esto es que en el año 2020 la provincia entró en cesación de pagos por primera vez en su historia. 

En el informe también se reconoce que aumentaron de manera sensible las transferencias por "fuera" de la coparticipación, es decir, las transferencias discrecionales que no dependen de los porcentajes legales de transferencias. Estos fondos son los que están amortiguando la errática política financiera del gobierno de Provincial, que lleva más de 24 meses de caída de la recaudación real.

Otro aspecto importante que surge del informe tiene que ver con la sensible pérdida de lo que se denomina "autonomía financiera". Esto significa que la provincia depende cada vez más del Gobierno Nacional en términos de recursos, así, el porcentaje de recursos nacionales sobre el total recaudado aumentó hasta el 65% del total, cuando a fines del año 2015 era aproximada del 50%. Esto quiere decir que Mendoza es cada vez más dependiente de recursos que no genera, la Nación transfiere cada vez más recursos y la provincia recauda cada vez menos. 

Analizar los números de las finanzas del Estado sin considerar sus impactos sobre las variables económicas es un grave error, es inconducente y suele tener consecuencias muy caras para los ciudadanos.

Las cuentas del Estado nada significan si no se contraponen con los efectos que dejan sobre la realidad económica, la de los ciudadanos, las familias y las empresas mendocinas. Por ello es preciso trazar una línea de conexión entre el proceso de sobreendeudamiento y el deterioro de la situación económica generalizada de la provincia. 

De allí se desprende también que el problema económico de los aumentos de servicios regulados por la provincia estén muy por arriba de la actualización de los ingresos de los trabajadores, es el mismo que No pudo resolver el macrismo: el ajuste se transforma en recesión y crisis, cae el Producto Bruto Geográfico y luego la recaudación. Caen los recursos, y otra vez aumenta el déficit. Mendoza no puede seguir en este camino. 

El tan denostado déficit del sector público es el superávit del sector privado. Sin el gasto realizado no hay ventas, ni tampoco impuestos. Nadie recauda en una economía en crisis y para que la actividad económica se consolide deben existir primero políticas activas de expansión del gasto (inversión pública) y de consolidación del consumo interno (salarios por encima de la inflación). 

Nicolás Aroma - Contador Público Nacional UNCuyo CEFIM - Centro de Economía y Finanzas Mendoza 

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