Tomba: Una "clande" que terminó en entradera

¿Quién los protege? ¿Por qué no pueden frenarlos antes de que ocurran sus desmanes? ¿Las multas no podrían calcularse en términos futbolísticos a precio del pase promedio de un jugador? ¿Qué poder hay detrás del poder de un club futbolísitco como este?

Memo

Los sucesos que involucran al Club Godoy Cruz Antonio Tomba y sus alrededores representan una burla a todos los que deben permanecer encerrados por miedo a contraer el coronavirus covid-19, además de todo lo obvio de la irregularidad que representa ante las circunstancias, desafiar a la sociedad y al gobierno con un festejo descontrolado del centenario bodeguero.

Los sucesos empezaron como una "clande", la más grande del país, que terminó en una entradera. Se encontraron con la facilidad de ingreso al estadio Feliciano Gambarte y allí todos celebraron descontroladamente justo el día antes de compartir cafés, dormitorios, espacios de trabajo con personas que no fueron y que, muy probablemente, hayan permanecido aisladas por prevención en medio de la pandemia.

El otro dato es que no se trata de la primera violación en la pandemia que hacen, digamos, "los hinchas". Sucedió con dos muertes emblemáticas: la del "Loco Julio" y la del Morro García.

Joaco Robert tomó en el lugar una foto que habla por sí sola

Detrás de todo hay ausencias ostensibles, además del chaschás en la cola de la multa: su dirigencia.

Está claro, a partir de estos hechos, que la marginalidad no es una exclusividad de los desplazados económicamente, sino que es una actitud de vida de muchos de aquellos a los que mejor les va.

De allí que hay responsabilidades compartidas, pero no por ello deben ser licuadas. ¿Quién los protege? ¿Por qué no pueden frenarlos antes de que ocurran sus desmanes? ¿Las multas no podrían calcularse en términos futbolísticos a precio del pase promedio de un jugador? ¿Qué poder hay detrás del poder de un club futbolísitco como este?

Las dudas carcomen y los hechos, indignan. La impunidad del Tomba, además, duele, porque nadie quiere ver que una afición tan popular como es el fútbol se vuelva una actividad que consiga repercusión con sus ilícitos.

Foto y videos: Jaco Robert

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