A quién beneficia y a quién perjudica el cambio al régimen de obras sociales

El gobierno nacional oficializó este miércoles el nuevo régimen que pone una serie de restricciones a los trabajadores que inician un vínculo laboral. La medida es parte de lo que el presidente le prometió a un sector.

Alberto Fernández le dio una segunda muestra de apoyo a los dirigentes gremiales y principalmente a la CGT luego que modificara el régimen de las obras sociales vía decreto. Antes ya había inyectado más de $ 2300 millones a las obras sociales sindicales a mediados de junio.

El decreto publicado hoy obliga a los nuevos trabajadores a permanecer un año en la obra social correspondiente a su actividad antes de poder ejercer el derecho de opción de cambio. De esta forma se obliga a los trabajadores a dejar sus aportes e inyectar dinero a este sector que manejan los gremios, evitando que se vaya al sector privado.

De esta forma, el trabajador sólo podrá cambiar de la obra social de su sector, que maneja su gremio, una sola vez durante todo el año calendario, hecho que se hará efectivo a partir del primer día del mes siguiente a la formalización de la solicitud.

La medida aclara que este período de permanencia de un año en la obra social del rubro aplicará a todas las relaciones laborales iniciadas "con anterioridad a la entrada en vigencia del presente decreto y no cuenten a dicha fecha con 1 año de antigüedad".

Además de beneficiar a los gremios, también es una medida que afecta de manera directa al sector privado, el cual mantiene una tensa relación con el ejecutivo y que está atento a las acciones del kirchnerismo que en algún momento deslizó la idea de una estatización del sector.

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