El Gobierno afina su relato sobre el gasto del Estado ante la emergencia en Bahía Blanca

En un claro aprendizaje desde que Javier Milei llegó al Gobierno, busca mostrar un estado activo frente a la emergencia e incluso evalúa la posibilidad de generar un plan de obra pública, aunque "sería con otro nombre", reconociendo problemas graves de infraestructura que impiden las nuevas inversiones. Escribe Silvia Mercado desde Casa Rosada.

Silvia Mercado
Periodista acreditada en Casa Rosada

Hay un cambio profundo en la actitud y el relato del gobierno libertario frente a Bahía Blanca. En diciembre de 2023, cuando a pocos días de asumir viajó a ver las consecuencias del tornado que azotó la ciudad lo hizo camuflado con un uniforme de rescatista del Ejército y dio un discurso donde aseguró que confiaba en los bahienses para recuperarse. Quedó una pésima impresión en la zona sobre ese viaje. No solo no hubo ayuda del Estado, sino que Javier Milei creyó que estaba todavía en campaña y apareció como un actor, rodeado de fotógrafos y con su camarógrafo oficial, Santiago Oría.

Por eso es que dudó de viajar esta vez. Frente a las fenomenales lluvias que azotaron la cuenca de 120.000 hectáreas, temió por el destrato de una ciudadanía que supo ser una clase media muy próspera y ahora lucha por sobrevivir con lo básico, ya que son pocas las familias que no fueron afectadas de un modo u otro tras esas tormentas inéditas, solo explicables por los episodios extremos provocados por el cambio climático producido por los gases de efecto invernadero.

Desde el domingo la ministra Patricia Bullrich le viene pidiendo al Presidente que viaje. Ella fue, la insultaron un poco, y volvió a ir, sin demasiada seguridad tampoco. Sabe que los ánimos están caldeados y lo entiende. Comprendió, entre otras cosas, la importancia de la presencia de Milei en el mismo lugar de la tragedia. Solo cuando vio que la figura de Mauricio Macri tomó volumen frente a su ausencia, decidió trasladarse. Ayer por la tarde se organizó, se dispuso que sea en secreto, que ni siquiera el Gobernador fuera avisado, y partió a las 6.30 de la mañana de Olivos en el mayor de los sigilos hacia Aeroparque y a las 8.10 ya estaba en Bahía Blanca, acompañado por Karina Milei, Guillermo Francos y la mencionada Bullrich. Sin fotógrafos. Se supone que habría viajado el camarógrafo, pero Rosada no lo confirmó ni por sí, ni por no.

Milei viajó a Bahía Blanca luego de las duras críticas por su ausencia en el lugar de la tragedia

Y empezó a actuar como lo hizo el gobernador Axel Kicillof, por empezar, brindando información de la ayuda brindada por el gobierno libertario, donde listaron:

- Tres días de duelo.

- Despliegue de la Prefectura Naval, la Gendarmería Nacional y las Fuerzas Armadas con vehículos terrestres y fluviales para asistir a los afectados y hallar a las personas desaparecidas.

- Se ordenó la apertura de los cuarteles del Batallón de Comunicaciones 181 y de la Base Naval Puerto Belgrano como centro de evacuados.

- Instalación (realizada por el Ejército) de dos plantas potabilizadoras que producen 9000 litros de agua potable y más de 3600 sobres purificadores.

- Puente para restablecer la comunicación y facilitar el traslado de personas y vehículos.

- El Ministerio de Capital Humano aportó insumos básicos para los evacuados (colchones, frazadas, pastillas potabilizadoras, insecticidades y jabón en polvo) que fueron transportados en seis vuelos que tuvieron lugar entre el sábado y el domingo.

- El Ministerio de Salud aportó ambulancias, medicamentos y un hospital móvil con 40 plazas para reforzar el sistema de emergencias y un tren sanitario para atender necesidades médicas de los damnificados.

- El Ministerio de Economía aprobó una ayuda económica de 10.000 millones de pesos para el municipio.

Memo transcribe el comunicado oficial íntegro para que los mismos bahienses puedan dar fe de haber recibido esa ayuda que está fuera de la narrativa libertaria original pero que, definitivamente, muestra una nueva visión del Gobierno sobre la realidad argentina. Que, por supuesto, no van a aceptar públicamente.

En off, incluso, si bien no aceptan que están dispuestos a desarrollar un plan de obra pública ("eso le interesa a Macri porque su familia hizo así su fortuna"), argumentando que "obra pública es sinónimo de corrupción", no descartan que puedan "hacer algo, aunque se llamaría de otro modo". La crisis de infraestructura es un grave problema en todo el país, y la negativa a encarar ese déficit empieza a diluirse.

En conferencia de prensa, Manuel Adorni anticipó que se evalúa una inédita ayuda directa del Gobierno nacional a las familias, que se haría cuanto antes gracias a las capacidades que brinda "el déficit cero" del Tesoro.

Es obvio que no van a aceptar que están adaptando sus políticas. Lo importante es que lo hagan.



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