Los otros casos que involucraron a concejales en Guaymallén

El concejal radical de Guaymallén Miqueas Burgoa, hallado conduciendo con alto índice de alcoholemia y sin carnet, pone en riesgo, con su continuidad en el cargo, la unidad radical y expone a su precandidato a gobernador. El Concejo Deliberante ya actuó en otros casos y cortó por lo sano.

Memo Política

La inconducta en el ejercicio del cargo no es novedad para el Concejo Deliberante de Guaymallén. Si bien han trascendido casos que no llevaron a que los ediles involucrados renunciaran, como el de Juan Pozzoli por tener un cargo nacional en forma simultánea, situación que salvó al quedarse solo con la banca, y de la demarchista Sonia Sedano, quien quedó registrada apagando las cámaras de seguridad del Concejo subida sobre un banquito, sí hubo casos más fuertes.

Los exconcejales radicales Fabián Forquera y Martín Casas tuvieron que presentar la renuncia a sus bancas. Ahora está en "veremos" la continuidad de otro edil, Miqueas Burgoa, quien conducía ebrio el fin de semana por Alvear y sin licencia de conducir, y además protagonizó un incidente con la Policía junto a su acompañante, Emiliano Gobbi.

Ambos venían de haber sido secretarios privados del exintendente Marcelino Iglesias, al igual que Gobbi, y accedieron a sendas bancas de concejales tras someterse al voto popular.

Calvente quiere la renuncia del concejal Burgoa, atrapado ebrio al frente del volante

Forquera fue denunciado por un colaborador ante la justicia por retenerle la mitad del sueldo, en una especie de versión local del caso platense de "Chocolate". Renunció en septiembre de 2021 y tenía mandato hasta diciembre de 2023 como concejal y su reemplazante en la banca es Matías Fernández, dirigente del Partido Demócrata (PD).

Dos meses después de la renuncia del concejal Forquera se produjo una situación similar con otro edil de esa fuerza, también acusado por un antiguo colaborador. Casas renunció tras una presentación en la Justicia de Rubén Sosa, quien trabajó con él y le atribuyó haber retenido el 80% de su salario, adeudarle liquidaciones y tomar tres créditos bancarios a su nombre cuyas cuotas no ha cancelado.

"Me tenía de empleado. Cuando me puso en blanco, sacó tres préstamos con mi cuenta. Luego paso a estar en negro trabajando para él. Pasaron ocho meses, me despidió dejándome con tres préstamos pertenecientes a él; y adeudándome sueldos, vacaciones, aguinaldo e indemnización. Tengo pruebas", escribió el denunciante en sus redes sociales.

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Ahora Miqueas Burgoa se encuentra entre la espada y la pared. El intendente Marcos Calvente, consultado por la prensa, sostuvo que si dependiera del Poder Ejecutivo "ya le habría pedido la renuncia". Es que Burgoa fue elegido por el voto popular y no es el intendente quien lo debe echar, sino el Concejo Deliberante.

Allí lo preside Verónica Cancela, sobre quien cae la responsabilidad de actuar o no, aunque posiblemente pese el potencial daño que le pueda causar a su partido. Burgoa fue uno de los delegados de la campaña de Horacio Rodríguez Larreta en las PASO presidenciales y, desde entonces, se posicionó como representante del intendente capitalino Ulpiano Suarez en sus aspiraciones provinciales.

Calvente ya soltó lastre, pero se desconoce si su opinión será o no considerada por los ediles, ya que cuentan con independencia de criterio: los concejales podrían ofrecerle un gesto a la sociedad o unirse y, espalda contra espalda, resistir el pedido de renuncia.

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