Todos los episcopados del mundo convocan a "cadenas de oración" por el papa Francisco
Como lo hiciera la Conferencia Episcopal del país de origen del papa Francisco, ahora en todo el mundo se ha convocado a orar por su salud.
En todos los países del mundo, y no solo en el que lo vio nacer, Argentina, los episcopados activaron la "cadena de oración" por el estado de salud de Jorge Mario Bergoglio, el papa Francisco, que está internado en Roma con una profunda infección respiratoria.
La noticia del llamamiento de la Conferencia Episcopal Argentina copó los medios, pero eso mismo ha hecho sistemáticamente el lunes toda la jerarquía católica alrededor del mundo.
Francisco está sufriendo una "infección polimicrobiana del tracto respiratorio", lo que ha generado preocupación debido a la gravedad y complejidad de la enfermedad. Esta infección ocurre cuando múltiples microorganismos, como bacterias, virus u hongos, afectan simultáneamente una parte del cuerpo, en este caso, el tracto respiratorio. Puede involucrar los pulmones, los bronquios o la tráquea, dificultando la respiración y aumentando el riesgo de complicaciones.
A diferencia de las infecciones comunes, en las cuales un solo patógeno es el culpable, las infecciones polimicrobianas pueden ser más graves debido a la interacción de diversos microorganismos, lo que hace que la enfermedad sea más difícil de tratar.
En cuanto al tratamiento, los médicos advierten que podría requerir varios días para que los antibióticos y antivirales tengan efecto. "Este tipo de infección, dada la edad y las condiciones del Papa, podría tardar entre 8 y 12 días en comenzar a mejorar", explicó Manuel Ángel Martínez, jefe de Neumología del Hospital San Agustín de Avilés.
El riesgo para el papa Francisco, de 88 años, se ve acentuado por su edad avanzada y su historial médico de enfermedades respiratorias, lo que podría ralentizar su recuperación. La hospitalización y un tratamiento con combinación de antibióticos, antivirales y antifúngicos, además de monitoreo constante, son esenciales en estos casos. Además, el equipo médico está realizando todos los esfuerzos necesarios para estabilizar su salud y garantizar su recuperación.
Esta infección polimicrobiana, junto con los factores de riesgo asociados a su salud, hace que la situación del Pontífice sea delicada, aunque los médicos siguen con optimismo los protocolos médicos necesarios para su tratamiento.