Pablo Lacoste: Las tres "nubes tóxicas" que envenenaron a la Argentina
El historiador Pablo Lacoste habló sobre los problemas que asolaron al país desde hace 90 años y cómo se trabaja en restablecer el rumbo para ser "un país que funciona".
Más allá de los análisis que se desprenden, el fallo de la Corte contra Cristina Fernández de Kirchner marcó un punto histórico para la Argentina. El historiador Pablo Lacoste habló en "Tenés que saberlo", por Radio Post 92.1, y se refirió a las "nubes tóxicas" que contaminaron el país durante más de 90 años.
"Nosotros en Argentina hemos estado noventa años bajo tres nubes tóxicas: una nube tóxica fue el autoritarismo militar, que ellos pensaban que podían dar todos los golpes de Estado, total después no les pasaba nada; la otra nube tóxica era la corrupción del Estado; y la otra era la superinflación por el déficit fiscal. Esas tres nubes tóxicas envenenaron la Argentina y de ser uno de los seis o siete países más prósperos y ricos del mundo, que convocaba a seis millones y medio de inmigrantes europeos que querían venir acá, porque acá tenían futuro, los terminamos estafando y esto fue un fracaso por esas tres nubes tóxicas", señaló Lacoste.
El historiador mendocino señaló que el primer punto de inflexión para limpiar esas tres nubes se dio en 1985 con el juicio contra las Juntas: "Ahí se terminó el autoritarismo militar, ya no pueden hacer golpe de Estado, quedó claro; y ahora estamos sacándonos de encima otra nube tóxica que le dice al político ‘mire usted, por más poder que tenga ahora, no va a tener impunidad'. Esto sirve para la expresidenta, para sus ministros, para los actuales gobernadores, para los intendentes, en algunos casos algún intendente cayó, como el de Guaymallén, pero en general seguía habiendo sensación de impunidad. Esto es un elemento tremendamente sanador. Paralelamente se estará avanzando en enderezar la macroeconomía y sacar a la Argentina de este periodo de ochenta años de superinflación. Son momentos dolorosos, dolores de parto, pero así se construye un país como los países que funcionan en el mundo: los países desarrollados, los países donde hay prosperidad, donde se logra bajar definitivamente la línea de la pobreza, son países que han logrado sacarse encima esas tres nubes".
En esa línea, comentó el caso de Chile, país en el que reside habitualmente: "Cuando el presidente Boric asumió, habló de Salvador Allende como su ícono, como su referente. Y tenía en su gobierno a la hija de Allende como senadora y a la nieta como ministra. Resulta que se detectó una maniobra que estaba prohibida por las normas de probidad y honestidad de los funcionarios públicos y quedaron las dos afuera. Y a ningún socialista se le ocurrió decir ‘acá hay una campaña en mi contra, vamos a sacar a la gente a la calle, vamos a movilizarnos, a protestar'. No, aceptaron la decisión, se fueron para la casa y se mantuvo la paz social. No destruyeron el país para defender su propio militante, su dirigente más icónico ¿qué más icónico que Isabel Allende, que ha sido presidenta del Senado, la hija de Don Salvador? Ella quedó expulsada del Senado, ningún fuero, ningún privilegio: no te persiguen por tu ideología, te persiguen porque siendo senadora le vendiste una casa al Estado y eso no se puede hacer, un senador no puede hacer tratos con el Estado".
Siguiendo esa línea, mencionó que así son los países "que funcionan": "Los países que funcionan son los países donde hay un organismo legal, una justicia independiente y que el que la hace, la paga. El que viola la ley, tiene que pagar por ello. Es la única manera de convivir en paz, si no es la ley del más fuerte. ¿Por qué Chile bajó la línea de la pobreza al 8%? Porque dejó toda esa política basura".
Por otro lado, Lacoste diferenció la situación con el caso de Perón, quien previo al 17 de octubre representaba una esperanza de alguien que podía reivindicar la justicia social: "Cristina viene en plena declinación, que después de veinte años de gobiernos kirchneristas destruyeron la economía, dejaron el país con 50% de pobre y con una crisis de superinflación brutal. Por lo tanto no se dan esas circunstancias, no es ese el punto, no es que ha habido una conspiración de algo que han inventado. No, es público y notorio, hace veinte años se está discutiendo en la Argentina de los delitos de corrupción de esos gobiernos, además de lo de Nisman y todo. Hay ya una un hartazgo, un fracaso en lo político, un fracaso en lo económico y ya una clara convicción del 80% de los argentinos de que esa gente ha estado involucrado en actos de corrupción, porque ya hubo todo un proceso larguísimo donde las redes sociales, los medios de comunicación, la conversación diaria, es público y notorio que hay un tema de corrupción y fracaso político".
En esa línea, el historiador señaló que los grandes crímenes de Estado se dan cuando hay mucho poder: "Los militares hicieron grandes crímenes de Estado porque tenían mucho poder y por eso tenían pensando después que venía la impunidad. Sin embargo, con la Guerra de las Malvinas perdieron poder. Los Kirchner, con el desastre de la superinflación del 2023 y el 50% de pobres, perdieron poder. Ahora ya va a ser muy difícil revertir esto, es casi imposible. Hay coletazos, hay movimiento, pero no hay perspectiva de que puedan hacer algo".
Frente a este panorama, Lacoste señaló que puede ser una oportunidad para el peronismo para renovarse: "En el año 85 se sacó de encima a los Herminio Iglesia, todos esos grupos oscuros, y pudo renovarse. Vinieron dirigentes como José Octavio Bordón, como Arturo Lafalla, todo este peronismo democrático, moderno, de gente honesta, trabajadora. Esa es la gran oportunidad que la Argentina tiene: que ahora vengan nuevos cuadros peronistas y esa fuerza política que ha hecho muchísimo por la Argentina pueda levantarse, renovarse y ofrecer dentro de poco una alternativa interesante para el recambio institucional en el país".
A su vez, Lacoste señaló que este fallo también es una advertencia para Milei y el oficialismo actual: "Si los tipos no son cuidadosos y cometen muchas barbaridades, después se les va a venir encima la justicia. Esto es muy importante para todos: que reflexionen bien, el poder no es para siempre. Cristina llegó a la presidencia con el 54% de los votos y ahora está condenada y tiene que ir presa. El poder es efímero, es un servicio por un tiempo. Entonces, en vez de servirse el poder hay que ser cuidadoso con el poder. Y eso es lo que nuestros políticos han tendido, a abusar del poder".
Finalmente, señaló que los dirigentes deben pesar las decisiones de Estado porque afectan a millones de personas: "Si uno se equivoca, eso es una cosa gravísima y después se te va a venir en contra y la justicia está mostrando que se te va a venir en contra. La mayoría de los jueces que la han condenado vienen del peronismo, fueron nombrados por el propio peronismo. No hay ninguna cosa en contra de ella, el peronismo controla el Senado desde el 83, tiene mayoría en el Senado absoluta y ha manejado todo el nombramiento de jueces a su antojo. Esos jueces son los que terminan condenando porque no tienen más remedio, porque la prueba es evidente. Eso mismo le puede pasar a cualquier otro de cualquier partido político y eso es lo que se está construyendo hoy: una Argentina nueva para el futuro", concluyó.