La chispa que desencadenó la explosión de Suarez y cuáles fueron sus detonadores

El gobernador salió a defender con energía la construcción del aprovechamiento multipropósito Portezuelo del Viento. Hay factores latentes que se encendieron, pero que no pueden conseguir que la gestión renuncie al único proyecto de envergadura en proceso no solo en Mendoza, sino en el país.

Periodista y escritor, autor de una docena de libros de ensayo y literatura. En Twitter: @ConteGabriel

Esta semana el gobernador Rodolfo Suarez participó de dos programas televisivos en vivo. En general, en uno estuvo frío y refractario, pero contundente ante las consultas sobre la continuidad o no del aprovechamiento multipropósito Portezuelo del Viento y en el otro, más empático y también explosivo frente a la mención del mismo tema. Es que un nuevo escollo apareció en el camino y fue el planteo de 32 cámaras empresarias y media (la de Comercio de San Rafael luego salió a aclarar que no está en contra y que se abstuvo en la votación de ese bloque a la hora de definir embestir contra el gobierno mendocino) de frenar Portezuelo del Viento y replantear el destino de los recursos.

Las respuestas de Suarez giraron en dos sentidos:

1- Reclamar que el tema no repercuta exageradamente, habida cuenta de que parece sumarse a los planteos contra Mendoza que hace La Pampa. El gobernador en algún momento les reclamó a los periodistas que, puesto el mandatario pampeano Sergio Ziliotto en sus mismas circunstancias de ser entrevistado por un nuevo programa (en 7D, por Canal 7), no lo habrían sometido a un interrogatorio en ese sentido, el de darle importancia al reclamo empresario para paralizar la única obra de importancia en camino en Mendoza y el país.

2- Adjudicar a intereses muy personales o sectoriales la arremetida contra el proyecto Portezuelo del Viento, ratificando el trabajo de cinco diferentes gobernadores en 15 años para que se concrete. Suarez dio nombres y apellidos y subrayó que los que levantan la idea de no avanzar con el dique en Malargüe son "los que se quedaron afuera" de la obra y que, como no están adentro, no quieren que nadie más lo esté.

Suarez rechazó el planteo de cámaras empresarias contra Portezuelo del Viento

Pero más allá de sus deseos y planteos, ya sean justos o inapropiados, según se los tome, finalmente, el tema cundió y es digno de análisis.

Surgió un polo opuesto a los detractores de Portezuelo, defensor del avance del proceso licitatorio y la construcción de todas las instancias del proyecto, pero fue minimizado por las 32 cámaras y media en razón de la cantidad de integrantes de uno y otro grupo: "quién la tiene más larga", dirían los pibes en la esquina, en el barrio.

Hace un año Memo transmitía este alegato en favor de Portezuelo.

A ello se le sumó una presentación ante la Fiscalía de Estado por parte de tres prestigiosos juristas, Guarino Arias, Alejandro Pérez Hualde y Miguel Mathus Escorihuela, que fueron cruzados por quien fuera el "padrino" de uno de ellos para llegar a la Corte, Julio Cobos. Usaron en su planteo contra Portezuelo argumentos que exactamente un año antes habían ofrecido en sentido contrario y quedaron bajo la sospecha de actuar en beneficio del polo que se opone a la obra, aunque desde el sector lo niegan.

Hay mar de fondo en esto y también, razones, y responsabilidades, sino culpas.


Así, el planteo se discutió lo suficiente y hubo acuerdo, pero otros dos asuntos sucedieron en el camino:

1- Muchas empresas -como efectivamente interpretó Suarez- se quedaron afuera, en un riesgo empresario habitual, pero que adquirió dimensiones especiales debido a los montos y características de la obra, además de la oportunidad: un momento de sequía de posibilidades para trabajar y subsistir desde la construcción en el país y Mendoza. El resto de las argumentaciones ofrecidas son todas discutibles y utilizadas para adornar el asunto central: no hay trabajo para las empresas y empiezan a desprenderse de su capital. Tampoco hay contención hacia ellas y sus dirigentes que terminaron actuando como leones enjaulados y reaccionando bestialmente.

2- La política metió la cola. Sectores que se sienten marginados y que quieren volver al ruedo político incentivaron a quienes impulsan la idea de paralizar Portezuelo del Viento con tal de llevar agua hacia su molino. Tienen, allí, quienes los escuchan luego de años de predicar en el desierto y posiblemente creen que estén resucitando. Prometen el Cielo en la Tierra en caso de ser reconducidos en la senda del poder.

Esta es la nueva oferta que presentó la UTE que quiere construir Portezuelo del Viento

Ante todo esto, el movimiento de piezas para canjear la obra de Portezuelo por otras salió mal porque Rodolfo Suarez no puede permitirse el lujo, básicamente, de tener una cuarta derrota durante su mandato, en tiempos tan extraños como el que le tocó para gobernar.

Le dieron vuelta el plan de incentivación de la industrialización minera que había prometido en la campaña electoral y que fue votado por la mayoría; le frenaron la reforma de la Educación que José Thomas había lanzado con entusiasmo; y mantienen dopada a su reforma de la política, que buscaba reducir los costos estatales de la actividad y la eliminación de una cámara legislativa. ¿También iba a ser el gobernador que clausurara el proyecto Portezuelo del Viento, el único hasta ahora real y multiplicador en una Mendoza económicamente atrasada? No. 

Y jugó allí con energía equivalente a la que recibió en su contra en todas las otras oportunidades.

Queda pendiente evaluar por qué pasó lo que pasó, cuando muchas de las entidades que firmaron el pedido que fue la chispa que desató la explosión antes habían acompañado a la gestión. Por qué a pesar de haber avalado antes decisiones y expresado coincidencias con el gobierno provincial, ahora se dieron vuelta.

Una serie de cámaras empresarias piden rediscutir el uso de los fondos para Portezuelo 

En este punto es cuando entra a tallar la calidad del ejercicio político en serio: ¿qué contenciones no hubo? ¿Se produjeron traiciones y/o provocaciones sin calcular las consecuencias? ¿Qué responsabilidades hay y en quiénes de haber llevado también esto al extremo de someter a la única obra a la vista al escarnio de sectores que antes estaban a su favor, y al gobernador una vez más a tener que dar un paso al frente, con contundencia, pero casi en soledad?

De ahora en más quedan pendientes respuestas, pero también ajustar el uso del poder concedido por la ciudadanía para avanzar sin retrocesos ni rendiciones en los planes para sacar a Mendoza adelante, a todas y con todos o la mayor cantidad de sectores posible, adentro.

El Estado ya no puede salir a rescatar a cada empresa que se viene abajo, como lo ha venido haciendo con sectores sociales que no conseguían empleo: en lugar de generar las condiciones para que haya trabajo genuino, optó por subsidiar casi sin contraprestaciones a cada vez más gente en el país. Para que las empresas no sigan cayendo, debe trazarse un plan inclusivo que no pasa por hacerse cargo de ellas, sino de habilitar más acciones en las que puedan volcar su decisión de emprender, su capital y finalmente, así, poder generar trabajo y aportar nuevos recursos.

Y en este marco, la construcción de Portezuelo del Viento es una oportunidad, durante su construcción y después de que ello ocurra y empiece a producir.

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