El hartazgo de un productor mendocino: "Elegir 5 políticos y hacerse estas preguntas"

"En la medida que aceptemos que el Estado no genera riquezas, que la riqueza la genera el privado, y que es mas fácil pedirle poco a muchos que pedirle mucho a pocos, vamos a evitar definitivamente el desenlace trágico que nos espera si no cambiamos el rumbo". El planteo de Andrés Vavrik que invita a pensar y cambiar.

El empresario pyme y presidente de la Cámara de Comercio, Industria, Agricultura y Ganadería de General Alvear, Andrés Vavrik, hizo público mediante un posteo en Facebook su desesperanza y desilusión ante la situación argentina y apuntó a sectores políticos, a quienes denominó como "una elite de empleados públicos".

"La decadencia Argentina: el pozo sin fondo, el país ciclotímico que se va a pique pero no explota, naufraga... pero no se hunde", arrancó su definición con una serie de metáforas que dan cuenta de una gran paradoja.

Luego, el productor reflexionó: "Lees miles de artículos de periodistas, economistas, politólogos y administrativistas expertos tratando de buscar una explicación a lo que nos pasa, pero de ninguna manera encontramos respuestas..muchas veces una charla con tu mecánico, odontólogo, o el verdulero te aclaran la mente y vuelve la eterna conclusión: 'en este país nadie quiere trabajar'". Al respecto, acotó que esta última "parece una frase hecha, pero cuando analizamos los acontecimientos, la teoría cobra fuerza".

Lo que sigue es el resto del posteo de Vavrik, completo:

"¿No será que en este país es difícil trabajar y por ende dar trabajo a otros?

Llevamos décadas gobernados por fuerzas políticas conformadas casi en su totalidad por una élite de empleados vitalicios. Funcionarios que nacieron laboralmente al calor del estado floreciente de los 80, se desarrollaron con la establidad y la moneda fuerte de los 90 y el nuevo milenio los puso en la cima, entre bonanzas y crisis nunca perdieron, el cajero automático siempre estuvo ahí, firme como un soldado a fin de mes, esperando para entregar el sueldo sin preguntar ni objetar nada.

Lejos de renegar contra la vocación del servidor público, sin querer faltarle el respeto a nadie, el que no diga que el sector público sigue creciendo en detrimento de la actividad privada, será cómplice de la destrucción total nuestro país.

Hagamos un ejercicio mental, elegí 5 políticos, de cualquier nivel, local, provincial o nacional. Luego de identificarlos te hacés la siguientes preguntas:

Esta persona: ¿Alguna vez pagó un sueldo? ¿Tuvo que lidiar con leyes laborales? ¿Tuvo que sentarse con su contador a discutir que impuesto pagar y cual no para seguir adelante? ¿Alguna vez tomó un crédito y se arriesgó?

Es todo mucho más sencillo de lo que pensamos, estamos bajo la lógica recaudadora, piensan y viven como su ecosistema se los permite, porque a la jungla privada siempre la vieron de lejos.

En la medida que aceptemos que el Estado no genera riquezas, que la riqueza la genera el privado, y que es mas fácil pedirle poco a muchos que pedirle mucho a pocos, vamos a evitar definitivamente el desenlace trágico que nos espera si no cambiamos el rumbo".

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