Diferentes zonas de Buenos Aires amanecieron empapeladas, y apuntando directamente contra la vicepresidenta, a quien la responsabilizaron por "35.000 muertes".
Se trata de un hecho histórico, ya que nunca un presidente fue testigo en un proceso contra su segundo. Tampoco ha pasado que una ex presidenta y actual vice sea juzgada por un hecho de corrupción.