Herve Birnie-Scott: "Buscamos la burbuja ideal para brindar la mejor experiencia sensorial a cada consumidor"

Herve Birnie-Scott es el Estate Director de Chandon Argentina. La empresa está cumpliendo 60 años desde su creación en el país. Aquí, la entrevista con su enólogo, el creador de espumantes que están entre los mejores del mundo.

Herve Birnie-Scott llegó a la Argentina hace casi tres décadas. Precisamente en 1991, el enólogo e ingeniero agrónomo francés, cruzó el charco para afincarse en Mendoza. Fue con el objetivo de hacer vinos y vaya que si lo logró. Actualmente es el Estate Director de Chandon Argentina.

La empresa, que este año está celebrando su 60° aniversario, tiene una enorme trayectoria en el mundo de los espumantes, que justamente es la especialidad de Birnie-Scott. Con pasión, con alegría y con el empuje de un profesional incansable, contó a Memo cómo ha vivido este año pandémico y cuáles son las proyecciones de cara al que viene.

-¿Qué significa para vos ser el enólogo de Chandon?

- Lo primero que siento es responsabilidad de tener la herencia del trabajo de generaciones anteriores, de los pioneros, de los creadores. En los años 60 ellos tenían una determinación colosal y encontraron en los terruños mendocinos las condiciones ideales poder reproducir la calidad de los mejores espumantes del mundo. En los 70' siguieron con el asesoramiento de los técnicos franceses, fue la generación de los hacedores que supieron hacer crecer a la empresa en su juventud. Yo tengo el sentimiento de pertenecer a la tercera generación, que vino a aportar sangre nueva y a brindar un segundo aliento en Argentina. Con una visión renovada pero muy impregnada a la vez por la experiencia de los anteriores.

En segundo lugar, la responsabilidad hacia el consumidor argentino. En el sentido de responder a sus expectativas, de brindar placer organoléptico. El gusto argentino no es exactamente lo que era el champán francés. Aquí podemos encontrar matices locales, algo coherente con nuestra materia prima y satisfacer aún más el paladar argentino. Ese grado de libertad es importante, con la herencia francesa afinar el lápiz y llegar al consumidor local.

Y en tercer y último lugar, el hecho de acompañar al grupo humano de Chandon. Que creció, que está conformado por una diversidad increíble de edad, de género, de conocimientos. Intento guiar desde mi lugar a ese grupo a futuras experiencias, a pesar del contexto adverso.

-¿Cómo fue este año pandémico, cómo lo vivieron en la empresa?

- Lo vivimos con una ventaja muy grande porque pudimos seguir con nuestros viñedos, hacer la cosecha. Igual, fue difícil adaptarnos a las condiciones sanitarias requeridas pero siempre tratamos de brindar la mayor seguridad a nuestra gente. Trabajamos con mucha convicción, procesando la uva de la mejor forma. Fue una tensión entre la precaución y la naturaleza que nos obligaba a cosechar y elaborar. Logramos espumantes muy buenos, en un año que nunca vamos a olvidar. Hombres y mujeres trabajamos muchísimo para sortear las dificultades.

-¿Cuál es el balance de estos 60 años de Chandon?

- Es amazing, como dicen los ingleses. Es muy lindo, es sorprendente haber sido la primera experiencia de una casa de champán fuera de la Champaña (región de Francia donde se origina ése espumante). Pensar en la primera semilla que se sembró aquí, después de mucho indagar en donde se podía reproducir. Desde Agrelo, Mendoza, a metros de altura, que haya podido germinar en medio de la nada es de por sí algo tan hermoso como improbable pero que se hizo realidad. Que se creara la categoría del espumante Premium de la mano de Chandon, poder seducir el paladar argentino, entrar en su menú, en sus restaurantes, es una gran satisfacción y realmente un honor.

-¿Qué proyecciones tienen para 2021?

- Siempre comparo nuestro ecosistema a algo que no es muy romántico: una cebolla (risas). La capa externa es la economía mundial (macro), la segunda es la nacional, bastante compleja y en el centro está el corazón que somos nosotros. Desde allí siempre pensando en qué podemos hacer para que el producto sea cada vez mejor para el consumidor e incluso para enfrentarnos a la competencia. Esperamos que cada consumidor encuentre entre los nuestros el producto que más le guste y el que pueda tomar en cada ocasión. Que con la burbuja pueda hallar el ritual sensorial que desee.

- Lanzaron recientemente un producto muy diferente al resto de los espumantes, ¿de qué se trata?

- Nuestro 'saber hacer' es seleccionar la mejor materia prima, transformarla y ensamblarla para lograr el equilibrio óptimo. Ir más allá de la uva. En el caso del Apéritif buscamos la mejor naranja y la maceramos con cinco especias para brindar al consumidor una nueva experiencia sensorial. Tenemos reglas, la más importante es que nuestros componentes siempre son naturales, hechos en casa y se ensamblan de una manera especial para que no sea una bebida artificial. Todos los componentes se unen para crear un ejemplar único, natural y pleno. El amargo de la uva es desagradable de por sí pero hay amargos muy agradables que nosotros fuimos a buscar y así salió este espumante. 

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