Insólito tironeo entre Alberto y el kirchnerismo: ¿le aceptaron la renuncia a De Pedro?

C5N, medio que responde directamente a Cristina Kirchner, confirmó más temprano que el presidente le había aceptado la renuncia a Wado de Pedro. Sin embargo, desde el entorno de Alberto Fernández lo niegan.

"El presidente Alberto Fernández aceptó la renuncia de su ministro del Interior, Eduardo Wado de Pedro". Así lo confirmó C5N, medio afín al kirchnerismo, minutos después de las 13.

Sin embargo, pasadas las 14, desde el entorno de Alberto Fernández (pequeño entorno) dijeron que aún no se le había aceptado la renuncia a nadie. Así lo planteó Vilma Ibarra.

Lo más llamativo es que transcurrido un tiempo considerable de la aclaración de Ibarra (secretario Legal y Técnica), el medio kirchnerista no había replicado sus declaraciones y, mientras tanto, seguían hablando del eventual reemplazante de De Pedro.

De Pedro fue el primero en escribir un texto de renuncia y filtrarla a los medios, como parte de la embestida del kirchnerismo contra la gestión de Fernández.

De Pedro responde a Cristina Fernández de Kirchner y su salida parece sentenciada tras encabezar la movida que el miércoles realizaron cinco ministros y otros tantos funcionarios, aunque no todos los kirchneristas, ya que el Procurador Carlos Zannini y el subsecretario de Energía Eléctrica Federico Basualdo (que había intentado echar el ministro Martín Guzmán) no lo hicieron.

Asalto al poder: ¿qué pasa puertas adentro de la Casa Rosada?

La crisis del Frente de Todos que está minando la constitución del equipo de gestión va en escala.

Hubo intentos de poner paños fríos a la crisis que se vive por parte del Presidente en un hilo de Twitter, pero de inmediato volvieron a aparecer situaciones críticas y embestidas contra él.

El más grave es el audio de la diputada cristinista Fernanda Vallejos (lo podés escuchar haciendo click aquí).

La eventual aceptación de la renuncia de Wado de Pedro resultaría un paso lógico, ya que un ministro en un área tan política como es Interior, no podía continuar siendo el interlocutor de un mandatario al que, a todas luces, dejó en claro que no respeta.

Lo que suma incertidumbre es el futuro del Gobierno y las implicancias en la gestión de la grieta interna del Frente de Todos.

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