Esta es la lista actualizada de las empresas occidentales que sancionaron a Rusia

BP sale de Rosneft, Shell rompe con Gazprom, Maersk suspende el transporte, Visa y Mastercard bloquean operaciones. Se suman las automovilísticas.

Esta vez Europa parece estar tomando el asunto en serio y, junto a su aliado del otro lado del Atlántico, Estados Unidos, impuso las mayores penalizaciones contra un país que se sitúa como la 12ª economía del mundo. 

Rusia no es Cuba, y por eso las medidas impulsadas por los Estados traspasan con creces los límites de lo público y llegan a los estrechísimos vínculos e intereses que las compañías occidentales comparten con el vecino del este. Obligadas o no, varias de las principales multinacionales han dado un paso adelante que hace solo unos días parecería imposible. Y en muchos casos han ido más allá del perímetro establecido por los Gobiernos.

El periodista Marcos Lema en El Confidencial de España describió que "mientras que las sanciones se han centrado en el sector financiero, y compañías de medios de pago como Visa o Mastercard ya han anunciado que las aplicarán, dejan fuera a la mayor parte del energético, debido a la dependencia europea del gas ruso. Pero la valiente decisión -tras sufrir presiones del gobierno británico- de la petrolera BP, que saldrá del accionariado de la rusa Rosnef mediante una operación que le podría infligir un perjuicio de hasta 22.400 millones de euros, ha originado una cascada de desinversiones que golpeará duramente las bases de la economía 'enemiga'. Shell ha roto con Gazprom, Maersk suspenderá el transporte de contenedores... y hasta las automovilísticas se suman al boicot. Esta es la lista completa, que va mucho más allá de la paralización de las ventas de Apple".

La nómina


  • BP:
    La primera en romper la baraja fue British Petroleum. Este lunes, la compañía anunció que se deshacía de su participación en Rosnef después de 24 años, valorada actualmente en unos 12.500 millones de euros. La caída en Bolsa, del 3,95%, es solo el primer ejemplo del elevado coste que suponen este tipo de acciones precipitadas para las grandes multinacionales. La decisión, motivada por presiones políticas procedentes del Ejecutivo de Boris Johnson, sorprendió al mercado, ya que la compañía llevaba semanas advirtiendo de que su compromiso con el gigante petrolero ruso, participado en un 40% por el Estado, se mantendría pasase lo que pasase con las amenazas Vladímir Putin a Occidente. Oswald Clint, analista de la consultora Bernstein, resume la situación en 'The Wall Street Journal': "Pensamos que sería más engorroso abandonar técnicamente la posición, pero lo han hecho". Algunos expertos consultados por la cabecera neoyorquina incluso consideran que la salida puede ser un alivio a largo plazo, debido al gran coste reputacional que estaba teniendo la aventura rusa. El efecto dominó no tardaría en llegar.

  • Shell: La siguiente fue la angloholandesa Shell. En este caso, la compañía no forma parte del capital de otras empresas rusas, pero sí mantenía una relación estratégica como el ariete energético del Kremlin. Y ha decidido romperla. Este lunes, anunció su salida de los proyectos compartidos con la paraestatal Gazprom, entre los que se encuentra una gran planta de gas natural licuado. Otra de las consecuencias del giro es el freno a la inversión en el polémico gasoducto Nord Stream 2, cuya certificación ha paralizado Berlín en represalia por la invasión de Ucrania. Se trata de un gesto simbólico, más que económico. A diferencia de BP, los intereses de Shell se limitan a unos 2.700 millones de euros, según recoge Bloomberg.

  • Total Energies: La francesa Total Energies ha sido mucho más prudente, pero finalmente también ha sucumbido -a su manera- a la presión. Involucrada en negocios de gas natural licuado (GNL), no dejará de sus grandes proyectos en Rusia, pero anunció este martes que no aportará capital a nuevas iniciativas. La decisión llega después de que Le Maire le pidiese retirarse totalmente del país.

  • Equinor: La energética noruega Equinor ha sido más expeditiva, y abandonará todos los proyectos que comparte con empresas rusas, valorados en 1.200 millones de euros, de acuerdo con Bloomberg.

  • El fondo de pensiones noruego: También en Noruega, el fondo de pensiones estatal, que invierte los multimillonarios ingresos del gas y del petróleo -contaba con una capitalización de 1,23 billones de euros al cierre de 2021- en activos en el extranjero, anunció el domingo que congelará los que tiene en Rusia, valorados en 2.700 millones de euros, para después deshacerse de ellos.

  • ExxonMobil: De las grandes petroleras occidentales con presencia en la nación oriental, ExxonMobil ha sido de las últimas en reaccionar. Su única medida hasta el martes consistía en iniciar la evacuación de los trabajadores estadounidenses del país. Pero este miércoles ha sucumbido a la presión: abandonará la explotación del yacimiento Sakhalin-1, del que controla el 30% de la propiedad, y se ha comprometido a no realizar más inversiones tras un cuarto de siglo en el país. En el caso de la española Repsol, la decisión de desprenderse de sus últimos activos en Rusia ya se tomó el pasado enero, antes de la invasión. Fuentes de la compañía han confirmado al diario español El Confidencial que la operación está cerrada y cobrada, aunque se desconoce el montante.

  • Eni: El gigante petrolero italiano venderá su participación del 50% en el gasoducto Blue Stream, que une Rusia con Turquía. La otra mitad de la infraestructura pertenece a Gazprom. Aunque su presencia en Rusia es testimonial, la compañía mantiene varias 'joint venture' (empresas conjuntas) con Rosnef, que llevan años congeladas debido a las sanciones aplicadas tras la invasión de Crimea en 2014.

  • Galp: La petrolera portuguesa no participa en ningún consorcio con empresas rusas, pero ha anunciado este miércoles que suspenderá las compras de productos derivados del crudo para eliminar su exposición "directa o indirecta" al mercado de esa nación.

  • Centrica: El 'holding' europeo que aglutina a grupos como British Gas ha anunciado que cancelará sus contratos con los proveedores rusos. Se trata de la primera empresa gasística que toma una decisión de semejante contundencia, mientras el suministro sigue fluyendo desde el país euroasiático hacia el oeste a través de Ucrania. El castigo supera con creces las escasas sanciones al mercado energético impuestas por Occidente.

  • Glencore: La principal empresa de compraventa de materias primas del mundo anunció este martes en un comunicado que reconsiderará sus operaciones comerciales en Rusia. Actualmente, la multinacional con sede en suiza tiene una participación del 0,5% en Rosnef, por valor de unos 200 millones de euros, así como otra del 10,5% en el accionista mayoritario del gigante del aluminio Rusal, que asciende a unos 710 millones.

  • Trafigura: También dentro del ámbito de las materias primas, Trafigura ha anunciado este miércoles que congela sus inversiones en Rusia. Sin embargo, aún no ha tomado una decisión sobre su participación del 10% en Vostok Oil (unos 730 millones de euros), el proyecto de exploración petrolífera en el Ártico respaldado por Putin y liderado por Rosnef.

  • Maersk: El sector logístico es otro de los que se ha movido rápidamente. La mayor naviera del mundo, con sede en Dinamarca, anunció este martes la cancelación de todas sus operaciones de transporte de contenedores marítimos con Rusia, excepto aquellas que trasladen alimentos, medicinas y ayuda humanitaria. Según ha explicado el experto en logística Ricardo de Vera a la agencia de noticias EFE, el país y su área de influencia representan el 20% del negocio de Maersk, que posee cinco terminales portuarias.
  • MSC: El otro gigante del sector, el suizo MSC, también dejará de hacer operaciones con Rusia, con las mismas excepciones que Maersk. La suspensión afectará a todas las áreas de acceso, entre las que se encuentran el Báltico, el Mar Negro y el este del país. La singapurense Ocean Network Express, la alemana Hapag Lloyd y la francesa CMA CGM se han unido al boicot. La decisión tendrá graves consecuencias para el suministro de bienes occidentales a Moscú, que van desde los yogures de Danone hasta los coches de Renault.

  • Daimler Trucks: El sector del automóvil es otro de los afectados, con el gigante alemán Daimler Trucks, que fabrica los vehículos comerciales de Mercedes, a la cabeza de las represalias. La multinacional anunció este lunes que detendrá sus ventas a Rusia y se plantea revisar los vínculos con su socio local Kamaz, que los propios representantes sindicales piden cortar. La decisión llega después de algunas informaciones que apuntaban que ciertos componentes enviados a Moscú estaban siendo usados para equipar vehículos militares.

  • Volvo: Tanto la compañía automovilística sueca como su filial de vehículos comerciales (Volvo Trucks) detendrán la producción y las ventas en el país euroasiático. La inglesa Land Rover también parará sus exportaciones. Sin embargo, no todas las empresas automovilísticas han sido tan expeditivas: Renault y Volkswagen tienen la intención de seguir en el país, pero la francesa se ha visto obligada a cerrar su planta en Moscú por falta de suministros y la alemana a detener las ventas debido a la caída del rublo.

  • Ford: Otra de las que no se planteaba salir es la estadounidense Ford, pero finalmente ha sucumbido a las presiones. "No especulamos con implicaciones para el negocio", dijo la multinacional en un comunicado este martes. Horas después, ha suspendido sus operaciones junto a Soller, una empresa rusa con la que fabrica camiones a través de una 'joint venture'. "Como parte de la comunidad global, Ford está profundamente preocupada por la invasión de Ucrania. La situación nos ha obligado a reevaluar nuestras operaciones en Rusia", rectificaba en un comunicado recogido por Europa Press. También en Estados Unidos, General Motors (Chevrolet, Cadillac) ha detenido el envío de cargamentos hacia la nación presidida por Putin, pero por problemas logísticos ajenos a la compañía. De momento, las marcas japonesas mantienen el suministro, pero Mitsubishi está sopesando el riesgo, según Bloomberg.

  • Boeing: En el sector aeronáutico, el fabricante estadounidense Boeing ha anunciado la suspensión de sus operaciones en Moscú, que incluían servicios de repuestos, mantenimiento y soporte técnico a compañías rusas. Las sanciones impiden la exportación de piezas para aviones rusos, y algunas aerolíneas, como British Airways, suspendieron sus vuelos con Rusia incluso antes de que el Kremlin los vetase. Además, la estadounidense Delta ha rescindido la explotación conjunta que mantenía con la pública Aeroflot.

  • Siemens: El gigante alemán Siemens, que fabrica trenes, componentes industriales y soluciones tecnológicas, ha anunciado este miércoles que suspende sus nuevos negocios en Rusia y las entregas internacionales al país, 171 años después de la primera exportación de material telegráfico. Se trata de la mayor empresa alemana que toma esta decisión.

  • Adidas y Nike: Otras compañías germanas, como la deportiva Adidas, han tomado acciones más simbólicas. La multinacional ha retirado el patrocinio a la federación rusa de fútbol, que data de 2008, mientras que su competidor Nike informó este martes de la paralización temporal de la venta de sus productos, aunque no aclaró si la medida responde a una decisión política o a problemas logísticos. También en el ámbito del 'retail', la firma de moda húngara Nanushka, una de las marcas emergentes de la Semana de la Moda de París, dejará de vender sus prendas en el país euroasiático.
  • Mastercard y Visa: El sector financiero es el que se está viendo más afectado por las sanciones, pero para que estas sean efectivas se necesita el bloqueo de los medios de pago. Mastercard y Visa, los dos gigantes en este ámbito, aplicarán las represalias establecidas por Occidente sobre las entidades rusas.

  • Los bancos y las grandes gestoras: De la misma manera, los principales bancos españoles ya están empezando a bloquear a los clientes rusos, tal y como adelanta este miércoles en exclusiva El Confidencial, tras la alerta del Banco Central Europeo sobre posibles blanqueos. Las sociedades que gestionan los grandes fondos de inversión también han empezado a suspender operaciones que afectan a activos del país euroasiático, para cumplir con las sanciones establecidas por la Unión Europea y Estados Unidos. 

  • JP Morgan Asset Management ya impide a sus clientes comprar, canjear o reembolsar participaciones en ese mercado, según ha informado este miércoles a la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV), mientras que DWS, filial de Deustche Bank, no realizará nuevas inversiones en valores rusos. Según el diario londinense 'Financial Times', hasta 19 gestoras, entre las que se encuentran BlackRock, UBS, Pictet o BNP, han congelado activos por valor de 4.000 millones. Por si fuera poco, el ponderador estadounidense MSCI baraja reclasificar los índices del país de la categoría de 'mercados emergentes' a la de 'mercados 'independientes', lo que provocaría una mayor fuga de inversiones.

  • Las consultoras, despachos y empresas de relaciones públicas: Las presiones de los Gobiernos y el daño reputacional han llevado a varias firmas de diferentes ámbitos a renunciar o limitar sus contratos con clientes rusos. Es el caso de la consultora KPMG, que ya ha comunicado que dejará de prestar servicios a quienes estén afectados por las represalias de Occidente. Por su parte, la firma jurídica Baker McKenzie se está replanteando sus operaciones en Rusia y ha reconocido a Bloomberg que tendrá que suspender su relación con las empresas vetadas, entre las que está VTB, el segundo mayor banco del país. Lo mismo hará el la londinenese Linklaters. De momento, las consultoras estratégicas McKinsey, Boston Consulting Group y Bain & Company solo cortarán sus lazos con el Gobierno ruso, según recoge el 'Financial Times', pero están recibiendo una gran presión para que también lo hagan con las compañías privadas. La única que lo ha hecho hasta ahora es Grant Thornton. En el ámbito de las relaciones públicas, la británica Hudson Sandler dejará de trabajar con clientes rusos, mientras que Brunswick terminó la semana pasada su relación con la constructora del Nord Stream 2.

  • Netflix, Warner y Disney: El poder blando de Occidente también se moviliza frente al Kremlin. Walt Disney no lanzará nuevas películas en Rusia y Warner Bros ha cancelado el estreno de 'The Batman', que estaba previsto para este viernes. Entre las plataformas, Netflix incumplirá la nueva ley audivisual del país y no incluirá ningún canal ruso en su oferta para ese mercado.

  • Apple, Google y Meta: Por último, hasta la mayor cotizada de Estados Unidos se ha apuntado a la respuesta contra el Kremlin. Al igual que Dell, Apple suspendió este martes sus ventas en Rusia, después de haber paralizado las exportaciones la semana pasada. La compañía de la manzana también bloqueará el acceso al sistema de pago Apple Pay e impedirá el consumo desde fuera del país de los medios de comunicación RT y Sputnik, controlados por Moscú. Asimismo, Google ha 'capado' estas páginas, y los vídeos de desinformación no se podrán ver a través de Youtube. Las redes sociales de Meta (Facebook, Instagram y WhatsApp) han tomado acciones similares, así como Twitter. En España, Movistar y Vodafone han suspendido las emisiones, en línea con lo dictaminado por Bruselas.


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