Ieral: Cómo condiciona a la economía de Mendoza que haya o no acuerdo con el FMI

Qué 2021 tuvimos y qué 2022 tendremos en Mendoza en materia económica. Los datos duros del informe que el Ieral presentará esta tarde desde las 18 en el Park Hyatt.

El Ieral presentará esta tarde por décimo séptimo año consecutivo, su habitual análisis del panorama general y sectorial de la economía mendocina durante 2021 y de su posible evolución en el año 2022. Basado en los propios datos, el énfasis principal de este trabajo está en conocer las perspectivas económicas de Mendoza, tanto a nivel global como sectorial. En la presentación de su libro con datos duros e interpretaciones, señalarán que "se pretende contribuir a una mejor comprensión de los problemas que enfrenta la economía, y además detectar oportunidades de inversión en la provincia". 

Luego de la tradicional descripción sobre la "magnitud y composición" de la economía de Mendoza, el análisis se focaliza en la dinámica de la economía mendocina durante 2021 poniendo especial atención en sus "motores".

En adelante, el volumen reflejará cómo evolucionaron los principales sectores productivos. En el último punto, se analiza el escenario más probable para la economía durante el 2022 tanto a nivel sectorial como macroeconómico. Finalmente se dan a conocer las conclusiones y las perspectivas de la economía provincial.

Algunos datos duros

La producción de bienes y servicios en Mendoza durante 2021 ascendió a los u$s 12.400 millones. En términos per cápita, el nivel de ingreso promedio de cada mendocino alcanzó aproximadamente los u$s 6.300 anuales (estimaciones IERAL). 

Durante 2021: Macroeconomía de Mendoza 

• La economía provincial evidenció una importante reactivación pero con menor intensidad que a nivel nacional. 

• Entre los motores más relevantes que potenciaron el rebote de la actividad económica se destaca el des-confinamiento de la pandemia (respecto al 2020) y la fuerte expansión de la economía nacional. 

• La economía mundial también ayudó a que se recuperarán los precios y las exportaciones mendocinas pero el poder adquisitivo de las mismas se redujo por la elevada inflación. 

• A pesar de la recuperación económica, el mercado laboral del sector privado formal siguió siendo contractivo ya que no se recuperó el empleo ni tampoco el poder adquisitivo de los asalariados. 

• Los motores internos del sector financiero y del sector público provincial también continuaron siendo contractivos durante este año. 

• El sector público nacional a través de las transferencias discrecionales tuvo a Mendoza entre las provincias más desfavorecidas en el reparto de dichos recursos. 

• Comparada a la salida del año 2003 (anterior rebote luego de una caída similar en la economía), la recuperación del 2021, en general resultó más lenta e incompleta ya que algunos indicadores importantes siguieron cayendo.

Escenario 2022

- Mundo bastante más complicado y con fuertes amenazas: tasas de interés en alza para frenar los avances de la inflación en varios países, fuerte desaceleración en los socios comerciales de Mendoza y enorme incertidumbre por la dinámica del conflicto bélico entre Rusia y Ucrania.

- Contexto macro de Mendoza: altamente dependiente del escenario macroeconómico argentino y éste último del acuerdo (y su cumplimiento) o no con el Fondo Monetario Internacional (FMI).

- La falta de acuerdo con FMI, además de implicar un inédito default con el organismo internacional de crédito, volvería sumamente inestable a la economía con importantes caídas en los niveles de actividad y con gran peligro de explosión cambiaria e inflacionaria.

- Por otro lado, un acuerdo con FMI no resolvería ninguno de los problemas de fondo de la economía pero podría evitar un colapso de la misma aunque los niveles de inflación no necesariamente bajen delos registrados en 2021.

- Dada la falta de reformas estructurales y que se mantendrían muy altos los niveles de inflación, el acuerdo con FMI difícilmente permita reestablecer la confianza en la economía nacional. Este motivo junto con la debilidad del resto de los motores que afectan la actividad económica de Argentina en el corto plazo, hacen prever que la expansión de la economía resultará relativamente baja durante 2022.

- En estos escenarios, los motores internos de Mendoza (Mercado Laboral, Financiero y Sector Público provincial) seguramente también resultarán muy débiles aún en el marco de un acuerdo con el FMI. Por lo tanto, para 2022 se espera una importante desaceleración económica en la provincia respecto del dinamismo experimentado en 2021. 

- Teniendo en cuenta el inestable marco macroeconómico de Argentina y el estancamiento de mediano plazo que presenta tanto la economía nacional como provincial, es urgente que Mendoza avance en mejoras estructurales dentro de los limitados márgenes de acción que tiene en materia de política económica.

Comercio (16% del PBG): sus ventas se recuperaron fuertemente durante 2021, gracias a una mayor movilidad de la población, y se notó más en los sectores que más habían sufrido las restricciones por la pandemia (centros comerciales, entre otros). Sin embargo, en la mayoría de los establecimientos, las ventas continuaron por debajo de los niveles previos a la pandemia, debido al menor poder de compra de la población. Para 2022, si no hay sorpresas, se espera un crecimiento leve en la actividad comercial, dado que no se espera un repunte significativo en el poder de compra de los asalariados, ni en los créditos bancarios. 

Petróleo (12% del PBG): venía con tendencia decreciente, y la extracción de crudo continuó cayendo, aun con la recuperación de su precio internacional. La política petrolera (con retenciones y las restricciones para transferir utilidades al exterior) no permite aprovechar las oportunidades de altos precios. En su rama industrial, se recuperó el volumen refinado, al incrementarse el consumo de combustibles, durante la cuarentena. Habiendo una alta utilización de su capacidad, es difícil esperar un incremento significativo en su actividad durante 2022. 

Vitivinicultura (9% del PBG): a pesar de la mayor cosecha, se vendió menor cantidad de vinos (especialmente, en genéricos, tanto en mercado interno como externo), a mayores precios bajos. Se inició la temporada con bajos stocks vínicos. Para el mercado externo, fue un buen año, con récord en vinos varietales fraccionados que aprovecharon la mayor demanda mundial. Para 2022, menor cosecha y stocks más bajos se traduce en una contracción de oferta, esperándose menores ventas de vinos, a mayores precios. Además, el panorama podría complicarse con un mundo que crecería a un ritmo menor y con altos riesgos. En uvas, 2021 fue un mejor año, mejoró la cosecha y subieron los precios debido a los bajos stocks vínicos. Para 2022, se espera una cosecha más baja, y dados los menores stocks vínicos, podría afectar positivamente en precios más altos de las uvas nuevamente. 

Resto de la industria (4% del PBG): la agroindustria, que es muy dependiente de Brasil, presentó mejores datos, aunque en forma heterogénea, con mayor exportación de aceite de oliva y frutas preparadas, y similares en ciruela desecada. Para 2022, el panorama no es tan alentador, al contar con menos materia prima (menor cosecha de frutas), y con un Brasil que se estancaría. Le jugaría a favor un dólar oficial que dejaría de rezagarse. 

Turismo: hubo una recuperación 2021 para este sector, al reducirse las restricciones para viajar, y también por el promocionado Previaje. Se registró más turismo de origen nacional, que en promedio gasta menos que el extranjero. Para 2022, en la primera parte del año continuará el impulso del Previaje (vacaciones de verano), pero luego probablemente no continúe. Se espera una recuperación por en la llegada de extranjeros favorecidos por un dólar oficial que dejaría de rezagarse respecto a la inflación interna.

Sector financiero: (4% del PBG) un flojo año con menos préstamos y depósitos. Para 2022, en una economía con baja expansión y ascenso en las tasas de interés (gobierno más necesitado de fondos), es difícil esperar un repunte significativo en los créditos.

Agrícola (sin uvas) (3% del PBG): buen 2021, con mejoras en cantidades (duraznos y peras) y en precios (ciruelas, aceitunas y ajos). Esto último se explicó en parte por buenos precios pagados por Brasil (ciruela y aceite de oliva). Sorprendió el ajo, porque fueron menores los precios pagados en ese país. Para 2022, se pronostica una menor cosecha en frutas y en uvas, lo cual puede repercutir en mayores precios.

Electricidad y gas (2% del PBG): con congelamiento de sus tarifas y mayor actividad económica, hubo un más consumo de energía. Desagregando, la excepción fue una disminución en el consumo residencial (menos teletrabajo y mayor movilidad de personas). En lo industrial, aumentó, pero no tanto por un menor uso por parte del sector petrolero (principal usuario). Para 2022, con un crecimiento leve de la economía y probablemente un reajuste de las tarifas, no se esperaría un mayor consumo energético. 

Construcción (2% del PBG): en 2021 esta actividad tuvo un fuerte incremento, tanto de origen pública (con mejor situación financiera y en un periodo electoral) como privada (continuó siendo bajo el costo de construcción expresado en dólares blue). Para 2022, con los temores de menor crecimiento y mayores tasas de interés, el impulso de la construcción pública probablemente se atenúe.

La presentación del informe completo

Lo señalado aquí es solo un resumen del trabajo realizado por el Ieral Mendoza. 

Presentación del Informe anual 2021 y Perspectivas 2022: 8 de marzo de 2022 en el Salón de los Espejos del Hotel Park Hyatt Mendoza.

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