Qué es BlackRock, la dueña de "un nuevo capitalismo"

Un informe publicado en España por el diario La Vanguardia desnudó toda la dimensión del fondo BlackRock, considerado "el dueño de casi todo" y, calificado por la investigación catalana como "monopolista", "largoplacista" y artífice de "un nuevo capitalismo".

"BlackRock, la primera gestora de fondos del mundo, es un gigante despierto que está cambiando el capitalismo. Le sobra fuerza para intentarlo. Gestiona 6,3 billones de dólares, casi tanto como el PIB de Alemania y Francia juntos. Se tutea con los gobiernos e instituciones financieras. Les aconseja cómo actuar y lo mismo hace con las compañías en las que es el principal accionista. Entre ellas están, por ejemplo, el 88% de las empresas en el índice S&P 500". Así calificó una investigación del diario español La Vanguardia al fondo dominante del mundo financiero y que no tiene problemas en rechazar y patear hacia adelante las propuestas de reestructuración que llegan desde Argentina con la deuda.

Es uno de los fondos de inversión acreedores de Argentina, del club de los que más títulos de su deuda posee y en el cual coordina acciones para negociar. Se habla de una cercanía de su CEO, Larry Fink, con el expresidente Mauricio Macri, con quien se vio dos veces en su gobierno. Pero no hay cuestiones ideológicas, al parecer habida cuenta que el actual presidente Alberto Fernández le pidió a su colega del Grupo de Puebla, el mandatario mexicano Andrés Manuel López Obrador (AMLO) que le diera una mano, ya que son amigos, según se dijo.

Alberto Fernández y AMLO.

De hecho, fue el propio AMLO quien reveló el pedido: "Sabía que yo tenía buena relación con Larry Fink que ellos estaban buscando una negociación de su deuda y que ya tenían un dictamen de cuánto podrían reconocer de la deuda y que él quería cumplir, que no quería firmar nada y luego que se incumpliera con las obligaciones, que se aceptara la propuesta de ellos", dijo el presidente mexicano en conferencia de prensa.

Agregó que Fernández le dijo que el plan era "pagar el 41% de la deuda, una quita del 59% para llegar a un entendimiento". Agregó que entonces le habló al líder de BlackRock, "que es una buena persona", para preguntarle si estaba al tanto de ello, a lo que el director del fondo le dijo que no dependía sólo de él pero que propondría al consejo una disminución del 50-55%.

Fink.

En el Ministerio de Economía aegentino explicaron que esos brokers no están obligados a declarar sus tenencias (de hecho, el Gobierno debió contratar a la firma internacional Morrow Sodali para saber quienes son los principales titulares de deuda argentina). BlackRock tendría más de 1600 millones de dólares en veinte bonos distintos según una lista que publicó la agencia Bloomberg. Otras fuentes dicen más de 2000 millones.

Nacido en 1988 en Nueva York, BlackRock es uno de los fondos más jóvenes en su tipo. Otros como Templeton o Fidelity datan de la inmediata posguerra, y los hay más antiguos aun entre los prestamistas de Argentina. Pero BlackRock es el fondo más poderoso del mundo: gestiona activos por más de 6 billones de dólares. Fue fundado por el propio Fink y su socio Robert Kapito. Para tener una idea de lo que significa el monto de su cartera, sólo dos países tienen un tamaño económico (PIB) superior: Estados Unidos y China.

Igual que otros fondos de inversión de esta envergadura, cobró mucho poder cuando, tras la crisis global de 2008 iniciada por los títulos de hipotecas, en la cual esos fondos fueron parte del problema, el gobierno de Estados Unidos empezó a regular más a la banca tradicional pero le dio más libertad de acción a estas instituciones de riesgo.

Fink y Kapito, CEO y director general de BlackRock, trabajaron en el First Boston, el Credit Suisse y otras firmas líderes en el mundo financiero de Wall Street y de Europa, y se doctoraron en negocios en universidades de prestigio. Ese fondo de inversión tiene acciones de multinacionales como Coca Cola, Apple, Microsoft, General Electric. Y de Bayer-Monsanto.

El periodista español  señaló en una investigación que publicó La Vanguardia la definición en torno al grupo.

Sostuvo allí que "el neocapitalismo de BlackRock es más monopolista -concentra la riqueza en menos manos- y la Comisión Europea teme que tenga un efecto pernicioso sobre la competencia que redunde en una mayor desigualdad. También es más largoplacista. Busca rentabilidades para nutrir, por ejemplo, uno de sus principales negocios: los planes de pensiones de los asalariados que ya no confían en el Estado de bienestar. Es un capitalismo que reescribe las reglas del contrato social.También es un capitalismo más tecnológico pues confía en la inteligencia artificial para decidir cómo proteger y hacer crecer las inversiones".

El informe que ya tiene dos años de publicado no carece de actualidad: da cuenta de la dimensión de un "monstruo" que no tiene por qué ser bueno ni malo, sino que simplemente "es".

Algunas claves de su "monstruosidad" son, según aquella investigación:

- Desde 2009 BlackRock creció montado en la ola del un mercado alcista y cada vez cuenta con más inversores. Administraciones públicas, fondos soberanos y ahorradores particulares le confían su dinero a cambio de un beneficio que entre 2007 y 2017 fue del 80%.

- La gran mayoría de estos inversores, como reconoce Larry Fink, director general de BlackRock, pierden confianza en el Estado y buscan en el sector privado las garantías de subsistencia que el sector público no ofrece. Las herramientas de ahorro a largo plazo, como los planes de pensiones, son la prioridad de la compañía.

- BlackRock también ha demostrado que los gestores de fondos y no los bancos son los verdaderos actores globales. "Esta es la verdadera historia", tal como sostuvo Daniela Gabor, profesora de Economía en la Universidad del Oeste de Inglaterra. La banca, más regulada desde la crisis del 2008, pierde peso como motor económico en favor de los gestores de fondos, gigantes no regulados porque son meros intermediarios, agentes que pasan a sus clientes los beneficios y las pérdidas de sus inversiones. El Tesoro de EEUU, por ejemplo, no considera que sean un riesgo para el sistema, entidades demasiado grandes que, llegado el caso, deberían ser rescatadas.

- La Vanguardia señaló que Michael Theurer, diputado del partido liberal (FDP) en el Bundestag, opina que "gracias a su gran tamaño, BlackRock tiene un poder de mercado que ningún Estado puede controlar. Esto socava las reglas básicas de nuestra economía de mercado". Lo que también preocupa a Theurer es que BlackRock pueda ser asesor de un gobierno -como lo fue del español para crear la Sareb- y luego beneficiarse de esta información privilegiada para decidir sus inversiones.

- BlackRock es tan grande y tiene tanta liquidez que el Banco de Italia también cree que supone un "riesgo sistémico". Si se retira de un mercado a la baja y otros le siguen, podría convertir una mera corrección en un crash. BlackRock, ha declinado comentar "on the record" esta y otras preocupaciones que despierta su tamaño y actividad.

- De alguna manera, sin embargo, Fink entiende que BlackRock ayuda a consolidar el capitalismo monopolista y tal vez por ello el pasado enero advirtió a las empresas de la necesidad de hacer "una contribución positiva a la sociedad". Les aconsejó no fijarse tanto en los beneficios trimestrales como en mejorar su valor a largo plazo.

- BlackRock puede ser una fuerza transformadora en la economía de mercado pero sin tocar su esencia, es decir, el crecimiento sin fin de los beneficios. El capital, como decía el escritor John Berger, sólo puede existir como tal si se reproduce continuamente: "Su realidad presente depende de su satisfacción futura".

Por su parte, el periodista de Página/12 Néstor Restivo subrayó una frase que abre una serie de incógnitas nuevas en torno a BackRock, más acá y más allá de la negociación de la deuda argentina. Aante el pánico por la pandemia de covid-19, Fink escribió a sus clientes: "En mis 44 años en las finanzas, nunca experimenté nada como esto. Cuando salgamos de esta crisis, el mundo será diferente". No explicó en qué sentido, salvo estar atentos a las "oportunidades tremendas" que ofrecerá la mercantilización de la crisis...


Los datos de esta nota. El periodista de La Vanguardia que realizó la investigación dio cuenta que la información de base fue recopilada por el grupo de periodistas Investigate Europe formado por Crina Boros, Wojciech Ciesla, Ingeborg Eliassen, Nikolas Leontopoulos, Maria Maggiore, Paulo Pena, Jordan Pouille, Harald Schumann and Elisa Simantke. Su trabajo es posible gracias a las contribuciones de Hans Böckler Foundation, Hübner & Kennedy Foundation, GLS Treuhand, Rudolf-Augstein Foundation, Fritt Ord Foundation y la Open Society Initiative for Europe. Investigate Europe coopera con las ONGs Journalismfund y N-Ost. Además, se incluyeron artículos difundidos por Milenio de México y Página/12 de Argentina.

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