La inclusión educativa: un proceso que nos involucra a toda la sociedad

Con este artículo quiero completar lo expresado en el del domingo 5 de mayo. La inclusión nos involucra a todos. Este movimiento puede llevar también a una mutación antropológica: "L'homo sapiens, adapto al pensamiento abstracto se enriquecerá del homo socians, capaz de reunir, de agrupar, rechazando que la promoción de unos se nutra con la exclusión de otros". Estas frases de Charles Gardou nos permiten inmediatamente esclarecer la óptica respecto a la cual se colocan las reflexiones y las propuestas que entendemos profundizar en este encuentro.

Sostengo particularmente la tesis según la cual la didáctica especial, entendida como didáctica de la inclusión, conduce no solamente a aprendizajes significativos para los alumnos con alguna discapacidad, sino para todos los alumnos, aún para los más dotados en el plano de los conocimientos, de las habilidades y de las competencias de las diversas disciplinas, sea en el plano de la educación a los valores de la legalidad, de la solidaridad y de la participación a los fines de una ciudadanía plena.

La inclusión es un proceso que tiende a construir relaciones comunitarias significativas, superando la fragmentación de las acciones institucionales y de los operadores escolares y extraescolares y a favorecer la formación global de la persona en situación de desventaja ...en la reciprocidad.

Se avanzará igual sin duda, pero difícilmente todo lo necesario. En educación no se puede perder tiempo, porque en ese tiempo se pierden personas, se pierden etapas irrecuperables para la vida de cada una..., y es una enorme responsabilidad la que tenemos cuando nos embarcamos en esta espléndida y comprometida labor de educar.

En el camino hacia el logro de una inclusión educativa y social, en una educación a la afectividad, en una educación a la paz, surgirán situaciones no fáciles de resolver o que precisan de formación y actualización de todos los participantes en este trabajo. Es evidente. Pero para llegar a ese momento, hay que comenzar a realizar las acciones necesarias para la mejora de la calidad educativa que llega al alumnado mediante el modelo inclusivo de educación.

Cuando el modelo se implementa, se valoran los procesos que tienen lugar en el centro escolar y en las aulas, se refuerza todo lo positivo que se está produciendo, se concreta lo que falta, se va consiguiendo y se sigue avanzando sin dejar nunca de mejorar.

Toda la población educativa y también la sociedad debe formarse para estar incorporada comprometidamente en su vida y en su contexto social, y esta formación no termina, siempre necesita de nuevas iniciativas, conocimientos, actualizaciones de lo ya dominado..., es la realidad la que impone esta situación...,interesante, sin duda, pero exigente también.

Es importante que cada persona encuentre posibilidades de perfeccionamiento continuo en su entorno habitual, sean estas formales como no formales: opciones culturales de carácter general (cine, teatro, exposiciones...), bibliotecas, cursos abiertos para personas adultas (x ejemplo de psicomotricidad relacional y de resolución de conflictos) y un largo etcétera.

Quiero destacar que en esta formación no se puede perder de vista la necesidad de incorporar la nueva visión de la sociedad intercultural y democrática, de manera que la evolución de las actitudes se dirija hacia esa sociedad inclusiva que se promueve sin cesar desde numerosos ámbitos.

Lo denominado hasta ahora "normal", se ha convertido en "diverso", por lo cual la diversidad se ha transformado en norma, y este cambio profundo en las sociedades actuales debe tener consecuencias positivas en la educación de las futuras generaciones.

Será la única forma de lograr una educación inclusiva, insisto, democrática y comprometida que atienda a todos y cada uno de los alumnos que conforman nuestra sociedad actual y quienes serán los protagonistas del futuro, siempre en el respeto de los tiempos y de los ritmos individuales.

Termino con una frase de un conocido periodista y escritor italiano para niños y jóvenes Gianni Rodari vencedor del premio Andersen (Nobel de la literatura Infantil) en relación a la educación para la paz:

"¿VALE LA PENA QUE UN NIÑO APRENDA LLORANDO, AQUELLO QUE PUEDE APRENDER RIENDO?"