Alquiler de vientres: el debate pendiente, los más de 20 proyectos y el impulso mendocino

Llamado también gestación por sustitución, el método de reproducción asistida hoy se practica en Argentina. Sin embargo, hay un vacío legal al respecto y se requiere regulación. De qué se trata, la iniciativa de Anabel Fernández Sagasti y qué dicen los especialistas.

Se podría decir que cada vez son menos los impedimentos que existen para aquellas personas que quieren tener hijos y no tienen posibilidades a través de la biología tradicional (por mencionarla de alguna manera). Es que cada vez hay más herramientas y opciones de las que se empieza a hablar y a las que se recurre.

Incluso, hay alternativas que si bien están en vías de buscar su canalización legal, no sólo que existen sino que se practican actualmente en Argentina y Mendoza no es la excepción. Nos referimos a la gestación por sustitución, una técnica de reproducción asistida que posibilita llevar adelante un embarazo sin aportar ningún material genético del cuerpo en el que se gestará el embrión.

El panorama es complejo y son muchas aristas así que hay que ir paso a paso. Para ahondar en la parte legal de la también conocida como "gestión solidaria" (sobre todo por parte de la comunidad LGBTQ+) hay que ser claros: al igual que sucedió con la actual ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo antes de su sanción, la práctica de subrogación hoy se realiza en el país, a pesar del vacío legal todavía existente.

"Hacerse, se hace. Lo que sucede es que no todos pueden acceder con igualdad de derechos a esta práctica o, en todo caso, para quienes tienen recursos es más simple resolverlo. Por este motivo es importante repasar el alcance y sobre todo, lo que implica la gestación solidaria", explican desde el entorno de Anabel Fernández Sagasti.

Es que precisamente, la senadora nacional por Mendoza (Frente de Todos) presentó en el Congreso de la Nación una iniciativa al respecto. Para poner en contexto, primero, hay que hacer referencia a la Ley 26.862 de Reproducción Asistida, que es la que garantiza el acceso integral a los procedimientos y técnicas médico asistenciales de reproducción médicamente asistida.

Sin embargo, en el alcance de la norma no se menciona específicamente el término "útero subrogado". Y la técnica de gestación por sustitución se retiró del Proyecto de Ley del Código Civil y Comercial durante el debate en el Congreso de la Nación. Esto, en algún punto, ocasionó el vacío normativo arriba mencionado.

Incluso, actualmente en el parlamento nacional hay más de una veintena de proyectos sobre el tema que, con distintos enfoques, aportes y argumentos, buscan brindar previsibilidad a las familias que deseen ejercer su derecho reproductivo a través de la también denominada "subrogación de vientre".

El proyecto de ley más reciente, aclaran, lo introdujo la legisladora Fernández Sagasti el pasado mayo, es el N° 1038/22 y en su artículo 2 define: "Gestación por sustitución. Concepto. La gestación por sustitución es un procedimiento de técnicas de reproducción humana asistida en virtud de la cual una persona denominada gestante, sin ánimo de lucro, lleva adelante un embarazo con la finalidad de que la persona nacida tenga vínculos de filiación con una persona o pareja denominadas requirentes, previa autorización judicial".

Así, la iniciativa que propone modificar el artículo 562 del Código Civil y Comercial, determina entre sus principales lineamientos: la necesidad de autorización judicial; el consentimiento previo, informado y libre de todas las partes intervinientes; que la persona gestante no aporte sus gametos (a efectos de evitar el vínculo biológico entre esta y la persona por nacer); que la persona requirente o al menos una de ellas posea imposibilidad de concebir o de llevar un embarazo a término; que la persona gestante no reciba retribución y que existan lazos afectivos entre la o las personas requirentes y la persona gestante.

La mirada de especialistas

Decíamos que el método también conocido como "alquiler de vientres", tiene muchas aristas desde las cuáles mirarse y analizarse. Por eso, es interesante el aporte que distintos profesionales que han profundizado acerca de la temática, pueden hacer desde su perspectiva.

Una de ellas, es la abogada Marisa Herrera: "Tanto la prohibición de la gestación por sustitución así como el silencio normativo en la materia no impiden de modo alguno el uso de esta técnica de reproducción humana asistida, uso que además resulta cada vez más frecuente tanto en nuestro país como en todo el mundo. Por el contrario, la ausencia de una norma legal sólo genera situaciones de injusticia, discriminación, inseguridad jurídica y desigualdades".

Por su parte, Silvia Jadur, psicóloga especializada en reproducción humana, analizó que falta mucha información sobre el tema y, por eso, quienes se acercan a su consultorio muestran "temor, preocupación, angustias y expectativas, tanto las mujeres heterosexuales con o sin pareja y con historias ginecológicas complejas, como varones con o sin pareja", apuntó.

Para Jarur, es necesario que exista de manera urgente una regulación entorno a la gestación solidaria, considera que es imprescindible para determinar el marco legal, la protección y las distintas maneras de acceder al tratamiento: "Si el objetivo es construir una familia es pertinente pensar en lo que se necesita y en los derechos de los niños, sobre todo".

Otro profesional de la Psicología que aportó su visión fue Mariano Beltrán, quien subrayó que como sociedad debemos dejar "de tutelar las decisiones de los demás, por muy incompresibles que nos parezcan y promovamos marcos jurídicos y socioculturales garantistas".

Para él, se necesita un debate honesto no sólo sobre la gestación por sustitución, también acerca de la donación inter-vivos, de la reproducción humana asistida y de la autonomía de los cuerpos en general. "Si no lo hacemos nosotros, lo hará el mercado, al margen de los derechos", sentenció el también activista por los Derechos Humanos.

En primera persona

Retomando las primeras líneas y llegando al final de esta enorme temática, aparecen testimonios reales de personas que ya lo vivieron y reflejan su experiencia. Carlos Durigoni contó que, a través de un grupo en las redes sociales, contactó a alguien para concretar la gestación y la mujer, luego se convirtió en su amiga.

Para él, una ley es realmente necesaria: "Tiene que regularse el procedimiento para el cuidado de la persona que va a gestar, tiene que ser necesario el cuidado de la integridad de esa persona, tanto físico como emocional. Hay mucha gente que no puede acceder a los montos que exige una clínica, por eso es preciso que las obras sociales y las prepagas cubran ese proceso".

Y continuó: "Es necesario también encontrar mecanismos para que las clínicas que empiezan a descubrir un camino comercial no capten mujeres ofreciéndoles una pequeña porción de lo que se llevan. Recordemos que esto es un proceso de vientre solidario y no un hecho comercial".

Desde su experiencia, Carlos también quiso dejar un mensaje para aquellas personas que están considerando este método de gestación. "Les diría que no bajen los brazos por situaciones difíciles, que el deseo de formar una familia -de la forma que la sueñen- sea el motor para continuar. Es nuestro momento de visibilizar y sensibilizar a las personas que no lo aceptan o no lo entienden", agregó para concluir. 

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