Un bono aparece en el horizonte para disminuir las críticas a la movilidad jubilatoria

En marzo se cobrará por primera vez con la nueva fórmula y claramente los jubilados perderán poder adquisitivo frente a la inflación. Un bono sería la solución del Gobierno.

El primer cobro de los 18 millones de jubilados con la nueva fórmula aprobada por el oficialismo a fines del 2020 significará una pérdida de poder adquisitivo frente al fuerte aumento de la inflación en los últimos meses.

El incremento será del 8% y no habrá otro hasta mitad de año, por lo que claramente quedarán bajo la línea de la inflación que en el primer trimestre podría estar en el 11%. Anticipándose a las críticas, en el Gobierno analizan entregar un plus para tratar de equilibrar el aumento con la inflación.

Igualmente, en el Gobierno defienden la fórmula señalando que tiene en cuenta indicadores macroeconómicos, y -según dijo Fernanda Raverta- "uno no puede adivinar cuánto va a incidir esta fórmula en otras variables, como la inflación".

Por eso, dijo que "proponemos dar el aumento que se establece por movilidad e instrumentar algún instrumento para paliar la diferencia con la inflación".

Según fuentes de Casa Rosada citadas por Cronista, se espera el regreso de Alberto Fernández para tomar la decisión definitiva, la cual parece ser la única manera para no detonar una avalancha de críticas en un momento en que ya hay cuestionamientos por el vacunatorio VIP y los que se saltaron la fila en desmedro de los adultos mayores.

De aplicarse un 8,07% de suba por movilidad, la jubilación mínima subiría de $ 19.035 a $ 20.571 a cobrar durante marzo, abril y mayo. Las pensiones no contributivas serían de $ 14.400 y la PUAM de $ 16.457. 

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