En números: cómo el Gobierno duplicó los subsidios en apenas un año
Los subsidios corrientes acumulados a mayo fueron de $ 306.745 millones, lo que representa un crecimiento interanual de 94% nominal.
Según los números de la Asociación Argentina de Presupuesto y Administración Financiera Pública (ASAP), los subsidios corrientes acumulados a mayo de 2021 fueron de $306.745 millones, con un crecimiento interanual de 94% nominal.
Asimismo, se desprende del informe que uno de cada 10 pesos que gastó el Estado hasta el 31 de mayo (sin contar intereses de la deuda) fue a subsidiar las tarifas de energía y transporte, que están más bajas en la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano que en el resto del país.
Quien se encargó de subrayar lo anterior fue la Comisión de Energía de la Fundación Alem, un think tank de la Unión Cívica Radical (UCR) que, de cara a las elecciones legislativas de noviembre, presentó una lista de propuestas para trabajar dentro de la oposición.
Asimismo, de acuerdo con el informe replicado por el diario El Cronista, los subsidios devengados hasta el 31 de mayo equivalían a un 0,83% del Producto Bruto Interno (PBI), monto similar al déficit financiero de la administración nacional.
Pero este año este porcentaje podría incluso ser mayor. Los consultores privados estiman que este año los subsidios treparán por encima de u$s9.000 millones. Para Equilibra, podrían llegar al 3% del PBI, cerca del récord de 3,9% de 2014.
Específicamente, los subsidios al sector energético hasta el 31 de mayo se incrementaron por encima del 100%: $231.629 millones, 101% más que en los primeros cinco meses de 2020. En tanto, al transporte se destinaron $61.139 millones (+73%) y a empresas públicas $13.978 millones (+84%).
Fueron $ 95.500 millones, 79% más que entre enero y mayo del año pasado, los que destinó el Tesoro para mantener congelado el precio estacional de la energía -que las distribuidoras pagan a Cammesa-, pero también para cubrir la diferencia entre lo que no pagan las distribuidoras y tienen que recibir las generadoras.
El informe de la Fundación Alem: