Radicales y peronistas nos metieron en la grieta y con fórmulas mágicas nos quieren sacar

Nuestro país cuenta con una historia política muy rica que enalteció nuestra tierra con cosas fundamentales.

La Unión Cívica Radical a principios del siglo pasado surgió con fuerza para romper con la hegemonía política de partidos que respondían a intereses de los poderosos. Además estuvo la importancia que se le dio a la universidad pública con la reforma universitaria. Aquel radicalismo trajo derechos civiles y educativos muy importantes.

Luego llegando a mediados del siglo XX, surgió el peronismo que puso el foco en los trabajadores y concedió derechos trascendentales para aquel que pasaba extensas jornadas laborales sin ningún otro tipo de derecho más que cobrar algo de dinero. También se le dio lugar a la mujer para que pueda votar. Aquel peronismo fue significativo para nuestro país en ese momento.

Sin lugar a dudas, estos partidos tradicionales marcaron hitos para Argentina a principios y mediados del siglo XX. Pero hoy tenemos otro país, estamos en otros tiempos y las realidades son otras.

Aquellos partidos fueron desvirtuando sus bases, de a poco todo se transformó en intereses partidarios que dejaron de lado lo más importante, nuestro país y sus ciudadanos. Hoy quienes replican lo ganado en el pasado, no hacen nada concreto por levantar un país que por sus propios errores y fracasos está muy dañado.

¿Cuántos años llevamos esperando las soluciones a los propios problemas generados por estos partidos políticos? Nos hacen creer que tienen las fórmulas mágicas para arreglar todo. Nos quieren convencer que son las únicas dos alternativas para mejorar esto. Y créanme que esto funciona, los ciudadanos siguen eligiendo entre estas dos opciones porque los convencen que tienen la receta exacta para "curar" nuestra república.

Digo esto, porque conversando con dos vecinos de Guaymallén me fue planteado. Uno radical y el otro peronista. Ambos convencidos de las bases de sus partidos, ambos esperando eternamente respuestas a interrogantes que sus mismos partidos generaron y que hoy no saben responder.

Entonces, entre diálogo y diálogo, desde lo más profundo de mi corazón les dije que basta, basta de esperar cosas de un partido que nació hace cien años y otro que nació hace ochenta años. Basta porque todo sigue igual de mal, más allá de como como dije, hicieron grandes cosas en sus comienzos pero luego nos llevaron a donde estamos hoy.

Basta de creer en aquellos que nos mienten con sus fórmulas mágicas. Basta de aceptar un país derrotado por ideologías que no suman ni aportan nada hoy. Basta de seguir con artilugios políticos obsoletos. ¿O acaso nuestro país está en óptimas condiciones?

Hay que mirar otras alternativas políticas, hay que creer en la renovación. Hoy Argentina necesita una fuerza de cambio que realmente transforme y traiga soluciones concretas para mejorar. Hay que entender que los tiempos cambian, que las personas cambian y que dentro de la política, hay personas jóvenes que buscan esa transformación, como es mi caso y del resto del equipo.

Entendemos que ya hay cosas que no van más, vemos con dolor un país en apariencia derrotado. Nos duele pero acá estamos.

Estamos parados y empezando de a poco a mostrar otra alternativa, una alternativa que entiende que hay que renovar la política, que hay que transformar nuestra tierra en lo que alguna vez supo ser.

Somos la generación que entiende las demandas plasmadas por la sociedad actual, pero también nos quedamos con esa experiencia previa de aquellos que votaron por unos u otros en su momento. La sociedad actual incluye diferentes generaciones, y eso es algo que tenemos muy presente.

Estamos esperando que vos, que ustedes se animen a dar ese paso para esta renovación necesaria. Acá estamos y estaremos.

EL AUTOR. Marcos Quattrini es precandidato a concejal de Vamos Mendocinos en Guaymallén y presidente de la Coalición Cívica en Mendoza.