Informe

Así repercutió noviembre en los mercados

El trabajo de TSA Bursátil con los datos de noviembre de 2022, con gráficos y el análisis a fondo de lo sucedido.

TSA Bursátil

- Se vivió un noviembre alcista en los mercados internacionales, con el STOXX Global 1800 USD (SXW1) y S&P 500 (SPX) apreciándose+5,4% y +6,9%, respectivamente. Detrás de esta dinámica estuvo la lectura de inflación en Estados Unidos de octubre, que convalidó unadesaceleración desde +8,2% anual en septiembre a +7,7%. Sin embargo, algunos de los principales bancos de inversión globalessostuvieron que la recuperación fue "sobredimensionada" y advirtieron que el reciente repunte de las acciones estadounidenses es unaoportunidad para reducir exposición.

Agenda económica: qué pasó y qué pasará

-  A pesar de que un levantamiento inicial en las restricciones generó expectativas, China se encontraría atravesando la peor ola de Coviddesde el comienzo de la pandemia. En este contexto, los datos del PMI manufacturero y no manufacturero de noviembre indicaron unacontracción de la economía mayor a la esperada por el consenso de mercado, ya que las medidas de confinamiento continúandeprimiendo la actividad. 

- Durante el undécimo mes del año, el iShares Latin America 40 ETF se revalorizó +1,0%, por debajo del +11,0% que experimentó el ETF demercados emergentes. En este contexto, el EWZ cayó -3,6%, debido a la incertidumbre en torno a las indefiniciones sobre el gabinete delpresidente electo Lula da Silva y su política fiscal. En cuanto al Merval en dólares, avanzó +6,4%, aun convalidando una suba del CCL(GD30 en C.I.) de +5,7%.

Los principales indicadores

El gráfico del mes

Al 29 de noviembre, elITCRM medido al tipo decambio CCL se deprecióaproximadamente +3,8%,cuando el Cable avanzó+ 6,9 % en términosnominales, desde $305,4a $ 326,5. 

Dado queobservamos que, el tipode cambio real se movióentre el promedio del año2002 como piso y nivelescercanos al de salida deconvertibilidad comotecho desde 2020, vemosfavorable aumentar ladolarización de carterasen el momento actual.

Ingresando en el último mes de un año bastante movido en términos bursátiles, los inversores analizan con mayor énfasiscuáles son las alternativas disponibles para el 2023. 

En el ámbito local, la deuda pública en pesos parece sembrar dudas almismo tiempo de que los soberanos en dólares se mantienen como una apuesta de alto retorno, pero con elevado riesgo. 

Como mencionamos en la editorial anterior, el endeudamiento doméstico es el "talón de Aquiles" del programa con elFMI. Más allá de las intervenciones del BCRA en el mercado secundario, la venta de "puts" sobre los títulos públicos o laconvalidación de mejores tasas en las licitaciones, el gobierno se encuentra con un mercado reacio a renovarvencimientos si no es bajo ciertas condiciones. 

Tiempo atrás se vislumbró a la deuda atada al coeficiente CER como la única capaz de atraer a los inversores y brindar algobierno el fondeo necesario. Dado que el stock de títulos con ajuste por inflación alcanzó niveles elevados (actualmenterepresenta aproximadamente el 73% de la deuda en pesos, considerando el outstanding de los instrumentos), el TesoroNacional comenzó a rotar hacia aquellos a tasa fija o, en menor medida, dollar-linked. 

No obstante, el problema con estostítulos, que actualmente está vigente, es que no pueden colocarse a plazos extensos. Ya son varias las licitaciones en quedebe acortarse la duración para generar interés, siendo mayo el último mes en que se ofrecieron Boncer en las licitacionesy en las siguientes se licitaron bonos dollar-linked con vencimientos en 2023.Todo esto se materializa en el perfil de vencimientos que se debe afrontar el año que viene. 

Si bien ya se efectuaron doscanjes de deuda para despejar compromisos de estos últimos meses, la renovación se hizo a través de los nuevos bonosduales, concentrados en junio, julio y septiembre del 2023. 

Considerando la renta y amortización de la totalidad de lostítulos en pesos, el promedio de vencimientos mensuales desde diciembre de 2022 a diciembre 2023 ronda los 1,18billones de pesos, con la mayor carga a partir de julio por las emisiones de los duales.

Sobre este punto, resonó el informe elaborado por S&PGlobal sobre la deuda argentina, en el que la calificaciónsoberana de largo plazo en moneda local fue rebajada aCCC- para "reflejar las mayores vulnerabilidades durante lospróximos seis meses dada la concentración en el perfil dedeuda en pesos". 

Por lo tanto, la deuda en pesos queda unescalón por debajo de aquella extranjera (con calificaciónCCC+), algo impensado para la mayor parte de los analistas.De acuerdo a la calificadora, los desacuerdos políticosdentro de la coalición gobernante y de la oposición estánlimitando la posibilidad de extender los vencimientos en lascolocaciones de deuda. 

Considerando esto, sigue habiendo espacio para invertir con cautela en este tipo de instrumentos en el corto plazo.Incorporando proyecciones del REM del BCRA, las Lecer promedian una TIREA de +114,6%, mientras que las Ledes estánmás cerca de 105%. Ante este escenario, o uno donde ambos títulos rindieran lo mismo, las letras ajustables por CER dejanmejor posicionada a la cartera con una suerte de "seguro" frente a una aceleración inflacionaria.Ahora bien, no debe descartarse la dolarización de carteras a través de distintos instrumentos. 

Abundan créditoscorporativos hard dollar, como CGC 2025, Pampa 2026 y Genneia 2027, con buenos cupones de renta entre 8,75% y 9,50%nominal anual. También, existe lugar para incorporar títulos sub-soberanos en dólares, por ejemplo, los bonos deprovincia de Mendoza 2029, con cupón step-up y amortizaciones semestrales a partir del 2023. 

Finalmente, los soberanosen dólares continúan siendo una apuesta a mediano plazo con buenos retornos dadas las bajas paridades actuales,aunque la ponderación al interior del portfolio debería ser marginal, y sólo para aquellos inversores con apetito por riesgo.

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