Violencia

Berni comparó el ataque de los colectiveros con la golpiza a Báez Sosa

El ministro de Seguridad dijo que las imágenes del ataque "en patota" lo remontan a las del asesinato en Villa Gessell.

El ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Sergio Berni, comparó el ataque "cobarde" que sufrió la semana pasada por parte de una "patota" con la golpiza a Fernando Báez Sosa en Villa Gessell. "No es pegarle a un ministro, es pegarle a una persona de manera innecesaria, patotera, que las imágenes me remontan a Fernando Báez Sosa y mire cómo terminó", declaró el funcionario.

Dos detenidos que estuvieron en la protesta en la que fue agredido Berni

"Fue un ataque en patota, cobarde y la magnitud de los golpes pudieron haber terminado de forma trágica", advirtió Berni en declaraciones a Radio Perfil, aunque aclaró que se trata de un "incidente superado".

"Si capaz no hubiera tenido la fortaleza propia de mi actividad y de mi historia de vida, era muy probable que hubiera terminado como Báez Sosa", consideró Berni. "Nadie lo puede garantizar y las cosas no se dieron así, pero no hay que tomarlo con tanta liviandad y ponernos a discutir sobre si el allanamiento fue exagerado o no", manifestó, en referencia a las declaraciones de la vicepresidenta Cristina Kirchner sobre la detención de los colectiveros involucrados.

Qué opinó Sergio Berni sobre el ataque

Berni sostuvo que el pasado miércoles mantuvo una reunión con dirigentes de la UTA, quienes "repudiaron a los violentos" y señaló que los delegados de los choferes "se disculparon" por lo sucedido, con lo cual consideró al episodio como "un incidente superado".

"Los violentos fueron cobardes y se abusaron de que soy funcionario y no podía generar más violencia, sino soportar lo que había que soportar. No fue una reacción masiva. Voy a seguir yendo a las rutas a los cortes como hice siempre", expresó.

Además, Berni sostuvo que "los allanamientos son muy frecuentes" y que los realizados por el ataque se enmarcaron en "un protocolo" donde se utilizó "la menor fuerza indispensable".

"Me parece que no es algo tan relevante con respecto a la violencia de lo sucedido y la cobardía del ataque. Si yo no hubiera tenido esa fortaleza para recibir lo que recibí hoy estaríamos hablando de una situación mucho más complicada. Lo pidió un juez y se hicieron de acuerdo al protocolo. Me parece intrascendente evaluar si fue demasiado en el marco de la situación", explicó.

El poco apoyo del Gobierno

El ministro volvió a definirse como "un funcionario que está todo el día en la calle", que no se esconde "atrás de un escritorio ni por redes sociales" y advirtió que fue "la misma gente" quien lo convocó al Puente Pueyrredón.

"Cuando hay problemas en la Ciudad me convocan a mí. Hay una disociación entre lo que le pasa a la gente y gran parte de la política. Los pocos que estamos todo el día en la calle sabemos que estas cosas pueden pasar y que cuando pasan hay que enfrentarlas", afirmó.

En este sentido, subrayó: "Yo no soy de los políticos que preparan todo para llegar a un lugar, caminar 3 cuadras y sacarse una foto. No hay muchos que puedan caminar como camino yo". "Muchos quisieran tener mi capital político", añadió.

Por último, el ministro de Seguridad expresó su descontento con el gobierno bonaerense. "Siento poco respaldo de mi propio gabinete. En este momento estoy en la calle y si tengo el respaldo de la gente. No hay persona que no me haga un comentario, que no me exprese su solidaridad y por sobre todas las cosas que no rescate esa forma de trabajar cara a cara donde están los problemas. Eso no tiene precio y me voy a ir el día que el Gobernador decida que me tengo que ir", manifestó.

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