Bullrich le gana a Posse su disputa por la inteligencia oficial
Mantienen una pelea solapada desde el inicio de la gestión que venía ganando el Jefe de Gabinete, que colocó a sus hombres en la AFI y otras áreas de inteligencia del Estado. En la reunión en Casa Rosada, la Ministra de Seguridad se mostró solvente y el Gobierno seguirá sus protocolos. Milei, agradecido. Las oficinas más racionales, ordenando el discurso en esta materia grave, pero saben que el Presidente "es un factor que aumenta el riesgo".
"Todo el mundo libre está amenazado" dijo el vocero presidencial. Contundente, buscó desactivar las críticas que aparecieron en algunos sectores de la opinión pública pidiendo "neutralidad" frente al conflicto entre Irán e Israel. Algunos por asustados, otros por falta de información, son muchos los que creen que Argentina tiene alguna posibilidad de quedar al margen de esta disputa en Medio Oriente luego de los dos atentados y el asesinato del fiscal Alberto Nisman.
Por algo Bolivia se consolidó como un aliado de tanto interés para Irán y las fronteras norte de la Argentina son una preocupación para la inteligencia de los países occidentales, sobre todo después del memorandum de entendimiento que el ministro de defensa boliviano, Eduardo Novillo Aguilar, y su par iraní, Mohammed Reza Ashtiani. La zona estuvo abandonada a todo control durante los cuatro años de última gestión kirchnerista, y con el cambio de Gobierno, el Ministerio de Seguridad tuvo que concentrarse en Rosario y la lucha contra el narcotráfico. No porque no tenía información del peligro, sino porque "no hay plata" y Economía no quiso escuchar los ruegos de Seguridad.Por eso los drones y misiles iraníes que fueron frenados por el domo que protege al Estado de Israel tuvieron otras consecuencias en la Argentina. Por empezar, ordenaron la interna de Gobierno en materia de inteligencia. Desde el comienzo, la disputa entre el jefe de Gabinete, Nicolás Posse, y la ministra de Seguridad, Patricia Bullrich, por el área de inteligencia se transformó en un asunto delicado, del que nadie quería hablar. "Las brujas no existen, pero que las hay, las hay", era la frase preferida de los funcionarios consultados por Memo, temerosos de caer bajo la guadaña libertaria.
Pero el miedo siempre es ordenador, y cuando los fantasmas se retiran para dar lugar a los acontecimientos, aparecen los que saben y tienen capacidad ejecutiva. Bullrich llegó de su gira por los Estados Unidos donde fue alertada de los escenarios globales y puso a su equipo a trabajar para diseñar un plan que funcione tanto de prevención, como de alerta temprana ante cualquier movimiento sospechoso que ponga en riesgo la seguridad nacional.
Fue la Ministra la que presentó una síntesis de ese plan en la reunión de ¿gabinete? de ¿gabinete de crisis? (el Gobierno no se pone de acuerdo en cómo llamar al encuentro de emergencia que anoche que se concretó en Casa Rosada), elaborado por la Dirección de Inteligencia Criminal del Ministerio de Seguridad. De Silvestre Sívori, el titular de la AFI que fue puesto por Posse, ni noticias.
En el Gobierno destacan la labor de Bullrich, aunque también protegen a Sívori. "Es un oficial de inteligencia, no tiene que mostrar la cara", justifican. Pero la verdad es que el efusivo agradecimiento público de Javier Milei a la Ministra es una prueba de que la AFI de Sívori carece de información y no tiene capacidad operativa. O, como dijo un funcionario, "estábamos en pelotas y logramos ponernos un taparrabos".
Por lo que se sabe hasta ahora, lo más serio para el Gobierno argentino está centrado la frontera con Bolivia donde está operando el grupo terrorista Hezbollah. Preocupa, sobre todo, un corredor que va desde la Triple Frontera entre Paraguay, Brasil y Argentina, con Iquique, al norte de Chile, donde existen empresas de la organización que financian con contrabando y narcotráfico.
Bolivia, además, le habría entregado pasaportes a ciudadanos iraníes para facilitar su ingreso a la Argentina, lo que en principio dificultaría la pesquisa. A tales efectos, Gendarmería activó un protocolo de seguridad básico que consta de pedirle a cada persona que ingrese con pasaporte boliviano que hable, para detectar rápidamente si es boliviano o árabe. Algo sencillo, que hace cuatros años no se implementaba.
Claro que terroristas pueden entrar por pasos ilegales, que son habituales en la frontera. Pero la ausencia de control fue motivo de análisis en las reuniones de Bullrich en los Estados Unidos y, cuando volvió, puso a trabajar a su equipo que diseñó los planes de contingencia que fueron discutidos en la reunión que ayer por la tarde se hizo en el Ministerio de Seguridad con la presencia del staff de inteligencia que tiene la Ministra y Jorge Knoblovits, titular de la DAIA.
Desde lo discursivo, las oficinas más racionales de la administración MIlei elaboran un esquema "ordenado y responsable" de prevención y diplomacia, que hoy siguió a rajatabla Adorni, sin equivocarse en el tono de las respuestas que dio en la conferencia de prensa, ni comprarse nuevos conflictos con personalidades que, tal vez buscando prensa, salieron a diferenciarse con el Gobierno.
En esas oficinas saben que "Milei va a a sobreactuar y es un dato que aumenta los factores de riesgo". Lo toman con resignación y valor: "hay que asumirlo así y vamos a poder con eso también" acotan en Seguridad.
Con más presupuesto y un equipo preparado, MIlei podría dar un upgrade en momentos riesgosos para el mundo democrático. Solo falta que termine de insultar a periodistas y medios de comunicación algo que, ni en el Gobierno ni fuera de él, creen que sea posible.