Los tres daños centrales de la covid-19 a las economías, según The Economist

Se prevé que una serie de países requieran de un esfuerzo mayor de parte de organismos internacionales de crédito, simplemente para que puedan sobrevivir. Los datos de The Economist, para repasar.

El estrés económico producido por el confinamiento debido a la pandemia de covid-19 está afectando a todos los países. Y en todas partes se busca cómo retornar a la actividad de la manera menos traumática y más productiva.

Podríamos pensar que la Argentina es el único caso, pero no. La cuarentena ya cansa y, además, destruye. Y muchos se están resignando a que se produzcan todos los contagios que se deban producir, pero escalonadamente, de modo de que, al menos, no se saturen los hospitales y se pueda asistir bien a los infectados. Ya nadie duda de que la covid-19 "llegó para convivir con muchas otras enfermedades". 

El impacto de la pandemia en Europa fue atroz y España da las señales de recibir el mayor impacto en la actividad económica. Pero también sucede en otros países. En el Reino Unido, es el tema de análisis de The Economist, que en una monumental portada aborda el tema y en su artículo central señala que son 100 los países que han pedido ayuda al FMI.

"A medida que la pandemia causa estragos en las economías y las finanzas públicas, la pregunta natural es: ¿quién será el próximo? Más de 100 países, incluida Sudáfrica, han pedido ayuda al FMI . Ya ha aprobado 40 de los préstamos pequeños y rápidos que brinda después de desastres naturales. Algunos países son clientes habituales. Egipto también está buscando un nuevo rescate solo nueve meses después de que retiró la última cuota de un préstamo acordado en 2016", señala la publicación.

Y agrega: "Cuando el virus sacudió por primera vez a los mercados financieros, surgió la amenaza de una crisis de los mercados emergentes en toda regla. Desde enero, los inversores extranjeros han retirado alrededor de $ 100 mil millones de bonos y acciones de mercados emergentes, según el Instituto de Finanzas Internacionales (IIF). Eso es más del triple de lo que obtuvieron durante un período equivalente de la crisis financiera mundial (aunque estos números no cubren todos los flujos de capital, y las economías emergentes han crecido significativamente desde 2008)".

Los tres daños

La publicación inglesa de esta semana da cuenta que la pandemia de covid-19 perjudica a las economías emergentes al menos de tres maneras: 

- "Al bloquear a sus poblaciones, dañar sus ganancias de exportación y disuadir el capital extranjero. Incluso si la pandemia se desvanece en la segunda mitad del año, el PBI en los países en desarrollo, medido en paridad de poder adquisitivo, será 6.6% menor en 2020 de lo que el FMI había pronosticado en octubre".

- "El daño a las exportaciones será agudo. Gracias a los bajos precios del petróleo, los exportadores de petróleo del Golfo sufrirán un déficit en cuenta corriente de más del 3% del PBI este año, según el FMI, en comparación con un superávit del 5,6% el año pasado. Cuando las exportaciones no alcanzan las importaciones, los países suelen cerrar la brecha con préstamos del exterior. Pero la reversión de las entradas de capital ha sido acompañada por mayores costos de endeudamiento. En marzo, la prima de riesgo que los mercados emergentes deben pagar a los compradores de sus bonos en dólares aumentó a niveles angustiados (más de diez puntos porcentuales) para casi 20 gobiernos, un número récord, dice el FMI".

- "Para capear la crisis, las economías emergentes pueden necesitar miles de millones de dólares, según el Fondo, de fuentes extranjeras o de sus propias reservas. Una forma de garantizar que los países tengan más divisas es dejar de tomarlas. El grupo de gobiernos del G20 ha dicho que se abstendrá de cobrar este año sus préstamos a los 77 países más pobres (aunque los prestatarios deberán compensar la diferencia más adelante). El grupo de países del G7 instó a los prestamistas privados a que también muestren tolerancia. Un grupo de más de 70 acreedores privados apoya la idea, al tiempo que señala su 'complejidad' y las 'limitaciones' que enfrentan los prestamistas".

La tabla

The Economist indica que "la sensación de pánico ha comenzado a disminuir" desde que inyectaron esos fondos. Las líneas de canje de la Reserva Federal a 14 bancos centrales, incluidos los de Brasil, México y Corea del Sur, han ayudado a aliviar la escasez mundial de dólares. Las salidas de capital han disminuido y los rendimientos de los bonos de los mercados emergentes han caído. Este aplazamiento tentativo invita a una evaluación más discriminatoria de las finanzas de los mercados emergentes. 

The Economist clasificó a 66 países con cuatro indicadores de fortaleza financiera (ver gráfico abajo). Algunos, como Rusia, Perú y Filipinas, parecen relativamente robustos. Alrededor de 30 están angustiados o coqueteando. El alfabeto de alarma va de Angola a Zambia. Pero estos 30 representan una parte relativamente pequeña de la deuda y el PBI del grupo:

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