Cartas

Ya tiene comisario el pueblo

Una historia contada por Santos Isgro, lector de Memo.

Santos Isgro

Desde que terminé sexto grado y comencé a trabajar, he leído muchos libros de distintos autores sobre historia argentina. Me interesa saber cómo se comportan los distintos poderes durante su mandato. Distinguir en lo posible, sujeto a errores, quienes han sido hasta la fecha los gobernantes con sus asesores, secretarios y subsecretarios que han trabajado por la Patria, y quienes se han afanado por la patria.

La conclusión netamente personal, es que jamás los tres poderes han logrado trabajar en forma independiente, con estricta colaboración, intercambiando información que ayude a mejorar la seguridad del pueblo. (Trataré de demostrarlo más adelante).

Desde que, en fecha desconocida, el Poder Judicial vendió la balanza, y cambió el Código Penal por un colador de fideos con agujeros agrandados, se ha convertido en títere del poder político, que cada día se ahonda más.

En un pueblo de 4.000 habitantes estables, había iglesia, registro civil, almacén de ramos generales atendido por Nacho, 3 plazas con juegos para niños, un cine/teatro que funcionaba una vez por semana, y una escuela..., pero no había comisaría que tanto reclamaba el pueblo encabezado por el cura Ascencio y la maestra.

Durante la semana, Ascencio anunció que el domingo habría una gran sorpresa. Cuando terminó el oficio del domingo, el cura dio la noticia tan esperada: "Ya tiene comisario el pueblo ".

Un hombre se puso de pie, saludó a todos con las dos manos, y dijo llamarse Manuel Zambrano, que venía a cubrir el puesto de comisario y juez.

Pronto el pueblo y el comisario consolidaron una sincera amistad, especialmente con Nacho que atendía un almacén de ramos generales. Nacho ya le había confiado al juez que estaba muy enamorado de la maestra sin éxito.

Un día llegó al pueblo un joven amigo de Ascencio en un coche de alta gama, vestido con un traje blanco. Se dirigió a la iglesia, donde se alojaría. Le dieron la bienvenida el cura y la maestra, quien entabló una rápida amistad con el forastero.

El chusmerío no se hizo esperar y Nacho hervía de bronca. El juez también estaba de mal humor, tratando de tranquilizar a su amigo. Después de una gran tormenta, las calles estaban enlagunadas. La casualidad quiso que se cruzaran Nacho y el joven con traje blanco impecable. Sin previo aviso, comenzó una agresión verbal, luego los empujones seguidos por golpes absorbidos mayormente por el forastero, quien se trasladó a la comisaría para hacer la denuncia. Le contó al juez: "Su amigo Nacho me ha golpeado brutalmente y luego me tiró al barro, mire como ha quedado mi traje blanco, pido la detención del Sr. Nacho hasta que llegue mi abogado".

- Cuanto me toca aplicar la ley, cumplo con mi deber de juez que no tiene amigos, sargento. Pase a este ciudadano a un calabozo, por bañarse en la vía pública.

Después de hacer los deberes, las dos amiguitas se juntaban en la plaza a jugar. Cuando llegó Susanita, Mafalda ya estaba en un banco con cara triste y pensativa.

- ¿Qué te pasa que estás con cara de jubilada, empezó otra guerra, el convento no hace más scones ? 

- Escuché el noticiero, y dice que, a la mayoría de los jueces, diputados, senadores, gobernadores y hasta el presidente le faltó estudio.

- Eso se resuelve fácil, hagamos más facultades y listo. 

- Facultades hay de sobra, ocupadas por vagos y, asamblea de piqueteros y otras mafias. El problema consiste en que tendríamos que traer profesores de países donde las casas de estudios de todos los niveles no son objeto político, gremial o piqueteros.

- Aplausos. Ahora vamos a jugar.

Cuando se confirma la condena de un exfuncionario/a, o que esté en actividad, tienen tantos juzgados y cámaras y finalmente la Corte Suprema para recurrir. Este recorrido y cajoneado de los expedientes demora tantos años, que, si se confirma una condena, puede ser posmortem.

El día 11-09-2.024, se publicó una nota: "El peligro está adentro".

En esta nota, seguramente se confirma lo expresado en la anterior. Como agravante de que la justicia trabaja como tortuga renga, hay muchos jueces que carecen de personalidad, y ganas de trabajar. Se podría prescindir de ellos y vender los edificios que sirven de refugio.

Durante el gobierno de Macri, la ministra Stanley dio muestras que ignoraba las Islas Malvinas.

¿Por cuántas manos y escritorios pasó la nota privada que incluía las islas Falklands?

¿Por qué no aparece?

¿Por qué se apuraron en borrar todo tan rápido?

Perdón. Pienso que esa nota o el borrador, la escribió una ministra, e incluyó Falklands a pedido o presión de la Cancillería inglesa.

No intento ser adivino, para mí es un hecho que se cae de maduro. Nuevamente pido disculpas por esta corazonada

EL AUTOR. Santos Isgro es lector de Memo, DNI 6.898.411.