Turismo

¿Qué es Home Exchange y por qué cada vez es más común el intercambio de hogares?

Paula Suzzara, viajera y asidua usuaria de la plataforma comentó a Memo cómo es la experiencia de intercambio de hogares entre turistas, para viajar más, mejor y barato de manera sostenible.

La experiencia inmersiva de hacer turismo siendo local, se ha vuelto algo cada vez más cotidiando, realizando intercambio de hogares entre turistas de distintos lugares del mundo. 

¿Cómo llegaron a Home Exchange?

Esto arrancó en 2022, post pandemia, noviembre, no teníamos plan familiar de vacaciones pero si muchas ganas de viajar. Ocurrió una de esas raras y mágicas casualidades de la vida: se me cruzó información del intercambio de casas, navegando online.

Ahí conocí la plataforma HomeExchange, inmediatamente me sentí atraída por la idea, saqué fotos de mi casa, armé el perfil, subí nuestra casa y empezó la aventura. 

Acto seguido comenzó un viaje virtual por las mil y un posibilidades que ofrece el sitio descubriendo destinos remotos, propuestas divertidas, como vivir en una casa de árbol o en un barco, o la casa que estás soñando en el lugar en que querés estar, porque debo decir, hay propuestas disponibles por todo el mundo.

¿Cómo funciona la experiencia inmersiva?

Básicamente de lo que estoy hablando es de una plataforma de intercambio de casas, donde muchas casas son puestas a disposición por sus dueño o inquilinos con el objeto de intercambiarlas por un plazo de tiempo.

Es muy simple, vos venís a mi casa y yo a la tuya. La plataforma se encarga de la seguridad y del funcionamiento del intercambio, verificando los perfiles de los usuarios, a través de seguros.

La comunidad se encarga de transmitir la filosofía y el espíritu de Home Exchange y el sistema de reviews, se encarga de alinear los usuarios con los cimientos del ecosistema:  Confianza y Respeto.

Actualmente hay 360.000 casas para elegir, distribuidas en 155 países, somos una comunidad de 200.000 exchangers. 

Para darte una idea, en 2023 se concretaron 300.000 intercambios y yo tengo el placer de haber disfrutado varios de ellos!

En el proceso de búsqueda de intercambio, en vez de recibir respuestas del tipo hotel sobre si hay o no disponibilidad, recibís historias, experiencias, trato con personas. Es decir un intercambio más humano.

Experiencias:

En nuestro caso, una respuesta nos hizo sonar una campanita. Era de una pareja de Países Bajos, de una zona "rural", por llamar de alguna manera a una preciosísima casa alejada unos 5 km de las urbanizaciones más cercanas, y a 20 km de Breda, una hermosa ciudad de Países Bajos.

Ellos tenían un vínculo emocional con Argentina por haber alojado durante un año a una argentina de intercambio y porque su hijo había hecho a su vez un intercambio, en Bariloche. Todo fue super fluido, ellos no podían creer que nuestra propuesta fuera para el mes siguiente ya que suelen planear las cosas con mayor anticipación.

Un par de mensajes, una videollamada, ellos con experiencia en HE, nosotros novatos. Luego de la conversación frente a frente (pantalla de por medio) , sentimos la confianza necesaria y la tranquilidad para embarcarnos en la aventura y sacamos los pasajes.

Días después estábamos ocupando el lugar de "vecinos" en un festejo típico de bienvenida de año en la casa de nuestro nuevo vecino holandés, junto a una hermosa comunidad de familias holandesas, compartiendo almuerzo, tarde de juegos, y nuestro hijo resultó condecorado como el primer ganador "internacional" del Sjoelen (tejo holandés), juego tradicional que aprendimos a jugar ahí mismo.

Algo similar ocurría acá en Mendoza, donde nuestros invitados terminaron ocupando nuestro lugar en los asados familiares y bailando tango en la plaza.

Pro y contras

-Hacer intercambio es definitivamente muy diferente a viajar en hotel, alquilar una casa, o cualquier otro modo donde "vas y ves". Intercambiar es inmersivo. 

-Vivís como local, y a eso le sumás el disfrute que produce saber que alguien está aprovechando las cosas lindas de tu casa y de tu entorno. 

-No pienses que intercambiar es parecido a alquilar tu casa, porque nada más alejado de la realidad. Nosotros jamás alquilamos nuestra casa y no lo haríamos, sin embargo, que vengan invitados de intercambio es una experiencia altamente disfrutable, al no haber plata de por medio, la magia ocurre. 

-Quien viene a tu casa se comporta como espera que vos te comportes en la suya, y viceversa, y eso hace toda la diferencia.

-Otra maravilla del ecosistema es la sorpresa. Puede llegarte una propuesta en la plataforma del tipo "Me gustaría intercambiar casas, ¿quieres venir a pasar dos semanas en Tirol, Austria?"

-En ese caso, la plataforma verifica la identidad de los miembros, cada perfil tiene la info del titular y su grupo familiar, y la descripción que hacen de sus gustos y preferencias, además su casa ofrecida, con sus características, y calendario de disponibilidad.

-Se paga una suscripción anual, pero recién es necesaria al momento de cerrar un intercambio, mientras tanto basta crear el perfil y viajar desde la web.

-La app indica la antigüedad de cada miembro, los intercambios que ha hecho y las calificaciones y comentarios recibidos por sus invitados. El host asimismo, valora el comportamiento de los invitados en su casa.

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