Pirotecnia: me da miedo

Estoy verdaderamente asustado, especialmente después de la noche del 31 de diciembre pasado. Por todos lados (con la excepción de la médica vicegobernadora), se volvió a insistir incansablemente sobre la importancia de eliminar los explosivos por sus daños comprobados , tanto para los que los utilizan , como para todos los demás que tenemos en claro sus perjuicios.

Para reafirmar lo obvio: si dispusieron (¿en serio?) controles y medidas punitivas, ¿cómo pudo pasar este desmadre? Puedo decir que, en años, no se soportó un "bombardeo" similar, que se extendió por todos lados.

¿Hubo sanciones?, no que se sepa, solo los que sufrieron daño directo por su manipulación (a los que habría que cobrarles las curaciones). 

¿Y las autoridades?: bien, gracias, felices ausentes.

Y me viene a la memoria un viejo principio: Nunca des una orden que no se pueda cumplir. Nunca des una orden que no puedas controlar su cumplimiento. Nunca des una orden que no puedas lograr lo que no se hizo (bien)

Conclusión: si esto ocurre con los explosivos, que solo aparecen alguna vez (fútbol, fiestas), que podemos esperar de las drogas que circulan todo el año, con un poder de coimas y violencia infinitamente superiores, con una altísima capacidad de daño y destrucción de personas.

¡Pero todos los responsables siguen cobrando como si hicieran su trabajo!