Periodistas: El poder de cambiar algo todos los días
El Día del Periodista desde la perspectiva histórica, con la pluma del historiador Gustavo Capone.
De Moreno a la posverdad
Este subtítulo es relativo pues en la nota encontraran un recuento breve que aborda solo la historia de algunos diarios escritos en los tiempos de la emancipación americana.
Pero el subtítulo también es relativo porque en este artículo solamente presentaremos a Mariano Moreno como el creador y fundador de un diario. Fue mucho más que eso. Ese día fundacional dará origen a la conmemoración del Día del Periodista. Efectivamente, un 7 de junio de 1810 apareció la "Gazeta de Buenos Aires", pionero periódico del tiempo independentista. Recién en 1938, en un congreso de periodistas argentinos realizado en Córdoba, se estableció la conmemoración en honor al primer diario que defendió ideas patrióticas.
Mariano Moreno.
En el fondo, la vida y acción de Moreno (aún en el fondo del mar, vaya trágica paradoja) siempre nos interpela. Esa es otra característica de un buen periodista. De un estadista culto. Traductor de "El contrato social" de Rousseau. Autor del todavía discutido "Plan de Operaciones", el secreto mejor guardado de la historiografía argentina.
Volviendo a la nota, también el subtítulo es relativo porque el reciente concepto "posverdad" describe la distorsión deliberada de una realidad en la que los hechos objetivos tienen menos influencia que las apelaciones a las emociones y a las creencias personales, con el fin de modelar la opinión pública e influir en las actitudes sociales. Debemos reconocer ahí, que la amplia mayoría de los periodistas sigue siendo fiel a la búsqueda de los hechos concretos, aunque es inevitable reconocer también la preponderancia de los medios de comunicación al subvertir el reino de la crítica por el reino de la opinión.
¿Y si todo es relativo, por qué ese subtítulo "De Moreno a la posverdad? "¿Por qué desde Moreno?" Porque Moreno sigue siendo el prototipo del valiente luchador que pagó con su vida la defensa de su intransigencia ideológica, como tantas mujeres y hombres del periodismo. "¿Por qué hasta la posverdad?" Porque si bien es un concepto nuevo, hubo y hay muchas personas que siguen luchando por realzar el funcionamiento democrático del espacio público a través de los principios universalistas del conocimiento, la ética y el derecho. O sea, a través de la verdad. A ellos, nuestro reconocimiento. Aunque también hay otros que aun siendo minoría se notan mucho.
Un poco de historia. Los diarios haciendo "barra"
Un antecedente referencial es el "Telégrafo Mercantil, Rural, Político, Económico e Historiográfico del Rio de la Plata", fundado el 1 de abril de 1801. Fue el primer diario impreso en el Río de la Plata, editado hasta finales de 1802. También del primer momento fueron el "Semanario de la Agricultura", dirigido por Vieytes y "El correo de Comercio" dirigido por Belgrano.
Hemos citado ya la "Gazeta de Buenos Aires", y a partir de allí, una catarata de diarios inundará la región. Su momento de explosión llegará en el Congreso de Tucumán. Los diarios se convirtieron en "hinchadas" que acaloradamente defendían cada postura. Tenían un sustrato netamente político. "Mártir o Libre" de Monteagudo, "La estrella del sur", "El redactor de la Asamblea", "El independiente", "El censor" (opuesto abiertamente a las ideas independentistas de Monteagudo), "La prensa argentina", "El redactor del Congreso Nacional", "El observador americano", "La crónica argentina", "El español patriota en Buenos Aires", "El independiente del sud", "El abogado nacional" y "El avisador", obraron como multiplicadores de las posiciones ideológicas, componiendo verdaderas tribunas, pro o anti - revolucionarias.
Antecedentes del "movilero"
Vale la pena detenerse un segundo en "El redactor de la Asamblea". Apareció en 1813. En su primer artículo sostiene que son sus propósitos dar la máxima publicidad a las sesiones de "la Asamblea" (por aquella Asamblea del Año XIII, tan recordada en nuestra escuela primaria porque consagró símbolos patrios y otorgó la libertad de vientres a esclavas. También la libertad de imprenta). Pero aclaró la editorial del diario que "no siendo posible hacer un prolijo detalle de sus discusiones diarias, y dar un índice completo de las deliberaciones, tanto por la falta de hábiles taquígrafos, como por la escasez de imprenta, sólo se contraerá el diputado redactor a exponer con precisión los fundamentos que hayan motivado las principales resoluciones de la Asamblea". El diputado redactor era Fray Cayetano Rodríguez, que actuaba en ese lejano entonces. tal como se desempeñan actualmente los periodistas en las crónicas parlamentarias.
Fray Cayetano Rodríguez fue también el fundador de "El redactor del Congreso Nacional". El primer número apareció el 1 de mayo de 1816, con once páginas de texto, estampadas en la imprenta de los Niños Espósitos de Tucumán.
"El redactor" tendría insospechada trascendencia política e historiográfica con el paso de los años. Como se extravió el libro de actas de las sesiones públicas (no así el de las secretas) del Congreso, este periódico es, hasta la actualidad, la única fuente para conocer el desarrollo de las sesiones tucumanas.
El humor y la sátira periodística
La sátira política no nació en épocas recientes. Tiene una larga tradición. Era el arma para combatir a los "enemigos". Eso se notaba desde el título hasta la frase final de la última página. Algunas de estas publicaciones que aparecieron durante el 1820 fueron: "La Verdad Desnuda", "Los locos son los mejores raciocinadores", "Antón Peluca, padre de doña María Retazos, ausente en Santa Fe", "La Verdad sin Rodeos", "El Duende de Buenos Aires", "El Granizo", "El Diablo Rosado", "El Hijo Mayor del Diablo Rosado, tan diablo como el padre", "El Hijo Negro del Diablo Rosado, tan diablo como el padre", "El Torito de los muchachos", "Don Gerundio Pincha Ratas o el Abogado de los Unitarios" y "El Rayo", verdaderos precursores, que luego darán origen a "El Mosquito", "Caras y Caretas", "Fray Mocho" y muchos más.
La visión comunicacional de San Martín
Estando San Martin en Mendoza, en tiempos de preparación del ejército libertador, le dirigió una carta al director supremo Juan Martín de Pueyrredón solicitándole le enviase una imprenta para estampar proclamas y boletines. San Martín ya percibía la relevancia de la comunicación para mantener informado al pueblo y lo necesario de sostener la moral ciudadana con noticias de alto impacto. Al acceder al pedido, en carta del 18 de noviembre de 1816, Pueyrredón expresaba: "Con la pólvora que saldrá dentro de ocho días, irá también la imprenta que me pidiera en su carta anterior; dicha imprenta solo debe ser usada al servicio del ejército exclusivamente y no para el uso de los doctores". Pero además con la imprenta llegaron también una prensa chica, cincuenta resmas de papel, dos cajas de composición (donde se colocaban las letras para armar palabras), un barrilito de tinta y ochocientas libras de tipo (letras, signos, números). Sin embargo, la imprenta no pudo cruzar la cordillera con el ejército pues los impresores que debían manejarla no habían llegado a tiempo. Gracias a esa situación, el 16 de febrero de 1817 el Gobernador Intendente de Cuyo Toribio Luzuriaga logró estampar el primer impreso que circuló en Mendoza, donde daba a conocer al pueblo la trascendental victoria de Chacabuco. A partir de ahí el espíritu patriota se multiplicaría gracias a los periódicos editados. San Martín consciente de esto, designó a empíricos especialistas para dicha tarea, dándole la tarea de sembrar una opinión favorable hacia la gesta emancipadora y un lugar estratégico en la mesa de mando del ejército libertador. Al lado de su comando militar ya había periodistas.
Mendoza informada
Oportuno agregar que el primer periódico mendocino fue "El termómetro del día", y se imprimió, también en aquella imprenta pedida por San Martín, desde 1820.
"La Gaceta de Mendoza", "El Verdadero Amigo del País", de orientación liberal dirigido por Juan Lafinur; "El Eco de Los Andes," "El Iris Argentino" o "El Orden" de profunda filiación católica, reflejarán artículos sobre educación, política, economía o religión, en la provincia.
Mientras, "El Constitucional" (1852-1884), el gran diario mendocino del siglo XIX, se convertirá en el primer periódico político con una clara orientación partidaria. Aquel diario impulsor de la periodicidad cotidiana será clausurado con la llegada de Rufino Ortega al poder en 1884. Mientras tanto ya recorría Mendoza diario "Los Andes", fundado (1883) y dirigido por "el grupo Calle", abiertos opositores al gobernador Ortega y al ministro Bermejo, como también enemistados acérrimamente con el presidente de la cámara, Tiburcio Benegas y figuras como Civit.
Mientras tanto en el Este mendocino el primer periódico zonal aparecerá el 5 de noviembre de 1890. Será específicamente un semanario y se denominará: "El Este". Contaba entre sus columnistas con el joven José Néstor Lencinas y fue dirigido por Idelfonso Hernández y Aureliano Quintana, convirtiéndose desde su aparición en un referente de los departamentos esteños.
Última frase
"El verdadero periodismo es intencional. Es aquel que se fija un objetivo y que intenta provocar algún tipo de cambio. No hay otro periodismo. Si leéis los escritos de los mejores periodistas comprobaréis que se trata siempre de periodismo intencional. Están luchando por algo". Ryszard Kapuscinski.