Norma Abdo

La palabra, un estandarte

La maestra de periodistas Norma Abdo recuerda el rol del oficio y profesión en el Día del Periodista.

Norma Abdo
Periodista y docente

Una vez más, quienes abrazamos al periodismo por convicción celebraremos nuestro día levantando nuestras copas, brindando por el compromiso que asumimos cuando decidimos dedicarnos a esta profesión con convicción y responsabilidad.

Como siempre digo y repetiré hasta el cansancio, nunca renunciaría a esta vocación más allá de los avatares, los sinsabores por algunos "pre-juicios" según convenga a distintos intereses y momentos de nuestra historia reciente.

Cuando escucho a quienes hoy se paran de una manera y ayer lo hacían de otra frente al periodismo (me refiero a quienes ejercen la profesión y no a los dueños de los medios) recuerdo tantos pedidos para que se sacaran a la luz aquellas situaciones que estaban bajo la alfombra y sobre las que nadie se animaba a hablar. Cuántos y cuántas hoy en el pedestal del poder, pidiendo voces que se levantaran frente a problemáticas políticas y sociales. Cuántas veces quisieron acallarnos, cuántas tantas nos amenazaron, cuántos y cuántas sufrieron por levantarse con la espada de la palabra. Memoria corta, a veces y otras, olvido o amnesias temporales.

No importa, porque seguiremos poniendo la cara, la voz, la palabra para fortalecer la libertad de expresión, poniendo blanco sobre negro. ¿Que nos equivocaremos algunas veces? Seguramente, somos falibles y subjetivos.

Podríamos escribir páginas y páginas sobre la memoria ondulante de los argentinos sobre los periodistas y su rol en la sociedad, pero no es la finalidad de estas líneas. El objetivo simplemente es levantar una copa y brindar para que nunca logren acallar nuestras voces, sobre todo de quienes aún tenemos memoria histórica. Por esta hermosa profesión que, como diría un amigo y colega, es un vicio que llega, se queda y nunca se va. Al contrario, se enraíza cada vez más.

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