Denuncian sabotaje

La selección boliviana fue retenida en Venezuela tras el partido de Eliminatorias

El vuelo que debía traer al plantel de regreso a La Paz fue demorado sin explicaciones por las autoridades venezolanas. El equipo debió volver al hotel en plena madrugada. La Federación Boliviana denunció irregularidades y habló de sabotaje.

Tras su derrota por 2-0 ante Venezuela en Maturín, la selección boliviana de fútbol no pudo regresar a su país como estaba previsto. Las autoridades venezolanas impidieron la salida del vuelo chárter sin brindar explicaciones oficiales, lo que obligó al plantel a volver al hotel en plena madrugada.

Según informó la Federación Boliviana de Fútbol, el equipo contaba con todos los permisos necesarios para abandonar el país. Sin embargo, no recibió la autorización correspondiente por parte de los organismos aeroportuarios venezolanos, situación que derivó en largas horas de espera y desgaste físico para los jugadores.

El técnico interino, Óscar Villegas, aseguró que ya habían anticipado posibles obstáculos y que incluso mantuvieron conversaciones con el ministro de Gobierno boliviano días antes del viaje, solicitando gestiones diplomáticas para evitar inconvenientes.

Desde la delegación boliviana, el encargado de logística y seguridad, Harold Howard, calificó el hecho como un acto de sabotaje. Según su testimonio, las autoridades alegaron "alto tráfico aéreo", a pesar de que solo dos aviones estaban aterrizando en el aeropuerto.

El vuelo de regreso a La Paz debía salir tras el encuentro y llegar cerca de las 5 de la mañana del sábado. El retraso alteró completamente la planificación del equipo, que tenía previsto retomar los entrenamientos con miras al próximo partido frente a Chile, en la altura de El Alto.

El incidente se produjo luego de que la fecha del partido fuera modificada a último momento, una decisión que ya había generado malestar en la delegación boliviana. Esta cadena de hechos refuerza el malestar por el trato recibido y la sospecha de que hubo una intención deliberada de entorpecer la logística de un rival directo en la lucha por el repechaje.

Bolivia acumula ocho partidos sin ganar y permanece lejos de los puestos de clasificación. La caída en Maturín dejó al equipo con escasas posibilidades de volver a una Copa del Mundo después de más de tres décadas.

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