Sólo 35 de los 72 senadores nacionales renunciaron al aumento de sus dietas
La vicepresidenta Victoria Villarruel activó la maniobra después de haber quedado otra vez en el ojo de la tormenta por el silencio del cuerpo legislativo a la actualización salarial que permitió que los senadores, con el último incremento, alcanzaran los más de 9,5 millones de pesos mensuales.
Con excepción del kirchnerismo, senadores oficialistas y casi la totalidad de los considerados "dialoguistas" presentaron sus respectivas renuncias al nuevo aumento en las dietas, después de la actualización paritaria que acordaron los trabajadores del Congreso y a la que están atados los legisladores.
La Agencia Noticias Argentinas accedió al listado de senadores que elevaron la nota de renuncia al nuevo incremento. A continuación, la nómina de los representantes provinciales:
Los únicos senadores dialoguistas que no habían presentado nada eran: la neuquina Lucila Crexell (Las Provincias Unidas); Natalia Gadano (Por Santa Cruz); y el formoseño Francisco Paoltroni.
Por otro lado, NA se comunicó con diversos integrantes del interbloque peronista, la bancada mayoritaria con 34 miembros, pero no obtuvo respuesta firme y clara sobre el tema en el espacio que lidera el formoseño José Mayans.
Las respuestas recibidas fueron evasivas y se concentraban en el momento delicado que transitaba la expresidenta Cristina Fernández, quien quedará detenida el miércoles por la condena en su contra a seis años de prisión e inhabilitación perpetua para ejercer cargos públicos.
No obstante, uno de los legisladores consultados hizo hincapié en el sueldo que perciben de bolsillo, libre de deducciones, y sostuvo que "no es lo que dice el Gobierno", en respuesta a los constantes embates del Poder Ejecutivo contra el cuerpo senatorial. El límite de tiempo para renunciar al nuevo incremento vencía hoy.
Así se gestó la posibilidad de la renuncia al nuevo aumento
La iniciativa tuvo lugar por la ventana que abrió la vicepresidenta Victoria Villarruel para desmarcarse del incremento, al haber dictado la semana pasada un decreto en el que invitaba a los legisladores a "adecuar o no, total o parcialmente sus respectivas dietas".
Villarruel activó la maniobra después de haber quedado otra vez en el ojo de la tormenta por el silencio del cuerpo legislativo a la actualización salarial que permitió que los senadores, con el último incremento, alcanzaran los más de 9,5 millones de pesos mensuales.
La historia inició en abril de 2024, cuando los senadores votaron un aumento a mano alzada y sin debate que incluyó una cláusula que dejaba atada la actualización salarial a los acuerdos que cerraran los propios empleados legislativos.
En agosto de 2024 se produjo otra actualización que fue frenada por los senadores hasta el 31 de diciembre de ese mismo año, tras lo cual, alcanzada esa fecha, Villarruel tuvo que rubricar otro decreto para volver a prorrogar el congelamiento hasta el 31 de marzo.
Ya en abril de este año, y con el aumento descongelado, los senadores volvieron a mirar para otro lado y el aumento en los haberes se aplicó de manera automática en las percepciones de mayo; tuvieron tiempo hasta la tercera semana del mes para prorrogarse el congelamiento, pero no lo hicieron, por lo que pasaron 4,5 a más 9 millones.