Seguridad

Estados Unidos prohíbe WhatsApp en dispositivos oficiales por razones de seguridad

La Casa Blanca y el Congreso deberán eliminar la app de Meta de sus equipos oficiales. El gobierno argumenta falta de transparencia en el manejo de datos y advierte sobre riesgos para la ciberseguridad. La medida reaviva las tensiones entre Donald Trump y Mark Zuckerberg.

El gobierno de Estados Unidos ordenó la eliminación de WhatsApp de todos los dispositivos oficiales utilizados por funcionarios de la Casa Blanca y del Congreso. La decisión fue adoptada por la Oficina de Gestión Administrativa (OMB), dependiente del Ejecutivo, junto con la Agencia de Ciberseguridad e Infraestructura (CISA), bajo el argumento de que la aplicación propiedad de Meta no ofrece garantías suficientes en materia de protección de datos.

Según informaron ambas oficinas, WhatsApp presenta debilidades como falta de transparencia, ausencia de cifrado de datos almacenados y otros elementos que podrían comprometer la seguridad de la información manejada por el Estado. Por ese motivo, se prohibió expresamente su uso, descarga y permanencia en cualquier versión -ya sea móvil, de escritorio o vía navegador web- en los dispositivos del gobierno federal.

La disposición no afecta a usuarios particulares, que podrán seguir utilizando la app con normalidad. Su alcance se limita al entorno gubernamental y se suma a medidas similares como la que, en años anteriores, vetó TikTok en equipos oficiales por presuntos vínculos con el gobierno chino y potenciales amenazas a la seguridad nacional.

Como alternativas, las autoridades recomendaron servicios como iMessage y FaceTime de Apple, Microsoft Teams y Signal, considerados más adecuados para entornos institucionales por sus políticas de seguridad.

Desde Meta, la respuesta no tardó en llegar. El vocero Andy Stone expresó el "total desacuerdo" de la compañía con la decisión y defendió la robustez del cifrado de extremo a extremo que ofrece WhatsApp. Afirmó, además, que el sistema de seguridad de la app supera incluso al de las plataformas sugeridas por el gobierno estadounidense.

La medida se produce en un contexto de tensiones renovadas entre el presidente Donald Trump y el CEO de Meta, Mark Zuckerberg. Pese a que ambos se habían reunido a fines de 2024 en lo que parecía un intento de distensión -tras una campaña electoral marcada por acusaciones de censura y manipulación informativa-, la prohibición a WhatsApp reabre el conflicto.

En declaraciones previas, Trump había calificado a Zuckerberg como un "enemigo del pueblo" y lo había acusado de interferir en las elecciones presidenciales de 2020. Aunque en noviembre pasado lo felicitó públicamente tras su reelección y recibió un gesto de cortesía en Threads por parte del empresario, las nuevas restricciones vuelven a marcar distancia entre el republicano y el gigante tecnológico con sede en California.

El conflicto también se inscribe en una política más amplia del actual gobierno que apunta a reforzar la soberanía digital, limitar la influencia de grandes corporaciones tecnológicas en la vida pública y garantizar estándares de seguridad más altos para el uso de herramientas digitales en la administración estatal.

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