IPC

Junio marcaría un repunte inflacionario y julio sumaría presión en los precios

Las subas en servicios regulados y alimentos dificultan la desaceleración del índice de precios, mientras que algunos expertos proyectan que las vacaciones y aumentos tarifarios impactarán en el próximo mes.

La desaceleración en la variación del índice de precios al consumidor (IPC) enfrenta nuevos desafíos, debido principalmente a incrementos en productos regulados y alimentos. Para julio, los especialistas anticipan que la inflación podría mantener la tendencia al alza, impulsada por factores estacionales y ajustes tarifarios ya confirmados.

Luego de que en mayo la inflación registrara un 1,5%, se espera que en junio el dato sea algo superior, principalmente por aumentos en servicios regulados. Esta dinámica se mantendría en julio, cuando se sumen los efectos de la temporada invernal y la aplicación de aumentos previstos en tarifas y servicios.

En mayo, el IPC difundido por el Indec había reflejado un descenso marcado respecto al 2,8% de abril, ubicándose en el nivel más bajo desde mayo de 2020, durante la pandemia. Si se excluye el período de aislamiento por Covid-19, habría que remontarse hasta noviembre de 2017 para hallar cifras similares (1,4%).

Las mayores subas correspondieron a los rubros Comunicación (4,1%) y Restaurantes y hoteles (3%), mientras que Alimentos y bebidas no alcohólicas (0,5%) y Transporte (0,4%) registraron los menores incrementos. Por su parte, los precios mayoristas presentaron una caída del 0,3%, evidenciando deflación por primera vez desde abril de 2020. Sin embargo, esta disminución no se trasladaría de forma inmediata al consumidor final, debido a factores como los costos logísticos, márgenes de comercialización y regulaciones.

Según el último Relevamiento de Expectativas de Mercado (REM) del Banco Central, se proyecta que la inflación para junio, julio y agosto ronde el 1,7%. Consultoras privadas coinciden con esta cifra al cierre del mes.

Rocío Bisang, economista de EcoGo, señaló que la inflación de junio podría alcanzar un 2%, aunque subrayó que esta estimación aún es preliminar. Este aumento se explica por la fuerte incidencia de aumentos en precios regulados, incluyendo transporte en el AMBA y CABA, prepagas, tarifas, colegios privados, combustibles y cigarrillos.

Por su parte, Claudio Caprarulo, de Analytica, proyectó un crecimiento del IPC del 1,7%, resaltando que los regulados impulsan la suba, mientras que los factores estacionales no tuvieron el mismo efecto favorable que en mayo.

Camilo Tiscornia, director de C&T Asesores Económicos, coincidió en que la inflación de junio rondaría el 2%. Destacó que los alimentos mostraron un repunte respecto al mes anterior, en parte porque no se registró una baja pronunciada en verduras como en mayo. Además, aumentaron los precios de servicios, especialmente en transporte, y no se contó con eventos especiales como el Hot Sale, que había influido en la baja de precios el mes previo.

Aldo Abram, director ejecutivo de Fundación Libertad y Progreso, explicó que la inflación de junio será algo más alta que la de mayo, la cual estuvo atenuada por ajustes empresariales ante la expectativa de un salto cambiario que finalmente no se produjo. En este contexto, afirmó que el IPC estaría ahora más en línea con la evolución del tipo de cambio.

Orlando Ferreres, reconocido economista, estimó que la inflación de junio cerrará cerca del 2%, mientras que para julio pronostica un rango de entre 1% y 1,5%, vinculando estas cifras con una mayor actividad económica y consumo.

Para julio, los analistas esperan que la inflación se mantenga en niveles similares a junio, con un repunte estacional propio del receso invernal y el pago del medio aguinaldo, lo que suele aumentar la presión sobre los precios, según explicó Bisang.

Además, están confirmados aumentos en educación, transporte y algunas prepagas. Sin embargo, todavía resta observar la evolución de las tarifas y combustibles, sobre todo tras las fluctuaciones internacionales ocasionadas por el conflicto entre Irán e Israel.

Por último, los inquilinos con contratos firmados bajo la legislación anterior, que actualiza los montos en base al Índice de Contratos de Locación (ICL), enfrentarán un aumento del 66,11% en el valor del alquiler respecto al año pasado.


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