Economía

La inflación suma presión, entre bonos congelados y un dólar inquieto

La combinación de tarifas que suben, precios estacionales y tensiones financieras empuja el costo de vida por encima del 2% mensual. Con el fallo de YPF y la recomendación de JP Morgan, el clima económico suma ruido en plena temporada de frío. El análisis de Ismael Bermúdez.

En su habitual columna por Radio Post, el periodista Ismael Bermúdez detalló la publicación en el Boletín Oficial sobre el bono para los jubilados que continúa congelado en $70.000. El periodista también recordó que está fijo desde marzo del año pasado, cuando en realidad ya debería estar en el doble e integrarse directamente al haber. Pero la decisión política es clara: que siga como está. También remarcó que este tema es un bono es solo uno de los tantos datos que marcan el pulso de una economía que combina parches, incertidumbre y presiones constantes sobre los ingresos.

A este escenario se suma un frente que encendió luces de alerta: el fallo de la justicia norteamericana que intimó al Estado argentino a entregar el 51% de las acciones de YPF. "Es muy grave -advirtió Bermúdez- porque el Estado perdería el control de la mitad de su gran empresa". El proceso seguirá con una apelación, pero la incertidumbre se prolonga y golpea la cotización de las acciones mientras tanto.

En paralelo, el ruido financiero y cambiario se potenció tras un informe de JP Morgan que recomendó desarmar la bicicleta financiera -el famoso carry trade- y pasarse al dólar. "Muchos pueden pensar que el informe puede estar equivocado o no, pero si ellos toman esa actitud, el impacto se nota de inmediato", explicó. La respuesta oficial no se hizo esperar: "El Gobierno salió a decir que está todo bajo control", relató, aunque el mercado se mueve por su cuenta.

A la tensión política y judicial se le suma el arranque de julio con aumentos que ya se sienten: el precio de los combustibles subió alrededor de un 3% -"no sé si en Mendoza, pero YPF también ajustó"- y las cuotas de las prepagas vienen con incrementos de entre 1,8% y 2,7%, superando incluso la inflación de mayo, que cerró en 1,5%. Además, hay ajustes en tarifas de gas y electricidad, que, aunque rondan el 2% o 3%, se multiplican con el frío: "El uso de la electricidad y el gas es mucho mayor en invierno. Los días son más cortos, la luz se prende más temprano y se apaga más tarde", detalló.

En este contexto, muchos hogares que no tienen gas de red recurren a garrafas o aire acondicionado para calefaccionarse, con costos que también trepan. Y la presión no termina ahí: verduras y frutas de estación, clave en la canasta básica, suben fuerte por la escasez y el frío. "En algunos casos, los productores traen mercadería del norte, pero como no la venden, la tienen que liquidar con ofertas para recuperar algo de plata. El intermediario es el que suena", explicó tras una recorrida por el mercado concentrador.

El combo ya deja pistas claras: la inflación de junio cerraría un poquito arriba del 2% -entre 2,1% y 2,2%- y julio arranca con la misma tendencia, impulsada por factores estacionales y tarifarios. "El impacto de todo esto se hace sentir en cada hogar", resumió Bermúdez.

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