Informe

¿Se estanca el empleo privado? Mendoza y el país, en la lupa del Ieral

El nuevo informe de coyuntura del Ieral Mendoza de la Fundacion Mediterránea pone su foco en el empleo privado.

Ieral

Argentina está cara en dólares, lo cual implica que a varios sectores claves de la economía les resulta cada vez más difícil competir con el mundo, por ej., con Chile. Siendo así, una posible estrategia en empresas es la reducción de costos, siendo el laboral uno de los más relevantes. En esa situación, ¿está en problemas el empleo en Mendoza y en nuestro país?

Síntesis

Tras un período de recuperación posterior a la pandemia, el empleo privado registrado comenzó a estancarse desde la última parte del año 2023: en Argentina mostró una leve caída y en Mendoza se mantuvo estable. A nivel nacional, los sectores con peor desempeño en términos de empleo fueron la Construcción, la Industria, el Transporte y los Servicios turísticos, mientras que Minería y el Sector Financiero crecieron, aunque con bajo impacto en la generación de puestos de trabajo.

Las dificultades para que este empleo repunte responden a una combinación de factores. Por un lado, el incremento del costo laboral en dólares. Por otro, el estancamiento de la actividad económica y la pérdida de dinamismo en sectores tradicionalmente intensivos en empleo. A esto se suma el avance tecnológico, que reduce la necesidad de mano de obra en rubros como comercio, agro e industria.

En este contexto, surge la necesidad de plantear una agenda enfocada en reducir costos laborales no salariales, bajar otros costos estructurales y promover la inversión en productividad, como condiciones necesarias para que el empleo vuelva a crecer.

¿Qué dicen los datos?

Luego de la pandemia, el empleo privado registrado venía aumentando a un ritmo del 3,5% anual en el país, mientras que en Mendoza lo hacía a un ritmo inferior (2%). Posteriormente, desde la última parte del año 2023, disminuyó en el país, y se mantuvo estable en nuestra provincia (con datos a Marzo del presente año). 

A nivel nacional, desagregando por sectores, sorprende el incremento en Comercio, uno de los sectores con más quejas sobre la actual coyuntura. En el caso de Minería, venía aumentando fuerte, gracias al impulso de Vaca Muerta, hasta mediados del año pasado, y en los últimos meses muestra un descenso, debido a otras provincias petroleras, especialmente Santa Cruz.

La Construcción usualmente es más volátil en empleo, y sufrió una fuerte caída en 2024, con una levísima recuperación en el presente año. En cuanto al resto de los sectores, se estancaron en empleo o cayeron, como los casos de Industria, Transporte y Comunicaciones, y Hoteles y Restaurantes.

Dinámica del empleo privado en país - por rubros sin estacionalidad - base 100: junio 2023 - basada en Ministerio de Trabajo

Y en el Sector Público mendocino, ¿qué ocurrió? Con vaivenes, su tendencia de los últimos diez años ha sido de estancamiento, con una leve caída (-1,5% interanual) en la primera parte del presente año.

Por último, una aproximación del empleo total indica una caída de la tasa de empleo en Mendoza en el 1º trimestre de este año, en comparación a un año atrás. Por tal motivo, también se observa un aumento en la tasa de desempleo.

¿Por qué le cuesta repuntar al empleo privado?

Acorde a la lógica, las empresas contratan más, cuando mejoran sus ventas y/o cuando disminuye el costo de emplear trabajadores. Luego de la abrupta devaluación en 2002, el costo laboral se redujo a un mínimo en dólares, y con un mundo creciendo, permitió un fuerte incremento en empleo privado en la primera década de los 2000s.

¿Cómo estamos actualmente? Un indicador aproximado de la producción nacional (y de ventas) es el EMAE. En términos globales, luego de una importante caída hasta marzo de 2024, había iniciado una interesante recuperación. Pero se estancó en marzo, en parte explicado por la incertidumbre sobre el dólar, generada por el mismo gobierno. Por ahora, no es tan clara si ha retomado la tendencia creciente.

Por otro lado, el costo laboral en dólares se ha incrementado fuertemente en el transcurso de un poco más de un año, en un contexto de menores precios de los bienes exportados. Lo cual complica elevar la contratación de personal.

Siendo así, quizá debiera modificarse la pregunta: ¿por qué no ha caído más el empleo privado? En parte se explica por el alto costo de las indemnizaciones, y el de capacitar a nuevos empleados cuando vuelvan tiempos mejores. Un sector con mayor flexibilidad laboral, la Construcción, presentó la recién mencionada fuerte caída (debido a la menor obra pública) durante 2024, y en los últimos meses muestra cierta recuperación.

Volviendo a los indicadores de actividad económica, los sectores que muestran crecimiento han sido Minería (Vaca Muerta en Neuquén, con muy buenos rendimientos, algo que no acontece lo mismo en el resto de las provincias petroleras) y el Sector Financiero, debido al fuerte incremento en préstamos. Esos dos sectores más pujantes son poco intensivos en mano de obra.

También era así en Comercio, aunque bastante heterogénea (muy bien en autos, no así en rubros tradicionales como supermercados y centros comerciales). Y el resto, está estancado, y en algunos casos en un nivel inferior al de hace dos años atrás.

Resumiendo, no ha sido bueno el desempeño en los sectores que contratan más trabajadores. Un contexto de crecientes costos laborales en dólares explica en parte el estancamiento en el empleo privado.

Apartado: los planes antiinflacionarios suelen implicar medidas contractivas, entre ellas una reducción del gasto público. Además, en esos casos se eleva el costo de contratar personal, frenando la creación de nuevos empleos.

En Argentina, este fenómeno se ve agravado por una dinámica particular: al caer la inflación, también cae la demanda por dólares, al disminuir el pánico económico. Esto provoca una apreciación del peso, incrementando el costo laboral medido en dólares. Para muchas empresas, especialmente las que exportan o compiten con importaciones, esto representa una pérdida de competitividad, reduciendo el incentivo a contratar personal.

¿Qué esperamos para el futuro?

En términos globales, los pronósticos apuntan a que la economía continuaría creciendo, pero se mantendría barato el dólar, por lo que implica que seguirán altos los costos laborales en esa moneda.

A eso se suma el cambio tecnológico que modifica la forma de vender y/o producir. En parte implica que se reduce el empleo en sectores más intensivos en mano de obra. Por ej., en comercio, cobra cada vez más importancia las ventas virtuales. En industria, a nivel mundial disminuye no sólo su participación en el PBI (lo mismo ocurre en Mendoza), sino también en que cada vez depende menos del empleo.

Otro caso es el del Agro. No sólo hay un problema de rentabilidad en el sector en Mendoza, sino que comienza a tecnificarse más (por ej., con cosechadoras mecánicas), que permiten reducir los costos por hectárea. Y mundialmente el porcentaje de trabajadores en ese sector es cada vez menor.

Obviamente, si en los otros países no se incrementa el desempleo, es porque el empleo se va trasladando hacia otros sectores, como los servicios. Por eso, un punto clave es cómo lograr una transición menos costosa hacia la nueva estructura productiva, decidida por el mismo sector privado.

En este contexto ¿qué se requiere para que el empleo vuelva a crecer?

Los puntos clave son reducir los costos laborales, reducir otros costos y elevar la productividad.

Costos laborales: cuando éstos son altos y el desempleo se eleva, usualmente en Argentina se recurre a la devaluación, que reduce el poder de compra de los salarios. El problema actual es el pronóstico de un dólar que se mantendría barato.

Las políticas debieran apuntar a reducir los costos laborales "no salariales". Hay tres puntos clave: los impuestos "laborales" (la diferencia entre el costo laboral pagado por el empresario y el salario realmente cobrado por el trabajador), las indemnizaciones (son altas, en comparación a otros países) y la litigiosidad laboral (elevadísima, por ahora a cargo de las ART, pero puede ser un gran problema para las empresas en un futuro no muy lejano).

Reducir otros costos: clarísimo es el impositivo, y para tal medida, es necesario reducir el gasto público, un proceso lento y conflictivo. También están las desregulaciones, que disminuyen costos específicos.Elevar la productividad: es la estrategia ideal, porque implica mantener mismos costos, pero con mayor producción. Se logra con más equipamiento y tecnología, y para llegar a eso, se requiere inversiones. Para ello, será necesario no sólo estabilizar la macroeconomía en el mediano plazo, sino también mejorar el financiamiento y el acceso a los bienes de capital.Comentarios finales

El estancamiento del empleo privado en Mendoza y en el país no responde a una única causa, sino a un entramado de factores estructurales que afectan tanto la decisión de las empresas de contratar como la propia dinámica de la economía.

La pérdida de competitividad por el elevado costo en dólares, junto con la tecnificación de varios sectores, limita la creación de nuevos puestos de trabajo, especialmente en los rubros que históricamente absorbían más mano de obra. A esto se suma la falta de dinamismo en sectores claves y la incertidumbre macroeconómica y política que desalienta decisiones de inversión y expansión.

Frente a este escenario, es imprescindible avanzar en una agenda que permita recuperar el empleo a través de tres grandes ejes: reducir los costos laborales no salariales (impuestos, indemnizaciones y litigiosidad), disminuir los costos generales (especialmente los impositivos y regulatorios), y fomentar un aumento sostenido de la productividad mediante más inversión y tecnología. Solo así se podrá transitar hacia un modelo de crecimiento más estable capaz de generar empleo de calidad en el mediano y largo plazo.

Leé el informe de coyuntura completo y los gráficos, con un clic aquí, en Ieral Mendoza